Netanyahu asegura “compartir los objetivos” del plan de alto el fuego presentado por Estados Unidos
Estados Unidos, junto con sus principales aliados europeos y de Oriente Medio, trata de alcanzar un alto el fuego entre Israel y Hezbolá a medida que continúan aumentando las tensiones y los temores sobre una guerra total.
En una declaración conjunta, Estados Unidos, Francia, Australia, Canadá, la Unión Europea, Alemania, Italia, Japón, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Qatar instan a Israel y a Hezbolá a aceptar un alto el fuego de 21 días con el fin de llevar a cabo negociaciones sobre una solución diplomática a la crisis en la frontera entre Israel y el Líbano.
La declaración, en la que no se menciona directamente a Hezbolá, destaca la importancia de brindar la seguridad y la protección necesarias para que los civiles puedan regresar a sus hogares, deteniendo la escalada y evitando una posible invasión terrestre israelí del sur del Líbano.
Durante este año la administración de Joe Biden ha tratado de negociar un alto el fuego que contemple la retirada de Hezbolá al río Litani, a unos 29 kilómetros al norte de la frontera israelí -como se exigió hace años en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU-, así como el regreso de miles de personas en ambos lados de la frontera a sus hogares.
Hezbolá comenzó la guerra contra Israel el 8 de octubre, hace casi un año, en apoyo a Hamás en la Franja de Gaza. Desde entonces, se calcula que la milicia chií libanesa ha lanzado más de 8.000 proyectiles contra territorio israelí, provocando la evacuación de miles de personas del norte del país.
Recientemente, y tras incluir dentro de los objetivos de la guerra el regreso seguro de los ciudadanos del norte a sus hogares, Israel ha intensificado sus ataques contra posiciones de Hezbolá en varias partes del Líbano, provocando la muerte de más de 700 personas, según las autoridades sanitarias libanesas, que no distinguen entre combatientes y civiles.
A esto se le suma también las explosiones coordinadas de dispositivos electrónicos vinculados a Hezbolá y las recientes eliminaciones de altos cargos de la organización terrorista en Beirut.
Poco después de emitir la declaración conjunta sobre la propuesta para un alto el fuego, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que Israel “seguirá atacando a Hezbolá con toda la fuerza”. “No nos detendremos hasta lograr todos nuestros objetivos”, señaló el líder israelí a su llegada a Estados Unidos, antes de dirigirse a la Asamblea General de la ONU.
No obstante, en las últimas horas, la Oficina del primer ministro israelí indicó en un comunicado que Israel "comparte los objetivos” de la iniciativa liderada por Estados Unidos, destacando en concreto el regreso de las personas que viven en la frontera norte a sus hogares de manera segura y protegida. “Israel aprecia los esfuerzos de los Estados Unidos en este sentido porque el papel de ese país es indispensable para promover la estabilidad y la seguridad en la región”, añadió.
Una vez más, Netanyahu se enfrenta a la presión de muchos de los miembros de su Ejecutivo, como el ministro de seguridad nacional, Itamar Ben Gvir, quien ya ha amenazado con retirarse de la coalición del Gobierno si se acepta un alto el fuego. También el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, instó a seguir luchando contra Hezbolá “con todas las fuerzas hasta la victoria”.
Mientras, la Fuerza Aérea israelí mantiene su ofensiva contra la milicia libanesa respaldada por la República Islámica de Irán, centrándose en depósitos de armas y municiones en varias partes del país. También, en las últimas horas, el Ejército israelí confirmó un ataque a lo largo de la frontera con Siria con el objetivo de destruir infraestructura utilizada por Hezbolá para transferir armas al Líbano.
Por otro lado, el grupo terrorista ha retomado sus ataques contra el norte de Israel, incluidas las ciudades de Haifa y Tiberíades, provocando varios heridos leves.
Los hutíes de Yemen lanzan un misil contra Tel Aviv
En medio de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, los hutíes de Yemen -también respaldados por Teherán- lanzaron un misil contra el centro de Israel después de la medianoche que fue interceptado por los sistemas de defensa.
Los hutíes, que aseguran actuar en solidaridad con Hamás en Gaza, atacaron Tel Aviv por primera vez el pasado mes de julio con un dron, asesinando a un hombre e hiriendo a varias personas. Como respuesta, Israel bombardeó objetivos militares hutíes cerca del puerto de Hodeidah.
Durante el inicio de la guerra los hutíes se centraron en atacar buques comerciales que transitaban el mar Rojo, así como la ciudad israelí de Eilat. No obstante, en los últimos meses han decidido expandir sus ataques contra centro de Israel, como ocurrió a principios de septiembre, cuando lanzaron un misil que fue interceptado por las defensas aéreas.
Este nuevo ataque se produce poco después de que Israel eliminase al comandante superior de las fuerzas aéreas de Hezbolá, Mohammed Srur, en una operación selectiva en Beirut. Según informa Ynet, Srur había regresado recientemente al Líbano desde Yemen, donde había estado entrenando a los rebeldes hutíes.
Los hutíes también han recibido entrenamiento del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de élite de Irán (CGRI), así como de grupos armados iraquíes.