Netanyahu condiciona el fin de la guerra en Gaza a la salida del poder de Hamás
La reunión celebrada el pasado 4 de febrero en Washington entre el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sirvió para discutir “asuntos trascendentales” para Oriente Medio.
Durante esta visita a la Casa Blanca, Netanyahu dio a conocer el plan que tiene para poner fin a la guerra en Gaza. Esta idea, según fuentes estadounidenses e israelíes, supone que Hamás entregue el poder y sus líderes abandonen la Franja de Gaza.
El líder israelí busca llegar a un entendimiento con Trump y su Administración con relación a la liberación de los prisioneros de Gaza y el alto el fuego en la región, además de la modificación de algunos puntos del acuerdo, que no acaban de satisfacer a Israel.
Trump y su propuesta sobre el control de Gaza
El propio Donald Trump sugirió que Estados Unidos debe controlar la Franja de Gaza y convertirla en la “Riviera de Oriente Medio”, realojando a los palestinos en Egipto y Jordania.
Estos dos países, sin embargo, han negado la posibilidad y han dejado claro que no permitirán una relocalización de palestinos en su territorio. También, en una declaración de varias organizaciones y países de Oriente Medio, advirtieron que la medida podría atentar contra la estabilidad de la región, correr el riesgo de alargar el conflicto y debilitar las perspectivas de paz y coexistencia entre sus pueblos.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, rechazó “enérgicamente” la idea de Trump y aseguró que los derechos legítimos de los palestinos no eran negociables. En su declaración, añadió que Gaza es parte integrante del Estado de Palestina, por lo que las declaraciones de Trump constituían una grave violación del derecho internacional.
Negociaciones en los acuerdos
Durante la primera fase del alto el fuego se había acordado una pausa en los combates en Gaza y la liberación de 33 rehenes israelíes y aproximadamente 2.000 prisioneros palestinos, además de incrementar la ayuda humanitaria enviando 600 camiones diarios a la Franja de Gaza.
Según lo estipulado en el actual acuerdo, 59 rehenes (35 de ellos fallecidos) permanecerán en Gaza tras la aplicación de la primera fase del alto el fuego. Éste es el punto que Netanyahu debatió con Trump en la reunión del pasado 4 de febrero. Como informa un funcionario israelí, el presidente estadounidense aseguró a Netanyahu que su objetivo era llevar a todos los rehenes a sus hogares.
Asimismo, el funcionario aclaró que el primer ministro de Israel le dijo a Trump que estaba preparado para realizar negociaciones serias y sustanciales sobre la segunda fase del acuerdo de rehenes. Todo esto, a cambio de la liberación de más rehenes tras el día número 42 del alto el fuego. Israel, por su parte, manifestó su voluntad de liberar más prisioneros palestinos, según un porcentaje negociado.
En relación con lo anterior, un funcionario israelí que está involucrado en las negociaciones de liberación de rehenes declaró que esta medida podría resultar en la liberación de nada más que de dos o tres rehenes adicionales, dependiendo de su condición de salud, en la primera fase del acuerdo.
Fuentes cercanas a Estados Unidos mencionaron también que Netanyahu indicó que, si se extiende la primera fase, que se esperaba que durara seis semanas, presentará a Hamás negociaciones sobre la segunda fase del acuerdo que incluye el fin de la guerra en Gaza y la liberación de prisioneros palestinos de alto rango, algo a lo que Israel se negó en la primera fase del acuerdo.
Netanyahu y Hamás
Estas mismas fuentes añadieron que Netanyahu también exige la liberación de los rehenes de Hamás a cambio del traspaso del poder en la Franja de Gaza y el exilio de sus principales líderes, incluyendo a los que serán liberados de la prisión. Entre tanto, otra fuente estadounidense, confirmó que Netanyahu y el liderazgo israelí han desarrollado un plan que incluye permitir que los principales dirigentes de Hamás se exilien en un tercer país.
Sobre esto, Omer Dostri, el portavoz del primer ministro israelí mencionó que Netanyahu no había presentado ningún plan para la segunda fase del acuerdo y, por otro lado, altos funcionarios israelíes declararon que Hamás ya acordó renunciar al control civil de Gaza y, de esta manera, dar el poder a la Autoridad Palestina o a un comité independiente.
Sin embargo, Hamás dijo que no estaba dispuesto a renunciar a su poder militar, ni a desarticular su área militar. Además, el alto funcionario israelí declaró que las posibilidades de que los líderes de Hamás en la Franja acepten el exilio son muy bajas. Esto último, según el funcionario, podría generar un colapso del acuerdo tanto de liberación de rehenes como el alto el fuego y el comienzo nuevamente de la guerra.
En relación con todo esto, se espera que Steve Witkoff, enviado de la Casa Blanca, se reúna el próximo 13 de febrero en Miami con el primer ministro qatarí, Mohamed bin Abdulrahman Al-Thani, para debatir sobre la segunda fase del acuerdo de rehenes.