Marruecos conmemora el 69º aniversario del regreso del exilio de Mohamed V
Forzado al exilio por las autoridades francesas el 20 de agosto de 1953, el difunto rey de Marruecos, Mohamed V, tuvo que refugiarse en Córcega en 1953 y Madagascar en 1954 hasta que pudo regresar al país norteafricano el 16 de noviembre de 1955, tras negociarlo con Francia. Recibido por miles de ciudadanos marroquíes, Mohamed V proclamó la independencia de Marruecos el 2 de marzo de 1956, tras la firma de los acuerdos con el Gobierno francés en París.
Con este motivo, la Asociación Maroc Coexistence (AMC) ha elaborado un extenso documento donde describen todas las acciones que Mohamed V puso en marcha en favor del papel de los judíos en Marruecos.
Según reza el documento, “en plena Segunda Guerra Mundial, mientras el régimen de Vichy imponía sus leyes raciales en numerosos territorios bajo su control, Marruecos se enfrentó a una situación delicada. El país se encontraba bajo el protectorado francés, y las presiones para que se apliquen los decretos antisemitas destinados a excluir a los judíos de la vida pública y marginarlos son cada vez más intensas”.
En este contexto, Mohamed V, en una de sus declaraciones más históricas, afirmó que “no hay ciudadanos judíos, no hay ciudadanos musulmanes; sólo hay marroquíes”. Palabras que se convirtieron en hechos. “Cuando las autoridades de Vichy exigían la discriminación de los judíos marroquíes, Mohamed V se opuso firmemente y se negó a expulsarlos de las instituciones públicas o a privarles de sus derechos”, aclara el informe de Association Maroc Coexistence.
El legado de Mohamed V
En un repaso a la historia del difunto monarca, AMC resalta que “el legado de Mohamed V es mucho más que un capítulo de la historia de Marruecos. Es una lección de vida. Es una lección de vida, un recordatorio de que, frente a la adversidad, la solidaridad y el coraje deben guiar nuestras acciones”.
Para el ciudadano marroquí, la figura de Mohamed V “siempre será recordada como la de un líder de la nación, el arquitecto de la independencia y el protector de todos sus súbditos, ya sean judíos o musulmanes; y sentó las bases de un Marruecos plural, en el que la diversidad es una fuerza”.
Un legado que continúa hoy. Este legado de respeto y solidaridad sigue siendo una fuente de inspiración para las generaciones futuras. Una fuerza de diversidad y unidad. “Esta tradición de proteger a los marroquíes, sin distinción, se manifiesta hoy a través de un liderazgo audaz y comprometido”, añadió AMC.
69 años después Marruecos se sigue erigiendo como un faro de coexistencia armoniosa, reconocido mundialmente por su diálogo interreligioso e intercultural, que trasciende fronteras y forja fuertes lazos entre comunidades.
“Bajo este animado liderazgo, la sociedad civil emerge como un actor clave, abogando por valores de respeto y enriquecimiento mutuo. Cada ciudadano, ya sea judío, musulmán, árabe o amazigh, preserva con orgullo su historia y su identidad, al tiempo que contribuye activamente a la construcción de un futuro común. En esta dinámica, Marruecos resuena como un poderoso eco de paz y armonía, encarnando la coexistencia ejemplar que inspira al mundo entero”, concluye el comunicado.