El Parlamento marroquí redacta un informe sobre la situación de los yihadistas marroquíes en Siria e Irak
Un nuevo informe marroquí, elaborado por el Comité de Asuntos de Exteriores de la Cámara de Representantes, revela la situación de los marroquíes que decidieron abandonar el país y unirse a las filas yihadistas del Daesh en Siria e Irak.
El informe, bajo el nombre de “Misión de Reconocimiento”, se ha emitido con el fin de valorar la situación de los yihadistas marroquíes que se encuentran varados en estos países. De acuerdo con el documento, “1.659 yihadistas marroquíes abandonaron el país (no se especifica desde cuándo) para unirse a varios movimientos terroristas en Siria e Irak”. Asimismo, el informe agrega que además de esta cifra, al menos “290 mujeres marroquíes y 628 menores fueron a las regiones afectadas (Siria e Irak)”.
De los 1.659 yihadistas que se han registrado “345 terroristas regresaron a Marruecos y fueron procesados bajo legislación nacional que castiga unirse a grupos terroristas en cualquier lugar bajo las disposiciones del Código Penal, mientras que un número significativo (que no se ha especificado) de sus combatientes y familias fueron asesinados”. Hasta este momento y según afirma el documento, “hay 250 combatientes detenidos en Siria e Irak”.
En cuanto a la situación actual de mujeres y niños que se encuentran varados, al menos “138 mujeres siguen vivas, además de 400 menores, de los cuales solo 153 están confirmadas como nacidas en Marruecos, mientras que el resto ha aumentado en las zonas de tensión en cuestión o en algunos países europeos”. Estos datos han propiciado que desde el Parlamento marroquí se haya demandado al Gobierno “emitir leyes que establezcan el marco legislativo para abordar las situaciones especiales y excepcionales en las que niños y mujeres marroquíes se encuentran atrapados en focos de tensión en Sira e Irak, a fin de facilitar el proceso de su rápido retorno”.
Además, recomiendan trabajar lo antes posible “para firmar proyectos de acuerdos de cooperación judicial y legal entre el Reino de Marruecos y la República de Irak para facilitar el traslado de personas condenadas entre los dos países” y se solicitó “aplicar el contenido del acuerdo sobre el traslado de personas condenadas firmado entre Marruecos y Siria en el año 2006”.
Europa se ha diferenciado de la política de traslado adoptada por Marruecos ya que considera que los yihadistas retornados “son un peligro para la seguridad del país” y decidieron mantener a los yihadistas encarcelados o juzgados en Siria e Irak, mientras que desde la administración del expresidente Donald Trump se alertó a los países europeos que debían repatriar a sus prisioneros para que estos sean juzgados en su país de origen y estén bajo un control mayor ante el riesgo de colapso de las cárceles kurdas y el difícil control dentro de los campos de Al-Hol.
Desde una perspectiva más social el informe se ha posicionado a favor de “brindar ayuda psicológica y social a los niños y mujeres que están atrapados en focos de tensión en Siria e Irak” además de “establecer puentes de comunicación entre niños y mujeres atrapados en focos de tensión en Siria e Irak y sus familiares, parientes y amigos en Marruecos”.
En esta línea, en el año 2020 la Cámara de Representantes marroquí aprobó la construcción de un comité exploratorio con el objetivo de escuchar a los repatriados de Siria e Irak para poder recopilar datos de los marroquíes que se encuentran en la actualidad allí y tomar medidas y observaciones al respecto.
En este aspecto, en España, en el ejercicio de 2020 el 62% de los 37 yihadistas que fueron detenidos por las Fuerzas de Seguridad del Estado eran ciudadanos de nacionalidad marroquí. De los arrestados, cuatro de ellos no contaba con la documentación correspondiente para estar en el territorio Schengen, el espacio europeo que no cuenta con controles fronterizos en las fronteras comunes.
Esta situación revela la necesidad de una cooperación bilateral entre España y Marruecos en materia de antiterrorismo. En esta línea, en el año 2019, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska protagonizó junto con su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, la firma de un convenio de cooperación en materia de lucha contra la delincuencia con el que se pretendió estrechar “la colaboración entre ambos países en la investigación y persecución del terrorismo y de la delincuencia organizada”, según informó en un comunicado el Gobierno español. Además, el texto preveía “nuevos mecanismos de intercambio de información y prestación de ayuda operativa entre cuerpos y fuerzas de seguridad”. Sin embargo, la actual crisis diplomática que atraviesan ambos países desatada por la entrada del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, a España sin consultar previamente a Marruecos ha afectado los acuerdos de cooperación que ambos Reinos han firmado de manera asidua.
La sustitución de la ahora exministra de Exteriores, Arancha González Laya, por el embajador José Manuel Albares vaticina una nueva situación en las relaciones entre ambos países que augura una posible reconciliación. Así lo reveló el nuevo ministro de Exteriores tras lanzar un mensaje reconciliador a Marruecos al afirmar que “hay que reforzar las relaciones con Marruecos, gran vecino y amigo del sur”. De esta forma, Albares ha realizado el primer movimiento como nuevo ministro de la cartera, adoptando una postura reconciliadora y apaciguadora en pro de volver a reconstruir unas relaciones históricas que han aportado grandes planes y acuerdos de cooperación en la vecindad sur-sur.