El plan de Trump para Gaza es poco realista, pero tendrá consecuencias significantes en Oriente Medio
El plan del presidente estadounidense, Donald Trump, de hacerse con el control de la Franja de Gaza y reubicar a los palestinos en los países vecinos ha generado una fuerte indignación en el mundo árabe.
Aunque la propuesta de Trump no llegue a materializarse, el simple hecho de haberla sugerido pone en una situación muy delicada a Jordania y Egipto, dos aliados clave de Washington en Oriente Medio.
El Reino Hachemita ya alberga aproximadamente 2 millones de refugiados palestinos registrados, según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), por lo que aceptar más refugiados palestinos podría socavar la estabilidad nacional.
Egipto, por su parte, a pesar de contar con más superficie y necesitar desesperadamente ayuda económica estadounidense, se opone firmemente al radicalismo islamista que ha intentado erradicar en el Sinaí, así como a los Hermanos Musulmanes, de los que forma parte Hamás.
Kobi Michaeli, investigador en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, explicó en un encuentro con periodistas organizado por EIPA que las relaciones de Estados Unidos con Egipto y Jordania son claves dentro del plan de Trump para Gaza.
“Trump tiene un margen de maniobra muy significativo sobre los egipcios y los jordanos. Los jordanos dependen totalmente de Estados Unidos y están en una condición aún peor en Egipto”, aseguró Michaeli.
De acuerdo con el investigador israelí, Trump espera que tanto el presidente egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi, como el rey Abdalá II sean menos críticos con el plan. Para Michaeli, la razón principal por la que ambos se niegan a aceptar el plan se basa en “su propia base electoral”. “Temen que esto genere una ola de críticas que pueda afectar su estabilidad, porque serán percibidos como los que vendieron a los palestinos”.
A pesar de las declaraciones de Trump, Michaeli califica el plan de “poco realista” debido a todos los obstáculos que enfrenta. No obstante, destaca que las consecuencias de este plan son “más amplias y muy significantes”.
“Trump está dispuesto a aceptar un ‘no’ (de los países árabes) pero, por otro lado, creo que aceptar el ‘no’ significa que tendrán que entregar algo a cambio”. En este sentido, Michaeli señala que todo este plan está muy relacionado con el proceso de normalización entre Israel y Arabia Saudí, así como con la nueva arquitectura regional que refleja la visión de Trump para Oriente Medio.
Sin embargo, la causa palestina, especialmente la situación en Gaza, es uno de los principales obstáculos del presidente estadounidense para lograr este nuevo escenario en la región. En este punto, Michaeli insta a los países árabes a asumir su responsabilidad. “Los países árabes son responsables de impulsar el problema palestino durante años, utilizando la cuestión palestina como herramienta contra Israel”, afirma.
Michaeli recuerda que tanto Egipto como Jordania pudieron crear un Estado palestino independiente cuando controlaban la Franja de Gaza y Cisjordania respectivamente, aunque decidieron no hacerlo. Ahora, con este plan, “egipcios y jordanos se niegan a aceptar palestinos, argumentando que es una amenaza muy grave para su seguridad, aunque no tienen objeciones a que esta amenaza de seguridad permanezca en la frontera de Israel”, añade.
Pero, ¿qué es lo que opinan los gazatíes? De acuerdo con Michaeli, la “gran mayoría” está dispuesta a irse si se le garantiza que puede volver tras la reconstrucción del enclave palestino. No obstante, esta reconstrucción será un proceso largo que podría durar hasta 15 años.
Incluso antes del comienzo de la guerra, más del 40% de la población de Gaza estaban interesados en abandonar el territorio. Ahora, con el 70% de los edificios destruidos, es posible que ese porcentaje haya subido. Además, mientras Hamás esté en el poder “no habrá futuro en Gaza”.
Las declaraciones de Trump han generado también preocupaciones respecto al actual alto el fuego entre Israel y Hamás del que depende el destino de los rehenes israelíes. No obstante, Michaeli considera que es probable que esta tregua continúe.
“Hamás necesita tiempo para restablecer su presencia en Gaza, para coordinarse con países Turquía o Irán y para escalar la situación en Cisjordania”, explica. Asimismo, Michaeli advierte y recalca que el principal objetivo del grupo terrorista sigue siendo llevar a cabo otro 7 de octubre, tal y como han señalado en varias ocasiones miembros de la organización.