Las mujeres en África y el Mediterráneo, diferentes pero iguales
Es innegable que los factores históricos y culturales han relegado a la mujer a adoptar un papel secundario en las sociedades más avanzadas, o prácticamente inexistente en otras menos desarrolladas. Un papel injusto que no se corresponde con su capacidad y que supone un lastre para la sociedad en su conjunto. En este sentido, África ha sido un continente especialmente azotado. Una lacra contra la que han combatido un sinfín de generaciones. Ahora, una nueva hornada de lideresas trata de conquistar una igualdad efectiva.
La Casa Árabe acoge esta semana el encuentro ‘Diferentes pero iguales’, una cita organizada por la Fundación Mujeres por África en el marco del programa “Raisa”. La iniciativa, impulsada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (MAEUEC), reunirá en los próximos días a 20 figuras femeninas procedentes de países africanos y mediterráneos en Madrid para exponer sus puntos de vista en la lucha por la igualdad.
La periodista Pilar Requena se encargó el martes de moderar el encuentro en una sala abarrotada por mujeres de éxito y reconocidas en diversos sectores como la comunicación, el mundo académico, la administración pública, el ámbito jurídico o la esfera empresarial. Unos focos plagados de liderazgos femeninos que buscan ampliar horizontes y extender la actuación y el rol de la mujer en dichas áreas.
Pilar Requena detalló el programa “Raisa”, que ha realizado un análisis comparativo mediante conversaciones en profundidad entre las mujeres africanas y españolas acerca de sus respectivas situaciones en los diferentes sectores profesionales a los que se dedican. La conclusión, para la periodista, es que “son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan. Somos diferentes, pero iguales”.
“Es mucho más arriesgado ser activista en cualquier parte de África que en España. No tiene nada que ver”, sentenció la escritora María Murnau al comienzo de su alocución. Para Murnau, el mundo vive instalado en una sociedad patriarcal donde escasea el compromiso político para acometer cambios. En España, estos dos grandes obstáculos se conjugan e impiden un avance efectivo en la igualdad de género. La receta pasa por educar y empoderar a las niñas, “quitarles las barreras invisibles”.
La presidenta de ‘Women in Africa’, Hafsat Abiola-Costello, puso en valor la labor de la española con su cuenta de Instagram feminista que amasa más de 600 mil seguidores. La nigeriana citó a una mujer tunecina, abogada y activa en la vida política, para ejemplificar que las Primaveras Árabes no fueron capaces de crear una estructura legal basada en la igualdad: “Las leyes e instituciones estaban estructuradas para encerrar a las mujeres”, trasladó.
“El patriarcado es una fuerza y para cambiarla necesitamos una fuerza opuesta. Necesitamos un compromiso de las instituciones y de la sociedad”, remató Abiola-Costello. La defensora de los Derechos Humanos aseguró que no podemos hablar de los derechos para los hombres “y olvidarnos de las mujeres”, y reivindicó su papel: “No vamos a mejorar el mundo si lo hacemos a medias. El activismo es un oficio a tiempo completo”, sentenció.
La magistrada Inmaculada Montalbán, reciente incorporación al Tribunal Constitucional, trasladó que, como sociedad, necesitamos “leyes específicas que se orienten hacia la igualdad de derechos entre mujeres y hombres”. La violencia contra la mujer es, a juicio de Montalbán, “la expresión máxima de la desigualdad”. Aunque para la magistrada no basta con tener leyes, estas “deben ser aplicadas y analizadas en sus consecuencias”. Por este motivo, Montalbán aboga por la creación de un Observatorio que se encargue de esto. Y también para entrenar a los jueces con el fin de “evitar las percepciones estereotipadas”.
La CEO de FIDA, Anne W. Ireri, expresó la necesidad de mantener “una perspectiva de género”. “Tenemos que saber qué ha llevado a la situación actual para no tener leyes sobre el papel, sino un contexto o bagaje previo. ¿Qué es lo que nos ha llevado a esto?”. Para Ireri, lo importante reside en la educación y en saber transmitirlo a las nuevas generaciones. Aunque para ello se necesita financiación a campañas específicas. Mientras que la profesora de la Universidad Mohamed V de Marruecos, Rajae El Khamsi, incidió en que “las mujeres y los hombres en África y el Mediterráneo no tienen las mismas oportunidades. Existe un techo de cristal”. En algunos países de África, las mujeres no pueden llegar a ser catedráticas.
La CEO de CBC Worldwide, Diaka Camara, aseguró que los medios de comunicación juegan un papel esencial a la hora de defender la igualdad y dar voz a aquellos que no la tienen. “También están ocurriendo cosas buenas en África, y necesitamos gente que cuente estas historias”, trasladó, antes de apuntillar que todas las mujeres “somos activistas porque todos los días estamos librando una batalla por algo”.
La periodista Pilar Requena quiso finalizar enviando un mensaje a las afganas que creyeron en el progreso efectivo hacia la igualdad: “Quiero enviar un recuerdo especial para las mujeres afganas que han luchado y luchan por los derechos de las mujeres y que ahora se han visto condenadas al exilio o a permanecer escondidas para no ser asesinadas por los bárbaros sin razón. Y aquellas afganas que, a riesgo de perder la vida, plantan cara a los talibanes”.