La OTAN propone un nuevo plan de ayuda a Ucrania por valor de 100.000 millones de euros
Con el motivo del 75 aniversario de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los ministros de Exteriores y Defensa de los países miembros plantearon un nuevo paquete de ayuda para Ucrania. La temida posible llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos ha sido una de las principales causas por las que la burocracia europea está acortando los plazos para la aprobación del nuevo paquete.
Entre las propuestas que se mencionaron durante la reunión destacó el apoyo militar a corto y largo plazo y la estandarización y formalización de las ayudas para evitar que dependa de donaciones de países miembros, especialmente de Estados Unidos.
Estas propuestas y planes de la OTAN le permitirán desempeñar un papel directo en la coordinación del suministro de armas, municiones y equipos en la guerra contra Rusia.
“Debemos garantizar una asistencia de seguridad fiable y predecible a Ucrania a largo plazo, para que dependamos menos de contribuciones voluntarias y más de los compromisos de la OTAN. Menos de ofertas a corto plazo y más de compromisos plurianuales”, fueron las palabras del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Según Stoltenberg, Ucrania tiene necesidades urgentes, por lo que “los retrasos -en la entrega de material militar- tienen consecuencias reales en el campo de batalla”. Señaló que la dinámica de apoyo debe cambiar. Rusia está dispuesta a pagar un precio muy alto por los materiales y las vidas de los soldados a cambio de pequeñas ganancias sobre el terreno. “Por eso la situación en el frente es tan dura, tan difícil", afirmó.
A su vez, el máximo mandatario de la OTAN, Stoltenberg, se negó a confirmar los niveles de financiación, alegando que el objetivo es tomar la decisión final en la cumbre de julio que se celebrará en Washington. Los diplomáticos explicaron que, según ambas propuestas, parte del trabajo de coordinación de la OTAN sería asumido por una coalición especial liderada por Estados Unidos conocida como Grupo Rammstein.
Esta medida, con forma de decreto, se aprobará para evitar que sea paralizada o anulada en el supuesto caso de que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegase a la Casa Blanca. En parte es una medida realizada para protegerse de cualquier reducción de gasto en apoyo a Ucrania por parte de Norteamérica.
Ucrania exige más ayudas
En una reunión en Bruselas con el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Josep Borrell no solo reutilizó los recursos existentes, sino que también solicitó una nueva obligación de financiación del Reino Unido, Borrell demostró que la Unión Europea y sus Estados miembros eran muchos para brindar apoyo militar a este país. El jefe de la diplomacia europea señaló que “estos ataques bárbaros refuerzan el deseo de la UE (Unión Europea) de aumentar el apoyo.”
A su vez el presidente finlandés, Alexander Stubb, firmó un acuerdo de seguridad de 10 años con Ucrania en Kiev después de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dijera que Rusia planea movilizar 300.000 nuevas tropas para una ofensiva de verano.
El acuerdo firmado por Stubb y Zelensky convierte a Finlandia en el octavo miembro de la OTAN este año en comprometerse a una cooperación de seguridad a largo plazo con Kiev.
Hungría critica la propuesta
Aunque fue bien recibida por algunos de los ministros de Exteriores de la organización, la propuesta de Stoltenberg generó opiniones encontradas entre los Estados miembros. En primer lugar, el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, a través del portavoz del Gobierno, Zoltan Kovacs, dijo en su cuenta oficial X que Hungría “no apoya ninguna propuesta de la OTAN que empujase a la Alianza a la guerra”.
En respuesta a la negativa de Hungría, Stoltenberg dijo que había hablado con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, para abordar las preocupaciones sobre el papel de la OTAN en Ucrania y que confiaba en que esas cuestiones se resolverían en las próximas semanas.
Según la ministra belga de Asuntos Exteriores, Hadja Lahbib, la propuesta de Stoltenberg incluye la creación de un fondo por valor de 100.000 millones de euros durante un período de cinco años para “desarrollar un marco institucional más fuerte y estable para apoyar a Ucrania”.
Actualmente, la coordinación de la asistencia militar internacional está centralizada por Estados Unidos con un grupo de cincuenta países conocido como Grupo Rammstein. “Ahora estamos discutiendo cómo podemos construir un marco institucional más fuerte para la OTAN en torno a este tema y garantizar que el apoyo sea 'predecible a largo plazo' y que la carga se comparta de manera justa”, añadió Lahbib.
Desde su perspectiva, espera que los líderes de la OTAN tomen una decisión sobre el tema en la cumbre en Washington el próximo julio. Mientras tanto, Rusia ha señalado que la OTAN ha vuelto a una mentalidad de Guerra Fría mientras celebra su 75 aniversario esta semana.