Marruecos moderniza su defensa con misiles Javelin norteamericanos
La adquisición de misiles Javelin suponen un nuevo paso hacia la modernización militar de Marruecos, como parte de la hoja de ruta de las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos (FAR) de lograr la independencia militar de cara al futuro.
El reino marroquí firmó un importante acuerdo con el Departamento de Defensa de Estados Unidos para la compra de misiles antitanque FGM-148 Javelin, reconocidos mundialmente por su gran precisión y capacidad para neutralizar vehículos blindados y helicópteros -de cualquier Ejército del mundo- a baja altitud.
- ¿Por qué Marruecos ha elegido los misiles Javelin?
- Inversión creciente en defensa y seguridad nacional
Este contrato, cuyo valor es de 260 millones de dólares aproximadamente, incluye 612 misiles, 200 lanzadores ligeros y un conjunto de entrenamiento, soporte logístico y mantenimiento, que tiene como objetivo reforzar la preparación de las FAR ante los desafíos actuales y futuros a nivel regional en el Sahel y ante cualquier amenaza global, según detalló la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa de Estados Unidos.
Estos acuerdos sitúan a Marruecos como uno de los principales aliados militares de Estados Unidos en África y en el mundo y como un referente regional en ámbito de la defensa y seguridad.
¿Por qué Marruecos ha elegido los misiles Javelin?
Los misiles Javelin son conocidos por su efectividad en combate moderno. Su tecnología de ataque en altura permite impactar vehículos en sus zonas más vulnerables, especialmente tanques, desde un ángulo elevado. Además, tienen un alcance efectivo de más de 2.500 metros y pueden acabar con amenazas aéreas a baja altitud, como helicópteros de ataque.
Algunas de sus ventajas son la versatilidad y precisión. Estas características los convierten en un elemento clave en el arsenal de cualquier Ejército que prioriza una defensa inteligente y tecnológicamente avanzada. De hecho, los misiles FGM-148 Javelin son los misiles de su estilo más comercializados, caros y utilizados por los Ejércitos de todo el mundo (a los que Estados Unidos vende armamento).
Esta adquisición no es un hecho aislado, sino que forma parte de la estrategia de defensa nacional y refleja la alianza estratégica existente entre Rabat y Washington. Un claro ejemplo es la cooperación en las maniobras anuales del African Lion, donde marines estadounidenses y militares marroquíes realizan durante un mes maniobras conjuntas en las duras condiciones que ofrece el desierto del Sáhara, el más grande del planeta.
No obstante, en los últimos años, Marruecos ha cerrado otros acuerdos de gran importancia con Estados Unidos, como la compra de misiles tierra-aire Stringer Block 1 y equipos de apoyo por 825 millones de dólares, el pasado mes de abril; la incorporación de 24 helicópteros Apache y aviones de combate F-16 para reforzar la defensa aérea; y la adquisición de drones de reconocimiento y sistemas de defensa antiaérea de última generación.
Inversión creciente en defensa y seguridad nacional
Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el presupuesto de defensa de Marruecos en 2024 ha alcanzado los 5.500 millones de dólares, un aumento del 2,6 % respecto a 2023. Este incremento refleja una política clara de preparación ante amenazas regionales e internacionales, y un esfuerzo sostenido por modernizar sus capacidades militares con tecnología de última generación.
La compra de los misiles Javelin es solo una pieza más del programa de modernización militar que Marruecos ha venido desarrollando en los últimos años. Su estrecha cooperación con Estados Unidos, junto con la apuesta por la industria militar local, posiciona al Rabat como un actor estratégico en el norte de África, comprometido con la estabilidad regional y con la defensa de su soberanía.
Expertos como Khaled Chiat, profesor de Relaciones Internacionales, subrayan que la estrategia de defensa de Marruecos es fundamentalmente disuasiva: “No se trata de buscar superioridad ofensiva, sino de garantizar que ninguna amenaza externa avance o ataque”. “Después de que Estados Unidos reconoció el Sáhara marroquí, se ha producido una intensificación de la cooperación militar en sus diversas dimensiones, sin ningún reparo por parte de Washington”, añadió.
Esta visión es claramente observable, puesto que las políticas llevadas a cabo por las FAR, en parte están dedicadas a la protección de la soberanía territorial marroquí, sin que esto altere el equilibrio militar de la región, el cual es muy influenciable por la proliferación de organizaciones terroristas.
Más allá de la compra de armas, Marruecos ha iniciado un proceso de desarrollo industrial militar propio que incluye la creación de dos zonas industriales militares, con el objetivo de reducir la dependencia del extranjero en la adquisición de armas; controlar los costos de importación militar; y potenciar la fabricación local de tecnología de defensa. Esta apuesta estratégica sitúa al país en una posición única en África, alineada con la tendencia global de soberanía tecnológica y autonomía en defensa.