Marruecos-UE: camino a una relación modernizada

Bandera de Marruecos - PHOTO/PIXABAY
"El auge de la PEV como principal instrumento para las relaciones exteriores de la UE con sus vecinos del sur ha supuesto un cambio de énfasis, que ha pasado de la construcción regional al bilateralismo”, Encuesta EuroMeSCo 202

La región euro-mediterránea se enfrenta a diversas amenazas que los Estados miembros deben afrontar de manera conjunta. Así, es prioritario para ellos profundizar en materia de cooperación y seguridad. En esta línea, entre Marruecos y Europa la asociación completa es un asunto de interés mutuo. Claro que eso no es tarea fácil, ya que en el contexto actual existen amenazas que plantean auténticos desafíos para la aplicación de esta meta.  

Desde el país africano, los primeros pasos tendrán que dirigirse hacia sus retos económicos principales: el impulso de la economía nacional y la participación en la cadena de valor global (CGV). Al conducir la asociación con la UE hacia los sectores industriales principales en Marruecos (siendo estos los relativos a los fosfatos-fertilizantes, la automoción, la agroalimentación y la aeronáutica), la nación marroquí conseguiría un impulso económico y aumentaría la presencia de estos ecosistemas en las CGV.  

En este sentido, por ahora, Marruecos va por buen camino. Ya goza de una participación cada vez mayor en las CGV, llegando a niveles semejantes e incluso superiores a los de algunos países emergentes, como por ejemplo Rusia, India o Turquía. Este es un dato importante también a nivel regional, ya que Marruecos es una de las pocas economías de la región MENA que pueden presumir de semejantes cifras.  

Banderas de la Unión Europea - PHOTO/FILE

En base a las respuestas de la encuesta EuroMeSCo Euromed “El futuro de la Política Europea de Vecindad”, se ha revelado que el desarrollo socioeconómico es el tema de mayor interés. También, el 53% de los participantes marroquíes elogiaron los efectos de los aparatos de desarrollo socioeconómico de la PEV en el Sur. Para reavivar y fortalecer la relación Marruecos-UE, se tienen que tomar como base los logros económicos de la PEV. Aun así, antes se debe solucionar el problema por el que la aplicación de los elementos regionales dentro de la PEV nunca ha tenido un desarrollo íntegro: entender a los países del sur como un bloque único, en lugar de una región formada por distintas identidades nacionales.  

Marruecos, como Estado con identidad y aspiraciones propias, tiene una política exterior clara: por un lado, estrechar lazos con Occidente (con quien comparte historia y geografía) y, por otro, cuidar sus intereses geoeconómicos en la comunidad Sur-Sur. En su horizonte está la creación de una red de vínculos propios en el eje Norte-Sur, Sur-Sur y la alianza de cooperación entre América Latina, África y Asia. 

Para cumplir las expectativas marroquíes no solo importa la capacidad de movilización de los recursos económicos; los compromisos políticos representan una parte esencial en el plan de acción. En la relación Marruecos-UE, diversas limitaciones institucionales han complicado el desarrollo de ciertos planes a lo largo del tiempo. Aun con todo, eso no ha impedido su realización, basándose en el principio de apropiación en torno a las prioridades marroquíes. Los compromisos políticos con la Unión de países europeos están por negociar, pero el interés por modernizar la asociación es una realidad tanto marroquí como europea.