Con sus respectivos objetivos, Biden y Xi tratarán de estabilizar las relaciones entre Estados Unidos y China
Un año después, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se volverá a reunir cara a cara con su homólogo chino, Xi Jinping. Este encuentro se realizará al margen de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se celebra esta semana en la ciudad estadounidense de San Francisco.
Esta reunión tendrá como objetivo calmar las tensiones existentes entre las dos superpotencias después de años de desavenencias relacionadas con Taiwán, la invasión rusa de Ucrania o la creciente influencia de Pekín en Oriente Medio.
Tal y como ha adelantado el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ambos líderes abordarán “algunos de los elementos más fundamentales de la relación bilateral entre Estados Unidos y la República Popular China”. Sullivan destaca, por ejemplo, “la importancia continua de fortalecer las líneas abiertas de comunicación y gestionar la competencia de manera responsable para que no desemboque en un conflicto”.
De este encuentro, Washington espera el restablecimiento de los vínculos militares con China, así como avanzar en la lucha conjunta contra el comercio de fentanilo, una droga que ya es la principal causa de muerte por sobredosis en numerosas ciudades de Estados Unidos.
La manera de lograr estos objetivos, es de acuerdo con Sullivan, “a través de una intensa diplomacia”. “Así es como aclaramos percepciones erróneas y evitamos sorpresas”, aseguró. Por otro lado, también es necesaria que regrese la comunicación y asociación entre ambos ejércitos, dos de los más poderosos del mundo.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca ha indicado que Biden llegaría a la cumbre "sobre una base sólida", habiendo posicionado a Estados Unidos para poder competir eficazmente en el país y en el extranjero y con "la recuperación más sólida y la inflación más baja de cualquier economía líder”.
Sullivan también ha reconocido que China había sido "constructiva" sobre el tema en el diálogo previo a la reunión. Para Pekín, su crecimiento económico es clave, por eso espera llegar a un acuerdo para que Washington reduzca aranceles y sanciones contra sus empresas tecnológicas.
“El presidente podrá informar después de la reunión si hemos logrado avances en el restablecimiento de los vínculos entre militares", concluyó.
Otras cuestiones que están en la agenda de la reunión son la actual guerra entre Israel y Hamás, la invasión rusa de Ucrania, los vínculos de Corea del Norte con Rusia, Taiwán, los derechos humanos, la inteligencia artificial, así como las relaciones comerciales y económicas “justas”, tal y como señalaron a Reuters altos cargos de la administración Biden.
Respecto a Oriente Medio y las actuales tensiones entorno al conflicto entre Israel y Hamás, Sullivan resaltó que Biden “aumentaría la estabilidad en toda la región”, indicando que Pekín también debería compartir el interés en reducir la tensión regional. En este sentido, cabe señalar que el gigante asiático se ha perfilado como un mediador entre israelíes y palestinos con el fin de solucionar el longevo conflicto.
Respecto a la actual guerra, Pekín no ha llegado a condenar el brutal ataque de Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre, mientras que Washington ha reiterado su apoyo a Jerusalén, defendiendo su derecho a defenderse.
“La República Popular China tiene una relación con Irán y es capaz, si así lo desea, de plantear esos puntos directamente al gobierno iraní”, explicó Sullivan. Pekín también logró que la República Islámica de Irán y Arabia Saudí retomasen relaciones diplomáticas después de años de distanciamiento.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos, las tensiones protagonizan las relaciones entre EEUU y China
Biden y Xi han hablado por teléfono hasta en seis ocasiones desde la toma de posesión de Biden en 2021. No obstante, solo se han reunido una vez en persona, mientras que Xi no ha visitado Estados Unidos desde 2017.
China cortó las comunicaciones militares con Estados Unidos el año pasado después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitase Taiwán, isla que Pekín reclama como propia. La brecha entre ambas potencias se profundizó aún más cuando Estados Unidos derribó un globo espía chino en febrero.
Meses después, en junio, el secretario de Estado, Antony Blinken, viajó a China para reunirse con Xi y tratar de estabilizar las relaciones bilaterales. El jefe de la diplomacia estadounidense y el presidente chino coincidieron en la importancia de mantener unos lazos más estable, ya que cualquier conflicto entre las dos economías más grandes afectaría a todo el mundo. No obstante, China se negó reanudar los canales de comunicación militares citando las sanciones estadounidenses como el obstáculo.
Justo un día después de la visita de Blinken, Biden llamó al presidente Xi Jinping "dictador", lo que provocó el enfado de Pekín, que tildó los comentarios de “provocación”. Esta declaración volvió a avivar las tensiones después de los esfuerzos diplomáticos de Blinken por lograr una cierta estabilidad.
Las divisiones respecto a Oriente Medio y Ucrania marcarán la cumbre APEC
Respecto al foro APEC, cumbre que reunirá ambos líderes, se espera que las guerra en Oriente Medio y en Ucrania ocupen parte de la atención, dividiendo a los participantes. El alto funcionario estadounidense de APEC, Matt Murray, ha subrayado que Estados Unidos estaba trabajando “arduamente” para tratar de lograr una declaración de fuerte consenso por parte de los líderes, aunque los analistas predicen que las divisiones dificultarán un comunicado conjunto, recoge Reuters.
Sullivan, por su parte, también apuntó que, durante la cumbre, Biden expondrá su visión económica para la región y hablará sobre "cómo Estados Unidos es el principal impulsor del crecimiento económico inclusivo y sostenible en Asia Pacífico".
Coordinador de América: José Antonio Sierra