Ankara acusa a Atenas de intentar sabotear los esfuerzos de la UE con Turquía 

Los países mediterráneos y árabes celebran un "Foro de la Amistad" sin Turquía 

(AP) - El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, Reem Ebrahim Al-Hashimi, secretaria de Estado de Cooperación Internacional de los EAU, y el ministro de Asuntos Exteriores saudí, el príncipe Faisal bin Farhan Al-Saud

La relación entre Grecia y Turquía ha ido experimentando diversas etapas a lo largo de su historia. En la actualidad se puede llegar a afirmar que la relación entre ambos se encuentra en un punto de retroceso, la tensión entre los dos países es palpable. 

El jueves se celebró en Atenas la primera reunión del Philia Forum, (Foro de la Amistad) entre países mediterráneos, con la asistencia de Grecia, Chipre, Egipto, Bahréin, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Francia también asistió a la reunión en calidad de observador. 

Los participantes afirmaron que el foro tenía como objetivo "mejorar la cooperación en materia de seguridad, sanidad, energía y protección del medio ambiente para la región desde el Mediterráneo oriental hasta el Golfo ". 

El Philia Forum se produce en un contexto en el que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quiere rebajar la tensión con la Unión Europea, que amenazó con imponer sanciones a Ankara si no resolvía la disputa con Atenas, lo que perjudica las dificultades que atraviesa la economía turca, agravadas por la pandemia. A lo que se le une la incertidumbre en su futura relación con Estados Unidos ahora que Joe Biden es presidente.   

"Acordamos este formato de diálogo y cooperación, en adelante denominado Philia Forum, construcción de la amistad, paz y prosperidad desde el Mediterráneo hasta el Golfo, que es efectivo, pero flexible y abierto a otros países de la región y fuera de ella", dice la nota conjunta publicada tras la reunión virtual de los jefes de las diplomacias de los Estados integrantes del nuevo formato. 

La relación entre Ankara y Atenas sigue manifestando sus más y sus menos. Se trata de una alianza complicada, que ha llegado a tensarse hasta puntos insospechados, sobre todo, por la exploración de hidrocarburos en el Mediterráneo oriental. Pero, a pesar de las muchas fricciones que puedan existir entre ambas potencias, tanto el país heleno como el país euroasiático son conscientes de que se necesitan de una forma u otra. 

Erdogan no se lo ha puesto nada fácil a Grecia; sus ansias expansionistas no han hecho sino acrecentar las diferencias con los Estados miembro de la UE. Es más, los enfrentamientos con Grecia han provocado una completa ruptura en el seno de la UE. 

La exploración de hidrocarburos en aguas en disputa por parte de Turquía ha sido uno de los principales motivos de tensión entre ambos países. Turquía llegó a enviar buques especializados en la realización de perforaciones acompañados de buques de la Armada turca, algo que disparó la tensión y agravó la tensión diplomática. Grecia alude a que sus pequeñas islas diseminadas por el Egeo deben ser tenidas en cuenta a la hora de delimitar sus aguas, algo que Turquía rechaza. 

Mientras tanto, Grecia ha llevado a cabo un incremento de su presupuesto de Defensa para modernizar y mejorar sus Fuerzas Armadas, una decisión que viene acompañada del aumento en 15.000 efectivos y la ampliación de la duración del Servicio Militar Obligatorio de nueve meses a un año mientras se mantenga la situación de tensión con Turquía. 

"La ambición de Grecia es convertirse en un puente entre el Mediterráneo oriental, el Golfo, los Balcanes y Europa", dijo el jueves el ministro griego de Asuntos Exteriores tras el foro en Atenas con sus homólogos de los países árabes y mediterráneos. 

Turquía afronta una situación muy delicada. Por un lado, vive desde hace años una gran debilidad económica debido, entre otras cosas, a la caída sin freno de la lira. Reflejo de esta fragilidad ha sido la venta del 10% de la Bolsa de Estambul a Qatar para obtener algo de liquidez. 

El presidente turco no tiene alternativa. Debe ampliar su alianza y buscar el apoyo de otros países para mantenerse al frente del país, ya que un cambio de rumbo no parece viable y la situación económica agravada por el coronavirus tampoco ayuda. 

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores turco, Hami Aksoy, compartió el jueves una declaración escrita sobre la reunión del Philia Forum en Atenas (Foro de la Amistad). Aksoy recordó en primer lugar que ningún "Foro" sobre la región en el que no participen Turquía, un país clave, y los turcochipriotas, puede pretender tener éxito. 

"En la rueda de prensa posterior al foro, cuando se afirmó que no se dirigía a ningún país, el ministro de Asuntos Exteriores griego, Nikos Dendias, hizo comentarios y acusaciones sin fundamento contra Turquía. La prueba de que este foro, que se supone está basado en la amistad, es una iniciativa para crear una alianza en torno a la hostilidad hacia Turquía", dijo Hami Aksoy. 

Del mismo modo, Aksoy recordó que Turquía ha pedido en repetidas ocasiones la organización de una conferencia regional sobre el Mediterráneo oriental, con la participación de todos los países soberanos, incluida la República Turca del Norte de Chipre. En este contexto, la adopción de este enfoque es un signo de hostilidad hacia Turquía, argumentó, y añadió que "sabotea los esfuerzos de la UE por la unidad en el Mediterráneo". 

Por otro lado, las próximas elecciones presidenciales pueden suponer un problema para Erdogan si la oposición consigue mantenerse unida y salir adelante, a pesar del hostigamiento policial y judicial a la que está sometida, y que ha acabado con la detención de varios líderes y representantes públicos. 

Para tratar de hacer frente a todo esto en el ámbito interno, Erdogan está llevando a cabo un gran expansionismo regional con una gran presencia e injerencia en los conflictos de la región, léase, Libia, Alto Karabaj o Siria, además de aumentar la presión en el área del Mediterráneo oriental, donde ha tenido roces con Chipre, Grecia, Francia y Alemania. 

Al presidente turco no parecen afectarle todos estos contratiempos, pues sigue firme en su intención de interferir en el desarrollo de los conflictos para aumentar su influencia y obtener beneficios.