Misil balístico hipersónico: Irán anuncia su nueva arma de alcance global
La agencia de noticias Tasnim informó que Irán ha construido un misil balístico hipersónico que, según el jefe de aviación de la Guardia Revolucionaria, Amir Ali Hajizadeh, posee la capacidad de alcanzar grandes velocidades (hasta 6,000km/h), es capaz de maniobrar dentro y fuera de la atmósfera y capaz de atacar sistemas antimisiles enemigos avanzados de un gran tamaño lo que supone un gran salto generacional en el campo de los misiles.
No obstante, hasta ahora no hay informes de pruebas de misiles iraníes, y aunque la República Islámica ha desarrollado una enorme industria nacional de armas frente a las sanciones y embargos internacionales. Según el analista político Daniel Bashandeh, Irán “a veces” ha exagerado sus capacidades armamentísticas. Sin embargo, las preocupaciones sobre los misiles balísticos de Irán llevaron a Estados Unidos, bajo el entonces presidente Donald Trump, a retirarse del acuerdo nuclear de 2015 que Teherán firmó con las potencias mundiales en 2018.
El propio Hajizadeh subrayó que los materiales empleados para el desarrollo de este misil le dan una mayor capacidad explosiva y resaltó que “incrementa de forma extrema el poder de unas unidades de misiles de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria”.
El anuncio del nuevo misil se produce un día después de que en la capital austriaca, Viena, se reanudaran los contactos para intentar revivir el acuerdo nuclear de 2015, con Teherán exigiendo el levantamiento de las sanciones estadounidenses. Después de que Estados Unidos se retirara unilateralmente del acuerdo en 2018, Irán afirmó que estaba retirando sus compromisos en varios puntos del acuerdo. Los funcionarios iraníes han argumentado que esos pasos podrían revertirse si Estados Unidos levanta las sanciones y vuelve al acuerdo.
Varios países quieren desarrollarlos. Rusia, Corea del Norte y Estados Unidos informaron en 2021 que habían realizado pruebas oficialmente, lo que provocó nuevas tensiones entre las superpotencias y una nueva carrera armamentista. Rusia lidera actualmente la carrera de desarrollo de misiles, seguida por China y Estados Unidos con varios tipos de tales misiles. En agosto anunció que había desplegado aviones equipados con estas armas hipersónicas en Kaliningrado, un enclave ruso rodeado por países de la OTAN en el noreste de Europa.
La semana pasada, Irán dijo que probó el Ghaem 100, su primer vehículo de lanzamiento espacial de tres etapas, que sería capaz de ubicar satélites de 80 kg en una órbita a 500 kilómetros de la superficie terrestre, según medios estatales. Este acto se produce después de que Irán anunciara el 5 de noviembre el exitoso vuelo de prueba de un cohete capaz de propulsar satélites al espacio.
Ante estos hechos, Estados Unidos expresó su preocupación por el hecho de que estos lanzamientos puedan estimular la tecnología de misiles balísticos de Irán, extendiéndose a la posible entrega de ojivas nucleares. En marzo, el Gobierno estadounidense impuso sanciones a las actividades relacionadas con los misiles de Irán. En un comunicado, señaló que las medidas correccionales se adoptaron tras “el reciente ataque con misiles de Irán contra Arbil (Irak), así como los ataques con misiles efectuados por mandatarios iraníes contra Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos”. “Estos ataques nos recuerdan que el desarrollo y la proliferación de misiles balísticos por parte de Irán suponen una grave amenaza para la seguridad regional e internacional”, añadió.
Tras semanas negándolo, Irán terminó por reconocer que, toda esta exageración de algunos países occidentales sobre que Irán envió misiles y drones a Rusia resultó no ser cierta en su totalidad. El gobierno iraní niega y acusa de falsedad que hayan transferido cualquier tipo de misil a Moscú, según dijo el pasado sábado el ministro de Exteriores, Husein Amirabdollahian a la agencia de noticias estatal iraní, IRNA.
Lo cierto, es que estas aeronaves no empezaron a ser usadas en Ucrania hasta el mes pasado, y desde entonces Rusia las ha estado desplegando a gran escala en ataques, sobre todo, contra infraestructura civil y centrales eléctricas ucranianas, lo cual alimenta la duda de que Teherán y Moscú puedan colaborar de nuevo en el futuro.