Putin se reúne con Kim Jong-un en busca de más armamento

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se reúnen en Pyongyang, Corea del Norte, el 19 de junio de 2024 - SPUTNIK/ GAVRIIL GRIGOROV via REUTERS
Es la primera vez que el líder ruso viaja a Corea del Norte en los últimos 24 años
  1. Rusia se acerca a Corea del Norte con la vista en Ucrania
  2. Sentar las bases de unas relaciones bilaterales “a largo plazo”
  3. Estados Unidos observa con preocupación los movimientos de Putin

Vladímir Putin ha aterrizado en suelo norcoreano por primera vez en más de dos décadas al frente de Rusia. No lo hacía desde el año 2000, cuando aún estaba en el poder Kim Jong-il, padre de Kim Jong-un. Y los motivos, lejos de limitarse a un mero acercamiento diplomático con el hermético país asiático, se encuentran más en territorio ucraniano. Moscú necesita armamento y ha visto en Pyongyang una de sus mejores opciones para reforzar su arsenal de cara al tercer año de guerra en el que ya ha entrado el conflicto con Kiev.

Rusia se acerca a Corea del Norte con la vista en Ucrania

Sin ser polos opuestos ni mucho menos, Putin nunca ha mostrado una excesiva cercanía con el régimen dictatorial de Kim Jong-un, al menos en cuanto a reuniones directas con su líder. Pero las circunstancias obligan al presidente ruso a ganar todos los socios que pueda, especialmente cuando, tras la invasión de Ucrania, sus aliados tradicionales – China entre ellos – han evitado mostrar su apoyo sin reservas a lo que el Kremlin denomina como “operación militar especial”.

El líder norcoreano Kim Jong Un (d) y el presidente ruso Vladimir Putin asisten a una ceremonia de bienvenida en la plaza Kim Il Sung de Pyongyang el 19 de junio de 2024  - AFP/GAVRIIL GRIGOROV

Es algo que no ocurre en el caso de Corea del Norte. Kim Jong-un ha trasladado a Vladímir Putin su “apoyo inquebrantable a las políticas rusas, incluyendo lo que se refiere a Ucrania”. El líder norcoreano también expresó su “solidaridad” con Moscú que, dice, debe “proteger su soberanía, intereses en materia de seguridad e integridad territorial”. Todo ello en una visita que comenzó con una ceremonia de bienvenida en la plaza Kim Il-Sung, donde se suelen llevar a cabo las celebraciones más destacadas del régimen norcoreano.

Sentar las bases de unas relaciones bilaterales “a largo plazo”

Si bien es cierto que Putin ha viajado a Pyongyang con la vista puesta en lo que ocurre en Ucrania, también quiere aprovechar su histórica visita para acercar posturas con quien su país ha experimentad “progresos significativos” logrados en la cooperación entre ambos países. El líder ruso también ha hecho referencia a la última cumbre celebrada en Rusia entre ambos mandatorios que, según Putin, buscan pelear “contra décadas de políticas imperialistas impuestas por Estados Unidos”.

El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, le da la mano al presidente ruso Vladimir Putin durante una ceremonia de bienvenida en la plaza Kim Il Sung en Pyongyang el 19 de junio de 2024 - AFP/VLADIMIR SMIRNOV

Quieren mejorar sus relaciones, y lo quieren hacer aumentando el número de acuerdos entre ambos países. Un camino que ya comenzaron el año pasado con un acuerdo en materia militar durante una cumbre celebrada el año pasado en Amur. Ahora, Putin anuncia que quieren discutir “un nuevo documento” que servirá de base para la mejora de sus relaciones bilaterales “a largo plazo”. Un movimiento que inquieta a sus rivales por el control de la Orden Mundial.

Estados Unidos observa con preocupación los movimientos de Putin

Washington no pierde de vista a Moscú. El país presidido por Joe Biden mira con preocupación este acercamiento entre Rusia y Corea del Norte, sobre todo por la importancia que tiene el primer viaje de Putin a tierras coreanas en 24 años. Desde la Casa Blanca trasladan cierta inquietud acerca de la “profundización” de las relaciones entre Moscú y Pyongyang, y especialmente al hacerlo en el sector de defensa.

El presidente ruso Vladimir Putin aterrizó en Corea del Norte a principios del 19 de junio, dando inicio a una visita destinada a impulsar los lazos de defensa entre los dos países con armas nucleares mientras Moscú prosigue su guerra en Ucrania - AFP/GAVRIIL GRIGORO 

Aunque no por inquietante resulta sorpresivo. Estados Unidos estaba “bastante seguro”, dicen desde Washington, de que el máximo mandatario ruso buscaba adquirir armas para reforzar su posición en la guerra de Ucrania. De hecho, el mayor general del Pentágono, Patrick Ryder, cree que “la cooperación cada vez más profunda entre Rusia y Corea del Norte es algo que debería ser motivo de preocupación, especialmente para cualquiera que esté interesado en mantener la paz y la estabilidad en la península de Corea”.

En esta foto de archivo tomada el 30 de junio de 2019, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, cruzan al sur de la Línea de Demarcación Militar que divide Corea del Norte y Corea del Sur - AFP/BREDAN SMIALOWSKI 

Se trata de uno de los asuntos más delicados para la política exterior estadounidense que no atraviesa precisamente su mejor momento en lo que se refiere a lazos con el régimen norcoreano. Lejos quedó la histórica visita del por entonces – y probablemente de nuevo a partir de noviembre – presidente, Donald Trump a Corea del Norte. Los infructuosos esfuerzos de Biden por reunirse con Kim Jong-un no han terminado por convencer a un régimen que ahora da un nuevo paso hacia el fortalecimiento de su alianza con Rusia.