Doha continúa siendo un aliado clave de los talibanes mientras defiende sus intereses

Qatar defiende el diálogo con los talibanes

PHOTO/REUTERS - El emir de Qatar, el Jeque Tamim bin Hamad al-Thani

El inicio del nuevo período de sesiones en la Asamblea General de Naciones Unidas ha estado marcado por varios temas de actualidad, como la pandemia del coronavirus o la crisis climática. Afganistán, debido a la situación actual y a los recientes acontecimientos, también ha sido una cuestión que ha estado muy presente en los primeros discursos y debates de esta nueva etapa que inaugura la ONU.

El país asiático ha sido mencionado directa o indirectamente por la mayoría de los principales líderes mundiales. Mientras Recep Tayyip Erdogan aludía a los refugiados afganos para exponer la grave situación migratoria en Turquía, Joe Biden hablaba de abrir una “nueva era de diplomacia” tras poner fin a “un período de guerra imparable”. También Ebrahim Raisi, nuevo presidente de Irán hizo referencia a Afganistán para cargar contra Estados Unidos.

Por otra parte, el jeque Tamin bin Hamad Al Thani, emir de Qatar, se ha dirigido a todos los representantes mundiales para abordar directamente el actual panorama afgano. “En coordinación con nuestros socios internacionales, continuaremos haciendo todo lo necesario para asegurar que se mantengan los logros tangibles logrados dentro de la senda de Doha. Es necesario que las partes cumplan con sus compromisos”, declaró Al Thani.

Qatar fue el centro de las negociaciones entre Estados Unidos y los talibanes que culminaron con el Acuerdo de Doha por el cual las tropas extranjeras se retirarían a cambio de que los talibanes cortasen sus vínculos con el terrorismo. Qatar también ha servido a los talibanes como base diplomática.

El emir qatarí instó a la comunidad internacional a dialogar con los talibanes. “Boicotearlos solo conduciría a la polarización y reacciones, mientras el diálogo podría ser fructífero”, aseguró. Asimismo, pidió a los miembros de la Asamblea General que separasen la ayuda humanitaria de las “diferencias políticas”.

Al Thani aprovechó su intervención para aludir a la retirada estadounidense del país. “No es una cuestión de victoria o derrota, sino más bien de la imposibilidad de importar un sistema político. Independientemente de las intenciones, los esfuerzos realizados o el dinero invertido, esta experiencia se ha derrumbado después de 20 años”, añadió. En este aspecto, el jeque hizo hincapié en no repetir los errores del pasado en Afganistán “para imponer un sistema político desde fuera”.

No es la primera vez que desde la ONU se propone conversar con los talibanes. Recientemente, Antonio Guterres, secretario general de la institución, aseguró que “el diálogo con los talibanes es fundamental ahora mismo” para evitar un colapso de la economía afgana.

El criticado nexo entre Doha y los talibanes

En 2013 Qatar permitió a los talibanes abrir una oficina en Doha, algo apoyado por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El demócrata, que se había comprometido con desalojar a Al Qaeda de Afganistán, buscaba negociar con los talibanes para trazar un plan de retirada del país.

La relación entre Qatar y los talibanes, a pesar de que Occidente haya obtenido beneficios de ella, ha estado siempre en el foco de la polémica. Potencias occidentales y de Oriente Medio han criticado a Doha por sus estrechos lazos con los extremistas, llegando incluso a acusarlo de “promocionar el terrorismo”. Las autoridades qataríes, por su parte, siempre han negado esas acusaciones.

También, las buenas relaciones entre Doha y Kabul facilitaron las evacuaciones, hecho reconocido por varios países. Zalmay Jalilzad, enviado especial de Estados Unidos para Afganistán, agradeció al Gobierno catarí la ayuda para llevar a cabo los vuelos internacionales desde el aeropuerto de Kabul. También José Manuel Albares, ministro español de Relaciones Exteriores señaló el apoyo de Qatar para sacar a todos los colaboradores de Afganistán.

“Nadie ha podido llevar a cabo una evacuación importante sin que los qataríes se hayan implicado de una u otra manera”, afirma Dina Esfandiary, experta de la organización no-gubernamental International Crisis Group, al medio BBC.

Qatar no ha suspendido sus relaciones con Afganistán tras el ascenso al poder de los insurgentes, como sí hicieron muchos países. De hecho, El jeque Mohammed bin Abdulrahman Al-Thani, ministro de Relaciones Exteriores qatarí, fue el primer diplomático extranjero de más alto nivel que visitó Afganistán tras la toma de Kabul por parte de los talibanes.

Otras potencias como Turquía o Rusia se mantienen en la misma línea que Qatar y han optado por mantener su presencia diplomática en Kabul.

Los intereses regionales e internacionales de Qatar

Uno de los principales objetivos de Doha es obtener relevancia a nivel regional e internacional, haciendo frente a la gran influencia de otros países relevantes de la zona como Arabia Saudí o Irán. Tal y como explica Guido Steinberg, analista de la institución alemana Fundación Ciencia y Política, al medio DW, “Qatar se ha ofrecido como mediador en la política regional desde hace casi dos décadas. Lo hace principalmente porque quiere mejorar su posición regional”.

Además de buscar mejorar su posición, Qatar también tiene otros intereses en Afganistán. El país asiático posee una gran cantidad de recursos naturales, como gas, petróleo, hierro, cobre, mármol o piedras preciosas. Asimismo, cabe destacar las grandes reservas de litio y cobalto, materiales clave para la tecnología.

Esta riqueza, estimada en 3 billones de dólares, podría ser otra razón por la que Doha quiere mantener y fortalecer sus relaciones con los talibanes. Aunque, otros países como China o Turquía también miran con ambición este gran tesoro afgano. Por otra parte, estos valiosos recursos presentan una gran tentación para las potencias internacionales que se niegan a negociar con los talibanes por no respetar los derechos humanos.

Además, si los islamistas logran establecer relaciones comerciales con otros países, Qatar también podría verse beneficiado. Doha sería entonces el principal puente de tránsito para las inversiones internacionales en Afganistán. Para ello, los talibanes deben mostrarse más moderados, algo que llevan tiempo intentando a través de campañas propagandísticas en redes sociales. No obstante, periodistas y activistas aseguran que son los mismos que eran en la década de 1990.