El país celebra el 30 de julio el 24º aniversario de la llegada al trono del rey Mohamed VI, quien ha propiciado el progreso nacional en diversos ámbitos

Marruecos: desarrollo, estabilidad política y diplomacia fuerte en la víspera de la Fiesta Del Trono

PHOTO/FILE - Mohamed VI, rey de Marruecos

Marruecos celebra el 30 de julio la Fiesta del Trono con el 24º aniversario de la entronización del rey Mohamed VI, quien, desde su designación como monarca en 1999, ha favorecido el desarrollo económico, industrial y social nacional, la prosperidad, la estabilidad política y un gran posicionamiento del país norteafricano en el panorama político internacional. 

La Fiesta del Trono es una celebración anual nacional que conmemora la entronización del rey Mohamed VI en 1999. Desde ese año hasta ahora, Marruecos ha experimentado una gran evolución en todos los sentidos que ha posicionado muy bien al país norteafricano económica y políticamente. Cada 30 de julio se festeja la llegada al trono del rey Mohamed VI y se espera un año más el esperado discurso del monarca. La alocución tendrá lugar este sábado por la noche, a las 21:00 hora marroquí, y será retransmitido por radio y televisión.

Ademas, el monarca alauí presidirá el acto de recepción el domingo por la tarde en la plaza principal de la ciudad de Al-Medig. Al mediodía del lunes 31 de julio, el rey Mohamed VI, también comandante supremo de las Fuerzas Armadas Reales, presidirá la ceremonia de juramento de los oficiales recién graduados de los distintos colegios e institutos militares y civiles de las Fuerzas Armadas en la Plaza Mechouar del Palacio Real de la ciudad de Tetuán.

En esta ocasión, se festejarán los grandes logros nacionales alcanzados bajo el reinado de Mohamed VI con progreso, estabilidad, prosperidad y desarrollo en diversas áreas, asentando la economía e industria de la nación y su sistema democrático. 

Durante estos 24 años, el rey Mohamed VI hizo todo lo posible con el fin de mejorar las vidas de millones de marroquíes y fortalecer la estabilidad del Reino y su infraestructura sociopolítica, dando continuidad a las reformas iniciadas por su difunto padre, el rey Hassan II.

Los objetivos claros de Mohamed VI en estos 24 años han sido promover el desarrollo del país, servir a las aspiraciones y deseos del pueblo marroquí, luchar por el progreso y la prosperidad y defender la preservación de la integridad territorial para respetar la unidad nacional.

PHOTO/FILE - Mohamed VI

Uno de los grandes ejemplos del progreso industrial y económico de Marruecos se mostró en la reciente Jornada de la Industria celebrada en Casablanca en la que se puso de manifiesto la importante evolución industrial y económica que está protagonizando el reino marroquí, bajo las directrices del rey Mohamed VI, para potenciar el entramado industrial y la economía de la nación. Todo ello junto a la asociación con diversos países de relieve como Estados Unidos, Reino Unido e Israel para desarrollar diferentes industrias y promover el comercio. 

También cabe destacar la Carta de Inversiones que en los últimos tiempos ha venido marcando la política económica nacional. Esta estrategia responde a las directivas del rey Mohamed VI encaminadas a ofrecer a las regiones oportunidades de financiación a través de bonificaciones territoriales, con el fin de reducir las disparidades entre las provincias del Reino en términos de atractivo para la inversión.

La estabilidad política se ha visto también demostrada con el buen funcionamiento del Estado marroquí y la normalidad del sistema democrático que quedó patente en el último proceso electoral que terminó con la victoria de la coalición política liderada por el actual jefe de Gobierno Aziz Akhannouch. 

Las políticas sociales y educativas también han tenido su hueco en la estrategia marcada por el Estado marroquí bajo las directrices del monarca Mohamed VI a lo largo de su reinado. Gran ejemplo de esta protección social es el fuerte dispositivo sanitario y de control desplegado con la pandemia de COVID-19, que permitió reducir el impacto de enfermos y muertes en la nación, o medidas encaminadas a proteger a elementos importantes y también minoritarios de la cultura nacional como el legado amazigh o la herencia judía presente en la sociedad marroquí.

En cuanto a las victorias diplomáticas marroquíes en el exterior, estas se basan en su gran posicionamiento en el escenario internacional y, sobre todo, en lograr que muchos e importantes países apoyen su integridad territorial y la propuesta marroquí para solucionar el problema saharaui. El país norteafricano plantea una amplia autonomía del Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí respetando las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con la intención de desarrollar al máximo las denominadas provincias del sur y otorgar una gran capacidad de maniobra al territorio, dejando las cuestiones de seguridad y política exterior al Estado marroquí. Diversas naciones como Estados Unidos, Alemania, Emiratos Árabes Unidos o España han señalado la propuesta marroquí como la más seria y creíble para solventar la cuestión saharaui.

La Fiesta del Trono también sirve para reforzar el vínculo entre la Monarquía y el pueblo de Marruecos, después de una larga tradición monárquica en el país norteafricano. Una Monarquía que ha buscado en todo momento lograr una evolución positiva nacional y proteger a toda la población, incluidas las minorías.