Putin aprieta a la espera de la toma de posesión de Donald Trump

Vladimir Putin y Donald Trump - PHOTO/ARCHIVO
La corresponsal María Senovilla habló en el programa “De cara al mundo” en Onda Madrid sobre los bombardeos letales contra las instalaciones energéticas ucranianas

La reportera y periodista María Senovilla, colaboradora de Atalayar, analizó en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid la respuesta de Vladímir Putin al uso de misiles occidentales por parte de Ucrania con bombardeos letales contra instalaciones energéticas. 

Además, consideró los frentes de Kursk y Járkov, donde el número de bajas cada vez es más preocupante. 

María, ¿Putin sigue destruyendo las instalaciones energéticas en Ucrania?  

Sigue destruyendo instalaciones eléctricas, también centrales térmicas. En plena temporada de calefacción y en un país dónde han anunciado que este invierno alcanzaremos temperaturas de 30 bajo cero. Pero es que está bombardeando edificios de viviendas, centros médicos, edificios administrativos... El abanico de objetivos civiles es interminable.  

En una sola semana, Putin ha lanzado 1.500 ataques contra Ucrania. Esta es la magnitud de la escalada del conflicto en estos momentos y todo apunta a que va a ir a más en las próximas semanas. 

Trump jurará su cargo como nuevo presidente de Estados Unidos en enero y es posible que una de las primeras cosas que haga cuando esté al frente de la Casa Blanca sea intentar parar esta guerra sentando a Putin y a Zelensky en una mesa de negociaciones. El presidente ucraniano ya hace alusión en sus discursos a esta posibilidad de detener la guerra en 2025 y le está diciendo en un tono medianamente tranquilizador a su población que es lo mejor para todos. 

En cambio, el presidente ruso lo que está haciendo es pisar el acelerador para intentar avanzar tanto en los frentes de combate como causar también daños significativos en los centros económicos y en los centros industriales de las ciudades ucranianas. La guerra de Putin cada vez es más sucia, más destructiva y todo apunta a que en las próximas semanas hablemos de una escalada aún más significativa. 

Hotel destruido durante un ataque con misiles rusos en Járkov - REUTERS/SOFIA GATILOVA

María, los rusos lanzaron un S-400 contra Járkov que impactó en un Registro Civil cercano a tu posición. ¿Cómo fue? 

Fue tremendo. La onda expansiva de ese bombardeo fue una de las más grandes que yo he visto en estos casi tres años.  

Esta escalada en el número de ataques está produciendo una escalada en cuanto al calibre de armas que Putin está lanzando contra Ucrania. Este ataque, el de Járkov, fue además un ataque con mensaje. 

Rusia lanzó un S-400, que es un misil tierra-aire de los que se emplean en los sistemas de defensa antiaérea para derribar misiles o incluso aviones. Ahora que Ucrania tiene armas de largo alcance como los ATACMS y que, además, tiene permiso para emplearlas en suelo ruso, los S-400 son más valiosos para el Kremlin porque pueden parar estos ataques ucranianos. 

Miembros del servicio ucraniano de la 110ª Brigada Mecanizada Separada del coronel general Marko Bezruchko disparan un sistema de lanzamiento múltiple de cohetes Vampire RM-70 - REUTERS/ALLINA SMUTKO

Entonces, ¿por qué lanzó uno de estos misiles que ahora son valiosos contra Járkov? 

Porque el día anterior el Ejército de Zelensky lograba destruir un sistema de lanzamiento ruso de S-400 en la región rusa de Kursk. Un sistema completo, con radar y todo. Y lo destruyó empleando uno de estos ATACMS americanos. Así que al día siguiente devolvieron el golpe en Járkov, pero contra la población civil. Esta es la gran diferencia entre Rusia y Ucrania en estos momentos. Mientras los ucranianos atacan instalaciones militares y concentraciones de tropas en suelo ruso, Putin, en cambio, se ceba con las ciudades y con la población civil. 

Este S-400 que lanzó contra Járkov me sacó de la cama por el impacto, el golpe sordo; se dispararon las sirenas de los coches de media ciudad. Fue uno de los ataques más fuertes que yo he podido escuchar. Pasó a poco más de un kilómetro de donde yo estaba alojada y sonó como si hubiera caído a 200 metros. Fue tremendo. Impactó, como bien has dicho, contra un registro civil y es que afectó a todos los edificios de viviendas que había alrededor. 

Fue un solo impacto y toda la manzana parecía una zona de guerra con los cristales reventados, con muros enteros de ladrillo y de piedras caídos contra los coches que había en las calles. Parecía que había pasado un avión y había bombardeado todo. El saldo fue de 25 heridos, la mitad estaban muy graves, pero pudo haber sido mucho peor porque el bombardeo se produjo a las ocho y media de la mañana que es cerca de la hora de apertura del Registro Civil y es cuando la gente hace cola para arreglar sus papeles antes de irse a sus respectivos puestos de trabajo. 

María, cuentas que hay mucha actividad en los frentes, tanto en Kursk, donde los norcoreanos a las órdenes de Putin intentan desalojar a los ucranianos, como en el frente este, en Járkov, donde el número de bajas es muy preocupante.  

Así es. En Kursk ahora mismo hay 12.000 efectivos norcoreanos que Putin ha puesto ahí para intentar desalojar a los ucranianos, los cuales estarían ocupando aproximadamente 1.000 kilómetros cuadrados aún de suelo ruso. En agosto y septiembre lograron alcanzar los 1.360 kilómetros cuadrados. Han tenido que retroceder en parte, pero parece que esos 1.000 que siguen manteniendo están suficientemente fortificados para resistir un poco más. 

¿Qué está pasando en Járkov? 

Desde Járkov me llegan noticias de las tropas que están en terreno bastante sorprendentes porque podría ser que Ucrania intente lanzar, también a contrarreloj y antes de que Trump acceda a la Casa Blanca, una nueva contraofensiva en suelo ruso en dirección a Bélgorod, de ahí que se haya aumentado significativamente ese número de bajas. 

El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas lanzó un mensaje hace unos días. Dijo que Ucrania no puede dedicarse simplemente a defender, mientras Putin los está masacrando y que tienen que pasar a la acción; y vino a decir algo así como permanezcan atentos a sus pantallas que ya les diremos por dónde. Es posible que suceda en la zona de Járkov por los movimientos militares que a mí me llegan de primera mano, de soldados y de brigadas que conozco, y me cuentan lo que se está haciendo.  

Si esto fuera así, imagínate cómo afrontarían el mes de diciembre con esa escalada tan ingente de ataques rusos y una nueva ofensiva ucraniana en suelo ruso si es que esto se llega a producir.