El Polisario admite por primera vez que el Plan de Autonomía de Marruecos es la opción más viable
Ibrahim Bachir Bella, alto responsable del Frente Polisario ha señalado, por primera vez, que la propuesta de Marruecos del Plan de Autonomía para el Sáhara Occidental anunciada por el rey de Marruecos, Mohamed VI, en 2007 debe considerarse como “la opción más viable para resolver el conflicto del Sáhara Occidental”.
Este giro en la postura de la organización controlada por el Ejecutivo argelino, que busca la creación de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), ha generado asombro, debido a que los expertos no saben si se trata del comienzo hacia una solución negociada, o si bien es una maniobra impulsada por Argelia, para tener mejores relaciones con la Administración norteamericana liderada por Donald Trump.
Para Washington, el Plan de Autonomía es considerado “la solución más viable, creíble y realista para la solución del conflicto”. No obstante, esta decisión, ya sea real o no, no está en manos del Polisario, sino que responde a una estrategia argelina para no parecer un obstáculo a Estados Unidos.
Esto se ve reflejado en las opiniones vertidas por funcionarios cercanos a Trump, como su asesor Massad Boulos, quien afirmó el pleno reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara. Unas palabras que han situado a Argelia y al Polisario en una difícil situación: negociar o enfrentarse a medidas que podrían significar un golpe diplomático muy duro, como la posible designación del Polisario como organización terrorista.
La credibilidad del Frente Polisario está cada vez más dañada. La fuerte inestabilidad y la influencia directa que tiene el Gobierno de Argelia sobre las decisiones que toma la organización por lo que el margen sobre el que opera el Frente es muy limitado. Es en este contexto, donde la presión internacional, sobre todo desde Washington, ha aumentado considerablemente en favor de la propuesta de autonomía de Rabat, lo que podría explicar este gesto.
“Hablar de un avance en la posición del Polisario es prematuro porque la decisión no está en sus manos”, Mohamed Issam Laroussi, director general del Centro de Estudios Geopolíticos de Rabat.
En cambio, para Taleb Bouya Abahazem, vicepresidente de la Unión Internacional de Apoyo a la Autonomía, que la decisión provenga de diplomáticos de la cartera de Interior, y no de Asuntos Exteriores, es un claro indicativo de que la intención de Bella es la de calmar las tensiones existentes sobre los campamentos de Tindouf.
Aunque, otros analistas como Mohamed El Tayar, director del Observatorio Marroquí de Estudios Estratégicos, señalan que las declaraciones de Beila podrían ser más una táctica para ganar tiempo que un cambio sincero de postura. Además, recalcó que la realidad de los saharauis sobre la “autodeterminación” no lleva implícito la “separación”, sino que está cada vez más en la línea del Plan de Autonomía de Marruecos.
Para reforzar esta postura, Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, ha intensificado la acción diplomática con sendas visitas a Madrid y París, principales socios del país norteafricano junto a Estados Unidos; y a diferentes capitales del este de Europa como Budapest, Tallin y Liubliana.
Mientras tanto, Marruecos está recibiendo cada vez más apoyo internacional. Desde que Estados Unidos reconociera el plan de Marruecos en el año 2020, más de 100 países han mostrado su respaldo al Plan de Autonomía y decenas de ellos han abierto consulados en las ciudades de Dajla y El Aaiún.
Finalmente, las Naciones Unidas también han señalado el renovado interés internacional en resolver el conflicto. Para Staffan de Mistura, enviado de la ONU, la implicación diplomática de grandes potencias es el camino idóneo para que la solución justa y duradera involucre a todas las partes y que éstas estén dispuestas a comprometerse.