Desde Naciones Unidas se explicó que en el convoy viajaban cuatro personas que estaban inspeccionando carreteras de cara al suministro de ayuda humanitaria

La ONU está en contacto con Etiopía tras el tiroteo de su convoy en Tigray

PHOTO/Agencia de Noticias Etíope vía AP - Militares etíopes en una zona cercana a la frontera de las regiones de Tigray y Amhara de Etiopía

La ONU está en contacto “al más alto nivel” con las autoridades de Etiopía tras las “alarmantes informaciones” sobre el tiroteo de un convoy de la organización por parte de fuerzas de ese país en la región de Tigray, según dijo este martes el portavoz Stéphane Dujarric.

“Estas son informaciones alarmantes y estamos en contacto al más alto nivel con el Gobierno federal para expresar nuestras preocupaciones y evitar estos incidentes en el futuro”, dijo Dujarric durante su conferencia de prensa diaria.

El portavoz de Naciones Unidas explicó que en el convoy viajaban cuatro personas que estaban inspeccionando carreteras de cara al suministro de ayuda humanitaria, aunque subrayó que aún no están claros todos los detalles de lo ocurrido.

El Gobierno etíope responsabilizó al equipo de la ONU del incidente, asegurando que el convoy había esquivado dos controles de seguridad. "Se saltaron dos puestos de control y condujeron con velocidad a áreas en las que se supone que no tenían que estar", afirmó el secretario de Estado etíope de Asuntos Exteriores, Redwan Hussien, en una rueda de prensa en Adís Abeba.

Aseguró que "se les dijo que en algunas zonas se suponía que no podían moverse, pero se dieron el gusto de una especie de expedición aventurera". "Cuando iban a saltarse el tercer puesto de control, fueron tiroteados y detenidos. Por supuesto, ahora están libres", agregó el secretario de Estado.

El incidente ocurrió en un contexto de frustración entre las agencias humanitarias, ya que la ayuda no termina de llegar libremente a Tigray -región fronteriza con Eritrea y Sudán- seis días después de que la ONU anunciara un acuerdo de acceso con el Gobierno de Etiopía.

En Nueva York, Dujarric apuntó que los detalles del acuerdo siguen trabajándose a nivel local y recordó que la situación sobre el terreno es “complicada”. “Si la pregunta es si estamos teniendo en este momento acceso humanitario sin restricciones y claro, no. Y por eso estamos todavía en discusiones con el Gobierno para lograr llegar a donde queremos estar”, señaló el portavoz, que insistió en la importancia de que la población de Tigray pueda recibir la ayuda que necesita.

La región de Tigray se ha visto sacudida desde hace más de un mes por un conflicto armado, donde cientos de personas han muerto y más de 45.000 han huido de la violencia al vecino Sudán.

La ONU calcula que más de un millón de personas pueden necesitar ayuda como consecuencia de la guerra en Tigray, región de algo más de unos cinco millones de habitantes, el 5% de la población de Etiopía (unos 110 millones de ciudadanos).

El pasado 28 de noviembre, el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, anunció la toma de la capital tigriña, Mekele, y se atribuyó la victoria en el conflicto, pero han continuado las hostilidades. Abiy ordenó la ofensiva armada el 4 de noviembre contra el Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT), partido en el poder en la región, en represalia a un ataque de fuerzas de esa formación a una base militar etíope en dicho territorio.