La periodista y corresponsal María Senovilla analizó la última hora del conflicto ucraniano en los micrófonos del programa “De cara al mundo” de Onda Madrid

El nuevo apoyo a Ucrania está un paso más cerca

Ataque de Odesa - PHOTO/MARÍA SENOVILLA

Rusia ha atacado Odessa cuando estaba el presidente ucraniano Volodimir Zelensky con el primer ministro de Grecia. La munición europea puede llegar en los próximos días. La situación de las mujeres en Ucrania se ha deteriorado por la violencia provocada por el estrés postraumático de algunos combatientes.

La periodista y corresponsal María Senovilla ofrece en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid las claves sobre el conflicto bélico en territorio ucraniano. 

¿Ha habido algún tipo de reacción al discurso de Joe Biden sobre la reivindicación de que se desbloquee la ayuda y sobre que los republicanos hayan pataleado y hayan abandonado el Congreso? ¿Ha habido algún tipo de reacción o comentario en el frente donde te encuentras? 

Me encuentro en Járkov. He venido para hablar de la problemática de las mujeres en mitad de la guerra, coincidiendo con el Día de la Mujer, toca visibilizarlo ¿no? Ha pasado poco tiempo y en el frente esperan saber si ese discurso se materializa y dan luz verde para conseguir que llegue ese paquete de ayuda. De momento, la gente está un tanto reacia a creerse las escenificaciones. Lo que quieren es que se dé lo que hay y que esa ayuda se ponga en camino.

El presidente estadounidense Joe Biden se reúne con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, el 21 de septiembre de 2023 - AFP/JIM WATSON

En los últimos días ha habido un aumento de la violencia doméstica que parece que causa el síndrome del veterano que, tras dos años de guerra, ya padecen bastantes soldados ¿Qué te has encontrado con eso? 

Es un problema, una situación dramática y añadida a todos los dramas que ha traído aparejada la guerra. Desde que empezó la invasión rusa hace dos años, cientos de miles de hombres dedicados a la vida civil se han alistado, han ido al frente y las madres de sus hijos, que antes desarrollaban su vida profesional, han tenido que dejar esos empleos para dedicarse a los cuidados, a los ancianos, a los heridos, a los cuidados de la sociedad, han perdido su independencia económica y después de dos años en esa situación, ahora se ha visto agravada por el síndrome del veterano. 

Muchos de los militares eran profesores, taxistas, maestros que, de repente, de un día para otro, se ponen el uniforme, cogen un arma y se van a un frente de combate a matar a otras personas, a ver cosas que en su vida pensaron que iban a ver y a ver cómo mueren, sus familiares, sus amigos, su gente.

Depositphotos - Soldado ucraniana rescatando un herido de una ataque ruso

Hablando con residentes de la ciudad de Járkov, de las personas que saben de esto, las asociaciones de base, las ONG que tratan a las mujeres que tienen estos problemas, cuando esos soldados vuelven a casa, bien sea porque los han herido o incluso los han mutilado, han perdido una pierna o un brazo, o bien por un periodo corto de vacaciones, el estrés postraumático tan severo, que ya están padeciendo, aflora y se desatan situaciones de violencia doméstica que no han parado de crecer en estos dos años. 

Una situación que se une a los dramas que ya provoca la guerra día a día para estas mujeres que en muchos casos han tenido que huir de sus casas porque están en territorios ocupados ahora por Rusia o han huido de cerca del frente de combate porque tienen niños pequeños, se han ido a otros países de Europa o se han ido a ciudades del oeste, en Ucrania, y encima se ven solas, empezando de cero en una ciudad que no es la suya, donde han perdido todo el soporte que tenían: familiar, de amigos, sus parejas, sus padres, sus hermanos, luchando en el frente de combate y, además, gestionando toda esa situación que, si físicamente la violencia doméstica es un problema, a nivel psicológico el problema que va a tener Ucrania los próximos 10 años va a ser terrible.

Depositphotos - Mujer ucraniana en una manifestación

Las ONG parece que coinciden en señalar que la mayoría de las denuncias verán la luz cuando acabe la guerra. 

Sobre todo, las denuncias que tienen que ver con violencia sexual, con episodios que se han producido a manos de las tropas rusas. Una de estas ONG, Divchata, es una de las más grandes que trabajan en Ucrania. Han atendido a más de 400.000 mujeres y niños desde que empezó la invasión. O sea, tienen una buena casuística sobre la mesa para analizar los temas. Me decían que habían tratado a muchas mujeres que huían de territorios ocupados que habían sufrido esta violencia sexual, desde acoso, violaciones, a obligarlas a desnudarse en los controles de frontera o en los campamentos de filtración por los que las hacían pasar antes de permitirles entrar en territorio ucraniano. 

Me hablaban de menores que han presenciado esos abusos y esas violaciones y que muchas mujeres tienen miedo de hablar porque temen que todavía Rusia pueda seguir conquistando más territorio en Ucrania y al final puedan terminar bajo el mandato del Kremlin. Tienen miedo de hablar por el hecho de que su propia comunidad les señale por no haberse defendido lo suficiente ante una violación. 

Fíjate qué cosa más triste y dramática, tienen todavía tal shock que tendrán que pasar años hasta que se atrevan a denunciar y a contar lo que han pasado.  Me decían estas ONG que todavía estamos viendo la punta del del iceberg, que el grueso de lo que ha pasado empezará a salir probablemente cuando acabe la guerra. 

Depositphotos - Ruinas tras un bombardeo ruso

Hay muchas guerras dentro de una guerra por desgracia. Estaba Zelensky en Odessa junto con el primer ministro griego cuando se producía un ataque ruso, ¿qué ha pasado? 

Odessa ha vivido una semana absolutamente terrorífica, empezó con un bombardeo con drones en un edificio donde se produjeron 13 muertos, por desgracia, 5 de ellos eran niños. Estaban durmiendo por lo que los padres no pudieron hacer nada, 13 muertos, 5 menores y un montón de heridos. 

La visita de Zelensky a Odessa con el primer ministro griego era para mostrar el duelo por el que estaba pasando Odessa. Después de ver ese barrio en el que se produjo el ataque se dirigió a las instalaciones portuarias, desde las que sigue saliendo ese cereal, en mucha menor medida, pero sigue saliendo, en dirección a Europa y a otros países. Cuando estaban en las instalaciones portuarias, a escasos 200 metros se produjo un nuevo bombardeo ruso, el tercero que sobreviene esta semana en Odessa. 

Muchos medios de comunicación internacionales lo vendieron como intento de asesinato al presidente Zelensky y al mandatario europeo. Yo, desde mi humilde opinión, creo que ha sido más bien una coincidencia, porque Odessa es un objetivo recurrente. Esa semana ha sido bastante terrible para ellos. Estaban en una zona que se considera instalación crítica, que es de donde salen esas exportaciones y probablemente haya sido coincidencia, pero en la guerra no se libra ni el más pintado, ni el presidente, ni el primer ministro que viene de visita, ni nadie es la realidad de la guerra.

Depositphotos - Soldado ucraniano

La munición europea podría llegar en dos semanas. Parece que ya por fin 800.000 proyectiles podrían estar ya en camino y llegar en dos semanas. 

Esa es la buena noticia de la semana. Son varios los países europeos que han aportado el dinero necesario para que se compre esa remesa de 800.000 proyectiles que está gestionando el Gobierno de la República Checa. El último en unirse ha sido Noruega, que ha aportado 153 millones de dólares para la compra y parece que ya estaría cubierto el coste de los proyectiles que daría hacer la gestión y enviarlos a Ucrania, lo cual podría producirse en escasas semanas. 

Queda la duda de ver cuánto tardan en pasar la frontera con Polonia, que ahora mismo están teniendo problemas fronterizos, lo que está generando muchos retrasos, pero sí, es posible que en unas pocas semanas esos proyectiles estén en territorio ucraniano y les permitan o les den un poquito de oxígeno a los soldados quienes están atravesando un momento absolutamente crítico por falta de munición. 

Las tropas rusas están ya entrando en Chasiv Yar, o sea, están a 25 km de Kramatorsk. Todo el territorio que los ucranianos habían arañado el verano pasado con esa contraofensiva y se habían acercado más a Bajmut ya lo han perdido. 

Rusia ha avanzado más de lo que los ucranianos habían logrado arañar con esa contraofensiva y están a las puertas de Chasiv Yar, que es una localidad muy pequeñita. Si cae, el último dique de contención que quedaría es Constantinivka, después tendrían vía libre para tomar el trocito que les falta del Donbás, que es esa parte norte de Donetsk, donde están las ciudades de Kramatorsk y Sloviansk, que son las dos ciudades más importantes de Donetsk que controla Ucrania y que no sé hasta qué punto, con esa falta tan grande de munición, con esas bajas tan altas que se han producido durante estos dos años de soldados, que han dejado las filas a medio gas, no sé hasta qué punto podrían resistir el envite si esto sigue avanzando y no llega finalmente ese paquete de ayuda estadounidense que parece que está más cerca de lo que se pensaba.