El ministro de Asuntos Exteriores marroquí inauguró la mesa de dialogo entre las dos partes enfrentadas en Libia y recordó que Rabat apoya el dialogo y que son los propios libios los que tienen la soberanía de decidir su futuro

Nasser Bourita: “La solución a la crisis en Libia debe ser decidida por los propios libios”

PHOTO/REUTERS - Fotografía de archivo, el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita (Izq), y el presidente de Parlamento de Tobruk, Aguila Saleh Issa, en Rabat, Marruecos, el 8 de mayo de 2017

La ciudad de Bouznika, a unos 40 kilómetros al sur de Rabat ha sido el lugar elegido para acercar posturas entre los dos gobiernos rivales en Libia, y de esa manera intentar retomar el diálogo político. Este fin de semana, ambas partes manifestaron la necesidad de llegar una solución pacífica y evitar la guerra que está devastando poco a poco al país africano.

El domingo, el ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, pidió un diálogo práctico que prepare un acuerdo de paz entre las partes libias beligerantes. En declaraciones a la prensa local, el jefe de la diplomacia marroquí señaló que el diálogo entre las partes del conflicto representa el camino para “construir confianza, madurar ideas y alcanzar entendimientos”. “El Reino no ha cambiado de posición según la evolución de la situación sobre el terreno. Marruecos no tiene ni agenda, ni iniciativa, ni camino y nunca ha aceptado elegir entre los libios”, insistió el ministro marroquí en la inauguración de la mesa de conversación de Bouznika.

Marruecos y su papel en la mesa de negociación 


No es la primera vez que Marruecos decide celebrar una mesa de negociación. Ya en 2015, Rabat acogió las conversaciones de paz que llevaron a la creación del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), ejecutivo reconocido internacionalmente. En esta ocasión, el acuerdo al que se llegó fue rechazado por Haftar y otras facciones en el país, lo que desató una guerra entre ambas partes.

El reino está listo para brindarles a los libios un espacio para discutir de acuerdo con su voluntad y los aplaudirá independientemente del resultado”, dijo Bourita.
El titular de la cartera de Exteriores marroquí señaló que existen continuos esfuerzos para poner fin a la crisis en Libia, y destacó que la solución a la crisis en el país norteafricano debe ser decidida por los propios libios, bajo los auspicios de Naciones Unidas. 


Hace unos días, la jefa de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Liba (UNSMIL) interina, Stephanie Williams, visitaba Rabat como parte de sus consultas con las partes libias, así como con los socios regionales e internacionales, para encontrar una solución. Esta nueva ronda de conversaciones, denominadas ‘Diálogo Libio’, ha reunido a cinco miembros del GNA y cinco miembros del Parlamento con sede en la ciudad de Tobruk, en el este de Libia y que soportan al Ejército Nacional Libio (LNA), liderado por el mariscal Khalifa Haftar.
Mohamed Najem, miembro del Consejo Supremo del Estado libio (representante del Gobierno de Trípoli), indicó que las reuniones tienen como objetivo superar el “bloqueo” existente y “relanzar el proceso político”, recoge la agencia Efe.

“Libia está atravesando una crisis de seguridad y sanitaria agravada por el coronavirus y otros problemas que sufren todos los libios por esta división política”, agregó Najem.
Aunque ninguno de los participantes ha ofrecido detalles sobre lo tratado en las consultas, el objetivo de este encuentro, según señala la agencia de noticias marroquí, MAP, es “mantener el alto el fuego y abrir negociaciones para poner fin a los conflictos entre las partes libias”.

Este encuentro ha tenido lugar después de que el presidente del Alto Consejo de Estado libio, Khaled Al Mechri y el presidente del Parlamento libio, Aguila Saleh, visitaran Marruecos tras ser invitados por el presidente de la Cámara de Representantes del reino alauita. 

Objetivo: alto el fuego permanente

El pasado 21 de agosto, amabas partes del conflicto declararon un alto el fuego inmediato. El primer ministro libio, Fayez Sarraj, anunció este cese de todas las hostilidades con el objetivo final de “la restauración de la soberanía plena sobre le territorio libio y la expulsión de las fuerzas y mercenarios extranjeros”, según recogía el medio ‘Libya Observer’.

En el mismo anuncio, Sarraj convocó elecciones parlamentarios y presidenciales para el próximo marzo y apostó por que la ciudad de Sirtre y el distrito de Al Jufra, bajo control de las fuerzas de Haftar, pasen a ser zonas desmilitarizadas mientras se llegue a un acuerdo en materia de seguridad. Este alto el fuego fue aplaudido por la comunidad internacional, y aunque Haftar no se haya pronunciado personalmente, dentro de sus facciones fue recogido con aceptación.

Rusia, quien apoya a Haftar, aplaudió el anuncio de la tregua a través de una fuente del Ministerio de Exteriores que llamó a “comenzar el proceso político” para llegar a una paz en el país. “Siempre saludamos este tipo de declaraciones (…) Siempre proponemos un armisticio inmediato”, recogía la agencia rusa Sputnik. La Unión Europea también acogió con beneplácito esta decisión. La semana pasada, el alto representante de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea visitó Trípoli y se reunió con Sarraj para mostrarle su apoyo en el proceso de paz del país norafricano.

Desde la caída del régimen de Muamar El Gadafi en 2011, Libia cayó en una profunda inestabilidad, con dos gobiernos enfrentados en una guerra civil que ha motivado la proliferación de milicias armadas y ha sumido en la pobreza a gran parte de su población.

Libia es el país con las mayores reservas de petrolero de África, pero las consecuencias del conflicto para el sector petrolero han sido devastadoras, ya que han reducido a menos de 100.000 barriles diarios la producción de crido frente a los 1,8 millones que extraía en tiempos de Gadafi.