Marruecos refuerza su presencia en el África anglófona
- Mayor presencia en el África anglófona
- Apoyo creciente de la marroquinidad del Sáhara
- Oportunidades en el África anglófona
En el marco de su nueva estrategia diplomática en África, iniciada desde su regreso a la Unión Africana en 2017, Marruecos ha emprendido una profunda transformación de su política exterior, adoptando un enfoque centrado en la cooperación Sur-Sur.
En esta línea, el país es crucial en los intercambios económicos continentales y está intensificando sus relaciones económicas con el África anglófona mediante inversiones en infraestructuras, telecomunicaciones, servicios financieros y agricultura.
Países africanos de habla inglesa como Ghana, Kenia y Sudáfrica son importantes socios económicos de Marruecos por su rápido crecimiento económico y su relativa estabilidad. En cambio, Ruanda y Etiopía se distinguen por un potencial de crecimiento fruto de las recientes reformas económicas y del compromiso de fortalecer la integración regional.
Mayor presencia en el África anglófona
Marruecos ha pasado de su tradicional área de influencia en el África Occidental francófona a reforzar su presencia en el África anglófona, iniciando una nueva etapa en las relaciones entre Rabat y ciudades como Nairobi, Accra o Pretoria.
Esta diplomacia proactiva, que apuesta por una estrategia para reforzar su presencia en el África anglófona, es resultado del análisis de la geopolítica regional y de la voluntad del país norteafricano de consolidar una asociación benéfica para todas las partes, diversificar sus socios y desarrollar relaciones de cooperación multidimensionales.
Una dinámica que potencia la posición de Marruecos como pilar clave en la integración y transformación del continente africano, y constituye una prueba de la defensa de sus intereses territoriales, por un lado, y la estabilidad y el desarrollo sostenible en África, por otro lado.
Apoyo creciente de la marroquinidad del Sáhara
Marruecos ha demostrado su capacidad para promover la estabilidad y el desarrollo sostenible, situando la cooperación Sur-Sur y el diálogo en el centro de su política continental, condicionada por la cuestión de la integridad territorial como factor ‘sine qua non’ en sus relaciones exteriores.
En este sentido, como consecuencia de las iniciativas marroquíes, varios países anglófonos, tradicionalmente reservados o conocidos por su política históricamente hostil hacia el reino marroquí, han modificado significativamente su posicionamiento diplomático en lo que atañe a la soberanía del Sáhara Occidental, apoyando la soberanía de Marruecos sobre las provincias del Sur.
Ghana, Kenia, Liberia, Zambia, Esuatini (antes Suazilandia) y Malaui han manifestado un creciente apoyo a la soberanía marroquí, reconociendo el plan de autonomía de 2007 como una solución creíble y duradera del conflicto.
Kenia, a modo de ejemplo, reconoció oficialmente el plan de autonomía, dando un histórico giro diplomático en mayo de 2025, con la apertura de su Embajada en Rabat. Por su parte, las Comoras, Zambia y Malaui rechazaron un memorando de entendimiento que incluía al Frente Polisario, confirmando su posición a favor de Marruecos.
En junio pasado, Ghana también suspendió sus relaciones con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y respalda actualmente la propuesta de autonomía de 2007 como solución al conflicto del Sáhara Occidental, para sumarse a la lista de países que apoyan a Marruecos.
Anteriormente, otros países africanos anglófonos como Liberia, Zambia, Esuatini y Malaui habían mostrado un claro apoyo a Marruecos, abriendo consulados en las provincias del Sur, lo que reafirma su pleno apoyo a la iniciativa de autonomía.
Oportunidades en el África anglófona
La consolidación de la posición de Marruecos como líder económico en África requiere maximizar las oportunidades que ofrece la diversidad de relaciones comerciales con los países anglófonos del continente:
- Revitalizar los vínculos culturales, religiosos y económicos entre Marruecos y África anglófona.
- Implantar a las empresas marroquíes en sectores como banca, energías verdes, construcción.
- Desarrollar la conectividad logística nacional e internacional del país. De ahí los proyectos logísticos nacionales, como la autopista Tiznit-Dajla, la línea de alta velocidad Kenitra-Marrakech, el plan ferroviario Marruecos 2040 o el Puerto de Dajla Atlántico.
- Frente a los proyectos portuarios de Mauritania y Senegal, Marruecos ha de captar los flujos logísticos desde América del Sur y Europa con destino al África Occidental y el Sahel.
- La posición ventajosa con algunos países, como Gambia, Tanzania y Kenia que muestran una marcada preferencia por los productos marroquíes y se caracterizan por un alto nivel de comercio de exportación.
Dado que hay países como Eritrea y Lesoto que muestran índices bajos de comercio, Marruecos se encuentra ante el desafío de diversificar sus relaciones comerciales con el África anglófona, en el marco de una asociación win-win, lo cual implica llevar a cabo varias acciones:
- Concentrar sus esfuerzos en la expansión de sus exportaciones hacia mercados con un alto potencial, como Gambia y Kenia, mediante estrategias de comercialización específicas.
- Establecer acuerdos bilaterales en los sectores de la agricultura y la tecnología, para aprovechar al máximo estos mercados en crecimiento.
- Diversificar las importaciones mediante el fortalecimiento del comercio con países como Liberia y Uganda, y establecer relaciones más sólidas con estas economías emergentes.
- Mejorar las infraestructuras y desarrollar las cadenas de valor locales para estimular intercambios entre estos países y Marruecos en los ámbitos en que ambas economías comparten necesidades y productos complementarios.
- Prestar atención a los países con comercio bajo, como Eritrea y Lesoto, reforzando las inversiones marroquíes en infraestructura y programas de cooperación regional, para desarrollar estos mercados e impulsar las corrientes comerciales.