Marruecos protege a sus jóvenes frente al extremismo
Los jóvenes de Marruecos, el futuro del reino marroquí, debe estar en el centro de la política nacional de cara a protegerlos frente a los extremismos y los discursos de odio que solo generan violencia e inestabilidad política y social.
Esta es una de las líneas centrales de las directrices políticas y sociales del rey de Marruecos, Mohamed VI, como dejó claro el embajador y representante permanente del reino marroquí ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Omar Hilale, quien confirmó en la sede de Naciones Unidas en Nueva York que el monarca alauí había dado altas instrucciones reales para situar a la juventud del país en el centro de una estrategia política y social de cara a prevenirlos frente a discursos extremistas y comportamientos de odio.
Las herramientas para conducir a la juventud marroquí por esa senda pueden ser políticas enfocadas en los principios de igualdad de oportunidades, una educación de calidad, importantes accesos a la cultura y buenas oportunidades profesionales. Todo ello orientado a empoderar a los jóvenes marroquíes y dotarles de las mejores oportunidades para que no se frustren y terminen cayendo en opciones negativas y extremistas, las cuales aprovechan todo caldo de cultivo negativo para aprovechar la rabia y la frustración y ganar adeptos. Cabe destacar en este caso que el extremismo siempre aparece en estratos sociales afectados por la falta de educación o por la falta de oportunidades, escenarios que conducen a personas vulnerables a acogerse a diversos discursos radicales que les ofrecen acogida ante el supuesto desamparo y que solo llevan a la violencia y a la inestabilidad.
La intervención de Omar Hilale llegó durante un evento de alto nivel organizado por la Misión Permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas y la Oficina de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio, con motivo del Tercer Día Internacional contra el Discurso de Odio, que versaba sobre el tema “Invertir en la capacidad de los jóvenes para enfrentar y combatir el discurso de odio”.
Omar Hilale explicó que la participación de la juventud marroquí en la lucha contra el discurso de odio y el extremismo en la sociedad “ha demostrado su eficacia” para combatir todas las formas de exclusión social, por lo que se destaca la relevancia de la estrategia nacional integrada para la juventud (2015-2030).
El representante marroquí ante la ONU destacó además la total adhesión de Marruecos, bajo el liderazgo del rey Mohamed VI, a los valores de la convivencia y de la lucha contra el discurso de odio y la intolerancia, al tiempo que concedió la máxima importancia al papel fundamental de la sociedad civil y de las asociaciones juveniles, recordando la creación de la Consejo Asesor de Juventud y Acción Colectiva en julio de 2011.
También recordó el mensaje del rey Mohammed VI dirigido al IX Foro Mundial de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas, celebrado en noviembre de 2022 en Fez, cuando el monarca alauí subrayó que el diálogo “debe ser un diálogo entre generaciones, involucrando a los jóvenes y anticipándose a los futuro”, ya que los jóvenes no solo representan las generaciones que debemos proteger “contra el flagelo de la guerra y contra el discurso de odio en sus diversas formas, sino que son las mismas generaciones que realmente están involucradas en hacer la paz”, como informó la agencia oficial de noticias de Marruecos MAP.
Por su parte, con motivo del citado Tercer Día Internacional contra el Discurso de Odio, sobre el tema “Invertir en la capacidad de los jóvenes para enfrentar y combatir el discurso de odio”, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, destacó que “los jóvenes suelen ser el grupo más afectado por el discurso de odio y, por lo tanto, deben ser parte de la solución”, destacando que “es responsabilidad de los gobiernos, las autoridades locales, los líderes religiosos, los empresarios y los líderes comunitarios invertir en la promoción de la tolerancia, el pluralismo y la inclusión y combatir el discurso de odio en todas sus formas”.
En este sentido, el experto analista internacional Muhammad Boudin, señaló al medio Al-Arab que “el Estado buscó combatir el odio y el extremismo a través de una serie de medidas legislativas, de seguridad y de derechos humanos”, incluyendo “proyectos relacionados con el desarrollo humano y la creación de empleo, oportunidades para los jóvenes”, todo ello enfocado a evitar que los jóvenes caigan en discursos extremistas o perversiones de la religión del islam. “El pensamiento extremista ocurre cuando los factores de pobreza e ignorancia convergen y conducen a una deriva hacia el extremismo”, explicó.
Según Muhammad Boudin, “Marruecos busca proporcionar todas las condiciones para proteger a los jóvenes generalizando las políticas sociales relacionadas con la educación, la salud y el empleo para superar la amenaza del extremismo y los discursos de odio”.
Por otro lado, ante los rápidos cambios que se están produciendo en el espacio digital y las redes sociales, la Asociación de Académicos Muhammadiyah busca combatir el extremismo y el odio produciendo investigaciones científicas, revisando los planes de estudio educativos y educando a los jóvenes sobre temas religiosos y sociales.
La Asociación lanzó la plataforma electrónica “Al-Raed” entre los jóvenes para protegerlos de los discursos extremistas y de odio, especialmente en su dimensión digital, difundir conocimientos religiosos seguros, contribuir a proteger a los pioneros de las redes digitales de los discursos de extremismo, desviación y estancamiento y educar a la juventud marroquí para promover un discurso alternativo y mejorar la cooperación y el intercambio de experiencias en la lucha contra el extremismo violento en línea, como informó también Al-Arab.
Además, el Observatorio Marroquí de Rechazo al Terrorismo y al Extremismo pidió a las instituciones de la sociedad civil que desempeñen su papel en la educación de los jóvenes y en su protección contra el extremismo y el terrorismo, persiguiendo el objetivo de luchar contra la radicalización y el extremismo religioso vinculado con esferas tan peligrosas como el terrorismo.