El portaaviones francés Charles de Gaulle partirá en misión por el Mediterráneo oriental
El portaaviones francés Charles de Gaulle partirá en una misión en el Mediterráneo oriental y el océano Índico en la primera mitad de 2021, como parte de la “Operación Chammal” en Irak y Siria.
"En la primera mitad de 2021, el grupo de aviación naval se desplegará en el Mediterráneo y el océano Índico. Este compromiso demuestra, en caso de necesidad, nuestra determinación de luchar contra el terrorismo de forma permanente e incondicional", afirmó el martes, Florence Parly, ministra gala de las Fuerzas Armadas.
El Charles de Gaulle fue sometido hace dos años, a la mitad de su periodo de vida útil, a una renovación y puesta a punto integral que costó 1.300 millones de euros a las arcas del Estado francés. Sus últimos despliegues han sido en el Mediterráneo oriental y en el océano Índico, y se espera que pueda seguir cumpliendo su misión otros 20 años.
El portaaviones fue desplegado en el Mediterráneo oriental para participar en la “Operación Chammal”, la parte francesa de la coalición internacional que lucha contra Daesh en Oriente Próximo.
Francia actúa contra Daesh en Irak desde septiembre de 2014, una misión que movilizaba a más de 700 militares y una docena de aviones de caza (seis Rafale y seis Mirage), además de un avión de patrulla marítima Atlantique 2. También tiene militares en Bagdad y Erbil para la formación de las fuerzas iraquíes.
"Francia considera que Daesh sigue presente. Podemos incluso hablar de una forma de resurgimiento de Daesh en Siria e Irak", dijo Parly en el programa ‘Cuestiones políticas’ de France Inter y FranceInfoTV, en colaboración con Le Monde.
Esta será la primera misión del portaaviones desde que se detectaron más de 1.000 casos de COVID-19 a bordo la primavera pasada. El barco estaba entonces en su fase de retorno al Mediterráneo después de una misión que comenzó el 21 de enero. Su regreso, originalmente programado para el 23 de abril, se había adelantado en consecuencia.
Esta misión del Charles de Gaulle en el Mediterráneo oriental también se inscribe en un contexto de tensiones con Turquía, en particular a causa de los desacuerdos sobre Siria, Libia y el conflicto entre Azerbaiyán y Armenia en Nagorno-Karabaj, pero también, precisamente, en el Mediterráneo, en torno a las zonas marítimas en disputa.
Asimismo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, apuntó esta semana que estaba abierto a mejorar las relaciones con París después de meses de enemistades personales con el presidente francés, Emmanuel Macron.
Estas tensiones se agravaron en octubre cuando el presidente Recep Tayyip Erdogan cuestionó la "salud mental" del presidente francés Emmanuel Macron, acusándolo de llevar a cabo una "campaña de odio" contra el islam por defender el derecho a caricaturizar al profeta Mahoma y por su discurso contra el "separatismo" islamista en Francia.
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, dijo la semana pasada que su país estaba listo para “normalizar” sus relaciones con Francia, refiriéndose a una “hoja de ruta” elaborada con París.
"Tuvimos una discusión telefónica constructiva con mi homólogo, Jean-Yves Le Drian, y acordamos trabajar en una hoja de ruta para normalizar nuestras relaciones", dijo el ministro Cavusoglu.
Todo ello tras una época de continuos enfrentamientos con varios Estados miembro que provocaron una completa ruptura en el seno de la UE y la elaboración por parte de Bruselas de una lista de sanciones contra Turquía. Parece ser que, ahora, Turquía quiere volver al redil de la Unión Europea.