Desde el Ejecutivo español y el gobierno autonómico canario se apuntó que en cualquier caso hay que estar “muy atentos” porque el país norteafricano aspiraba a aguas de la zona económica exclusiva de España

Marruecos y su gesto de aplazamiento sin fecha de la delimitación de fronteras marítimas con Canarias

PHOTO/GOOGLE MAPS - Imagen de Canarias y Marruecos

Marruecos tomó la determinación de aplazar sin fecha fija la aprobación de las leyes referentes a la demarcación de las aguas marítimas compartidas con las islas Canarias en el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Un movimiento que es bastante significativo. 

Dicha aprobación estaba prevista para el lunes 3 de octubre y la decisión del reino alauí fue considerada una “buena noticia” por parte del presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, al recordar que la delimitación propuesta por Marruecos incluía las aguas del entorno del archipiélago que se encuentran en la zona económica exclusiva (ZEE) de España.

Desde el gobierno autonómico de Canarias se entiende que este aplazamiento es importante ya que el país norteafricano tenía cierto interés en hacerse con parte de las consideradas como aguas del entorno canario para ampliar su extensión marítima. Por lo tanto, la suspensión “sine die” de la aprobación de estas leyes significa que Marruecos cesa de momento en sus pretensiones al respecto. 

Aunque Ángel Víctor Torres llamó al Gobierno español a estar muy atento para evitar que Marruecos siga intentando en un futuro anexarse parte de las aguas del entorno canario, según informaron diversos medios como Bladi o Marruecom.

En la misma línea se situaba también Margarita Robles, ministra española de Defensa, que, durante una reunión con el presidente canario, manifestó junto a este que “está claro” que los niveles de control y vigilancia deben mantenerse para proteger los intereses insulares y peninsulares. 

Precisamente, este verano ya se anunció que España y Marruecos volvían a negociar por la delimitación de las fronteras marítimas. Unas negociaciones que quedaron suspendidas tras el distanciamiento diplomático entre ambas naciones que tuvo su mayor punto discordante en la acogida en territorio español de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario (organización enfrentada a Marruecos por el Sáhara Occidental), para ser tratado de una afección respiratoria en un hospital de Logroño en abril de 2021. Un hecho que fue criticado desde Marruecos por falta de lealtad de un país como el español considerado socio y aliado. 

A raíz de esto, se sucedieron episodios que tensaron la situación entre ambas naciones como la entrada ilegal de miles de migrantes por la frontera de Ceuta ante la pasividad de las autoridades marroquíes o la retirada de la embajadora alauí de Madrid. 

España trató de acercar posturas con diversos gestos amistosos como los protagonizados por el rey Felipe VI o como la designación de José Manuel Albares como ministro de Asuntos Exteriores en sustitución de Arancha González Laya, marcada por el caso Ghali. 

Finalmente, el movimiento político definitivo que aseguró la vuelta a las buenas relaciones entre España y Marruecos llegó con la decisión del Gobierno español de Pedro Sánchez de reconocer la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental como la más “creíble, seria y realista” para acabar con el conflicto saharaui. A partir de ahí, llegó la invitación del rey Mohamed VI al presidente del Ejecutivo español a Rabat en pleno Ramadán este año para estrechar lazos y para elaborar la hoja de ruta que ha marcado desde entonces la relación entre ambos vecinos que ha venido marcada en los últimos meses por la buena sintonía y la cooperación en diversas áreas como migración, fronteras y lucha antiterrorista.