Putin promete “aplastar” la rebelión de Wagner
El presidente ruso, Vladimir Putin, se enfrenta a su peor crisis interna desde el comienzo de la llamada “operación militar especial” en Ucrania. Yevgeny Prigozhin, amigo cercano del líder ruso y jefe del grupo Wagner, ha iniciado una sublevación contra el Ejército ruso después de acusarlo de atacar un campamento militar de la milicia y matar a un alto número de mercenarios.
El Ministerio de Defensa de Rusia, que en el pasado ya había protagonizado tensiones con Wagner, ha negado los hechos, calificando las acusaciones de Prigozhin de “provocación”.
Como respuesta al incidente, el “chef de Putin” ha movilizado a sus fuerzas desde Ucrania hacia Rusia, llegando a la ciudad de Rostov, donde asegura haber tomado el control de las instalaciones militares sin luchar. “El jefe del personal se escapó en cuanto se enteró que nos acercábamos al edificio”, señaló Prigozhin en su canal de Telegram desde la sede militar de la ciudad.
Además de Rostov, los combatientes de Wagner también habrían tomado los cuarteles de Voronezh, a unos 500 kilómetros de Moscú, según reveló una fuente de seguridad rusa a Reuters.
Aunque estas dos ciudades no son el objetivo final de Wagner. Prigozhin y sus 25.000 hombres han prometido llegar “hasta el final” contra los altos mandos de Moscú, amenazando con destruir a cualquiera que se interponga en el camino. La capital rusa ya ha comenzado a reforzar la seguridad, imponiendo un “regimen de operación antiterrorista”. Por otro lado, en San Petersburgo se ha acordonado la sede de Wagner en la ciudad.
Putin no ha tardado en pronunciarse sobre las acciones llevadas a cabo por su antiguo aliado. En un discurso televisado, el presidente acusó a Wagner de “traición”, calificando el motín como una “puñalada por las espalda” y un “golpe para Rusia”. Por este motivo, Putin ha advertido con un “castigo inevitable” contra todos aquellos que han elegido “el camino de la traición”.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia ya ha abierto una investigación criminal contra Prigozhin, quien podría enfrentar hasta 20 años de prisión por rebelión armada y por causar “un conflicto civil armado en territorio ruso”.
Los servicios de seguridad rusos también han hecho un llamamiento a los combatientes de Wagner, instándolos a “no cometer errores irreparables, a detener cualquier acción de fuerza contra el pueblo ruso, a no llevar a cabo las órdenes criminales y traidoras de Prigozhin y a tomar medidas para detenerlo”.
El líder de Wagner ha respondido a la Putin y a las autoridades de Moscú, destacando que él y sus combatientes "no son traidores", por lo que no se entregarán y continuarán con la lucha. "Somos patriotas. Hemos combatido y seguiremos combatimos", anunció en Telegram.
En su último vídeo, Prigozhin ha aprovechado también para denunciar la "corrupción y las mentiras" de Moscú, mencionando la "ayuda y munición robada" mientras su grupo operaba en África y en Ucrania.
Prigozhin cuestiona los motivos de la invasión de Ucrania
Además de iniciar una rebelión armada, el jefe de Wagner ha señalado que las justificaciones de los líderes rusos de iniciar la guerra en el país vecino se basaron en mentiras.
“La guerra era necesaria para que Shoigu (ministro de Defensa) pudiera convertirse en mariscal”, señaló en declaraciones grabadas recogidas por Reuters. “La guerra no era necesaria para desmilitarizar o desnazificar a Ucrania”, añadió, haciendo referencia al principal argumento del Kremlin para atacar.
Prigozhin también ha mencionado el alto número de soldados rusos muertos, en muchos casos sin apenas preparación. “Aquellos que destruyeron a nuestros muchachos, que destruyeron la vida de muchas decenas de miles de soldados rusos, serán castigados. Pido que nadie ofrezca resistencia.”, indicó.