Los nuevos líderes de Siria están tomando medidas drásticas contra los “remanentes”
La violencia en la provincia de Tartous ha sido el reto más mortal hasta ahora para las autoridades encabezadas por islamistas sunitas
Las nuevas autoridades de Siria iniciaron el jueves una ofensiva militar en un área costera donde 14 policías fueron asesinados el día anterior, y prometieron cazar a los "remanentes" del derrocado Gobierno de Bashar al-Assad acusados del ataque, según reportaron medios estatales.
La violencia en la provincia de Tartous, parte de la región costera donde viven muchos miembros de la secta alauí de Assad, ha marcado el desafío más letal hasta el momento a las autoridades lideradas por islamistas suníes que lo expulsaron del poder el 8 de diciembre.
Las fuerzas de seguridad de la nueva administración lanzaron la operación para “controlar la seguridad, la estabilidad y la paz civil, y perseguir a los restos de las milicias de Assad en los bosques y colinas” en las áreas rurales de Tartous, informó la agencia de noticias estatal SANA.
Los miembros de la minoría alauí, una rama del islam chií, ejercieron una enorme influencia en la Siria dirigida por Assad, dominando las fuerzas de seguridad que él utilizó contra sus oponentes durante la guerra civil que duró 13 años y para aplastar la disidencia durante décadas de sangrienta opresión por parte de su Estado policial.
En un reflejo de las tensiones con un matiz sectario, los manifestantes corearon “¡Oh, Ali!” durante una manifestación frente a la sede del Gobierno local en Tartus, según mostraron imágenes publicadas en las redes sociales el miércoles. Reuters verificó la ubicación de las imágenes.
El cántico era una referencia a Ali ibn Abi Talib, un primo del profeta Mahoma, venerado por los musulmanes, pero tenida en especial estima por los alauís y los chiítas, que creen que Ali y sus descendientes deberían haber liderado la comunidad islámica.
Hayat Tahrir al-Sham, la antigua filial de Al Qaeda que lideró la campaña rebelde que derrocó a Assad, ha prometido repetidamente proteger a los grupos religiosos minoritarios, que temen que los nuevos gobernantes puedan intentar imponer una forma ultraconservadora de Gobierno islamista.
SANA informó que Mohammed Othman, el gobernador recién nombrado de la región costera de Latakia, adyacente al área de Tartous, se reunió con jeques alauís para “fomentar la cohesión comunitaria y la paz civil en la costa siria”.
El Ministerio de Información sirio declaró la prohibición de lo que describió como “la circulación o publicación de cualquier contenido mediático o noticia con un tono sectario destinado a difundir la división” entre los sirios.
La guerra civil siria adquirió dimensiones sectarias cuando Assad recurrió a milicias chiítas de todo Medio Oriente, movilizadas por su aliado Irán, para combatir la insurgencia dominada por miembros de la mayoría musulmana suní, muchos de ellos islamistas.
También ha habido disensos en la ciudad de Homs, a 150 kilómetros al norte de Damasco. Los medios estatales informaron de que la policía impuso un toque de queda nocturno el miércoles por la noche, tras los disturbios relacionados con las manifestaciones que, según los residentes, estaban encabezadas por miembros de las comunidades religiosas alauí y chií.
Las imágenes publicadas el miércoles en las redes sociales desde Homs mostraban a una multitud dispersándose, y algunas de ellas corriendo, mientras se oían disparos. Reuters verificó el lugar. No estaba claro quién estaba abriendo fuego. Irán, aliado regional chií de Assad desde hace mucho tiempo, ha criticado el curso de los acontecimientos en Siria en los últimos días.
El domingo, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, pidió a la juventud siria que “se oponga con firme determinación a quienes han orquestado y provocado esta inseguridad”. Jamenei pronosticó que “también surgirá un grupo fuerte y honorable en Siria porque hoy la juventud siria no tiene nada que perder”, calificando al país de inseguro.
El recién nombrado ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Asaad Hassan al-Shibani, dijo en una publicación en las redes sociales el martes que Irán debe respetar la voluntad del pueblo sirio y la soberanía y seguridad de Siria. “Les advertimos que no propaguen el caos en Siria y los responsabilizamos de las repercusiones de sus últimos comentarios”, afirmó.