Marruecos fortalece su industria de defensa con el fin de consolidarse como una potencia regional
Marruecos está destinando numerosos esfuerzos a establecer una industria de defensa fuerte con el objetivo de consolidar su posición como potencia regional, responder a la demanda local y exportar a los mercados exteriores. Este interés por el sector militar se debe a la gran experiencia y éxito del Reino en la fabricación de automóviles y aviones durante los últimos años.
Asimismo, esta tendencia surgió a través de alianzas que acercaron al país norteafricano con otras empresas y naciones, como la firma de un acuerdo a finales de septiembre con la empresa india Tata Group para producir un vehículo de combate en una fábrica de Marruecos. Tal y como señalaron las autoridades militares del Reino, con este acuerdo Rabat espera "responder a la demanda local y exportar a los mercados extranjeros”.
Por otro lado, el pasado mes de junio, Marruecos anunció su intención de crear dos zonas industriales en el ámbito de la defensa para ocuparse de equipos, mecanismos y sistemas de armas de seguridad tras la aprobación por parte del Consejo Ministerial de cuatro proyectos relacionados con el sector militar.
La decisión de las autoridades marroquíes de crear y establecer una industria militar fuerte surge del deseo de consolidarse como potencia regional. Para ello, decidió entrar en este sector a través de una serie de pasos, como aprobar leyes relacionadas con esta industria, construir áreas relevantes para fomentar las inversiones -como la región de Nouaceur- y atraer inversiones.
“La industria militar necesita costes financieros, competencias e inversiones”, indica a Al-Arab Mohamed Choucair, un experto marroquí en el ámbito militar. Choucair considera que el enfoque adoptado por el Estado “proporcionará todas las capacidades” para lograr una buena industria.
Esta estrategia está muy relacionada con la transformación integral de la seguridad nacional, ya que el Estado cree en la necesidad de desarrollar sus propias capacidades para la fabricación militar y reducir la dependencia del exterior, especialmente en la seguridad de equipos sensibles, logrando la soberanía en materia de defensa.
El objetivo de impulsar la industria militar en Marruecos no es algo nuevo, aunque sí ha experimentado un ritmo acelerado en la última década como consecuencia de las transformaciones que está atravesando la región y los desafíos que se plantean.
Es por ello, que en noviembre de 2022, el ministro encargado de la Administración de Defensa Nacional, Abdul Latif Lodi, aseguró que el presupuesto asignado a la defensa era insuficiente a la luz de las amenazas a la seguridad que vive la región.
En este sentido, cabe señalar que Marruecos aumentó el presupuesto de defensa durante este año a 124.700 millones de dirhams (12.470 millones de dólares), frente a los 120.000 millones de dirhams (12.000 millones de dólares) del año pasado, según el presupuesto del país para 2024.
Ahora Marruecos ocupa el puesto 29 entre los mayores importadores de armas del mundo y es el segundo mayor importador de armas en África después de Argelia.
Según un informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, publicado en marzo, el Reino se encuentra entre los mayores importadores de armas, con una cuota del 0,9% del total de las importaciones mundiales de armas, ocupando el séptimo lugar en el mundo árabe entre 2009 y 2023.
Por otro lado, Choucair explica que su país tiene competencias civiles que pueden ser transferidas al ámbito militar, especialmente después de su amplia experiencia en el campo de la fabricación de automóviles y aviones. El experto también destaca la necesidad de fabricar armas como los drones, por lo que el país está decidido a crear fábricas para producirlos, tanto para el autoabastecimiento y como para la exportación.
Durante los últimos años, el Reino ha atraído a numerosas empresas internacionales para invertir en la industria aeronáutica, elevando su número a 142 compañías que operan en este sector, proporcionando alrededor de 20.000 oportunidades de empleo.
Las exportaciones en este campo superaron los 21.000 millones de dirhams (2.100 millones de dólares) en 2022, en comparación con los 15.000 millones de dirhams (1.500 millones de dólares) un año antes, lo que representa un crecimiento del 40%.