La MINURSO reduce su presencia en el Sáhara Occidental
La organización no renovará los contratos de su personal ni contratará nuevos agentes, lo que ha generado incertidumbre sobre su futuro
La Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) ha optado por reducir su presencia en la región por primera vez, desde que se fundara en 1991.
Sin embargo, esta decisión no tiene nada que ver con la situación de crisis económica que atraviesa la organización desde hace años, ya que la ONU ha asignado 75,35 millones de dólares a su misión en el Sáhara Occidental, lo que representa un aumento del 9,1 % en comparación con el año fiscal anterior. Por otro lado, se anunció la suspensión en la contratación de nuevo personal extranjero, en base a las directivas emitidas desde la sede de la ONU en Nueva York.
Este veredicto se comunicó desde el cuartel general de El Aaiún, generando cierta preocupación en los diplomáticos debido a que el contexto político no pasa por su mejor momento.
Canales relacionados con el Frente Polisario han manifestado su inquietud por la emisión de esta resolución, ya que la consideran como un primer avance hacia la eliminación del “acuerdo político acerca del Sahara Occidental, en favor de un manejo del conflicto sin una solución, lo cual podría permitir una nueva escalada”, según habrían reportado medios saharauis.
A pesar de las demandas de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y de John Bolton, su exasesor de Seguridad, durante el primer mandato de Trump en la Casa Blanca, la MINURSO no fue objeto de llamados para reducir su financiación. En cambio, en este segundo mandato la situación podría haber dado un vuelvo, debido a las fuertes restricciones y ajustes económicos que está estableciendo Estados Unidos a todo el mundo y en todos los órdenes.
Pero ¿a qué se debe esta falta de financiación? Históricamente, la MINURSO ha disfrutado de un trato especial en comparación con otras misiones de paz de las Naciones Unidas.
El pasado mes de marzo, en un centro de investigación norteamericano, muy relacionado con Donald Trump, se reprochó que los fondos que recibía la Misión eran desmesurados en comparación con la falta de resultados, puesto que en 34 años no se habría logrado los dos objetivos por los que se fundó la MINURSO: crear un censo en los campamentos de Tinduf y organizar un referéndum en el Sáhara Occidental, una opción que ha sido descartada desde 2001 por la tensión del conflicto.
“Trump y la ONU podrían ahorrar miles de millones poniendo fin a estas operaciones” y “después de 34 años, la MINURSO ni siquiera ha realizado un censo completo. Presenta excusas, algunas válidas, otras no, pero el tiempo pasa”, fueron las afirmaciones que este centro de investigación o think tank realizó acerca de la MINURSO.
Lejos de no haber logrado el censo y la realización del referéndum, la principal crítica que recibe la Organización es la de no conseguir que se haga respetar el alto el fuego acordado con las partes en septiembre de 1991, el cual el Polisario ha violado en muchas ocasiones desde el 13 de noviembre de 2020.