El rey Mohamed VI rinde homenaje a las Fuerzas Armadas Reales en el 69º aniversario de su creación
Con motivo del 69º aniversario de la creación de las Fuerzas Armadas Reales (FAR), el rey Mohamed VI de Marruecos, Comandante Supremo y Jefe del Estado Mayor General de las FAR, dirigió este miércoles una Orden del Día a los oficiales, suboficiales y efectivos de todos los rangos, en la que rindió homenaje al compromiso, la lealtad y el sacrificio de los miembros de esta institución nacional.
En su mensaje, el monarca comenzó recordando los orígenes históricos de las Fuerzas Armadas, rindiendo tributo al difunto Rey Mohamed V, fundador del ejército moderno marroquí, así como al Rey Hassan II, quien consolidó su profesionalización y estructura, convirtiéndolas en un pilar clave de la estabilidad, la seguridad y el desarrollo del Reino.
El rey subrayó que este aniversario representa una ocasión solemne para expresar el profundo reconocimiento y la renovada confianza del Estado y del pueblo marroquí en las mujeres y los hombres que integran los distintos cuerpos del ejército: las fuerzas terrestres, navales, aéreas y la Gendarmería Real. Valoró especialmente su dedicación en la defensa de la integridad territorial del Reino y la protección de sus fronteras y su soberanía, en un contexto internacional cada vez más complejo.
Asimismo, Mohamed VI destacó la necesidad de reforzar las capacidades estratégicas y operativas de las FAR frente a los nuevos desafíos de seguridad, incluyendo los riesgos transfronterizos y la inestabilidad regional. En este sentido, señaló que “armarse de sabiduría, vigilancia y conocimiento” es una necesidad imperativa en un mundo en constante transformación.
El rey también elogió el papel crucial que desempeñan las FAR más allá del ámbito militar, destacando su participación activa en acciones humanitarias, especialmente en situaciones de emergencia como catástrofes naturales y crisis sanitarias. Estas misiones, señaló, reflejan el compromiso ético y solidario de las Fuerzas Armadas, sustentado en una organización rigurosa y una experiencia operacional consolidada.
El mensaje real también hizo hincapié en los avances del servicio militar obligatorio, relanzado por Marruecos en los últimos años. El monarca lo calificó como un “proyecto nacional estratégico”, que permite a la juventud marroquí adquirir disciplina, formación multidisciplinar y una mejor integración en el mercado laboral, reforzando así el tejido social y económico del país.
A nivel internacional, el rey destacó la activa contribución de Marruecos en las misiones de mantenimiento de la paz bajo el mandato de las Naciones Unidas, con la participación de contingentes militares, personal médico y técnico en zonas como la República Democrática del Congo y la República Centroafricana. Esta implicación, afirmó, refleja el firme compromiso del Reino con los valores de paz, cooperación y solidaridad internacional.
En cuanto al desarrollo de las capacidades internas, el monarca reafirmó la prioridad de invertir en el capital humano militar, mediante la mejora de las condiciones laborales, la formación continua y el fortalecimiento de la infraestructura social, deportiva y cultural en los cuarteles. "El soldado es el pilar esencial para el uso eficaz de los sistemas modernos y las tecnologías de defensa", aseguró.
El rey también reiteró su voluntad de avanzar en la industrialización del sector de defensa nacional, como eje clave de la soberanía y autosuficiencia estratégica. En este sentido, destacó el marco jurídico adoptado para atraer inversiones nacionales y extranjeras, con una visión orientada a consolidar la independencia tecnológica del país en materia de defensa.
En la parte final de su mensaje, el Comandante Supremo llamó a las Fuerzas Armadas a seguir cumpliendo con su deber con disciplina, honor y vigilancia, reafirmando el apego a los valores y símbolos de la nación, incluidos los difuntos soberanos Mohamed V y Hassan II, así como a los que dieron sus vidas por la patria.
El mensaje concluyó con una plegaria por el éxito de las FAR en el cumplimiento de su noble misión, bajo el emblema eterno del Reino de Marruecos: “Dios Patria Rey”.
A continuación, el discurso íntegro del rey Mohamed VI:
“Alabado sea Dios, y las oraciones y bendiciones sean con el Profeta, su familia y sus compañeros,
Oficiales, suboficiales y suboficiales,
Las Fuerzas Armadas Reales y, con ellas, todo el pueblo marroquí celebran hoy el 69 aniversario de su creación, una renovada ocasión nacional para recordar, con mayor gratitud y deferencia, la memoria de su fundador que sentó las primeras bases, el Padre de la Nación, Nuestro abuelo, el difunto Rey Combatiente Su Majestad Mohammed V, que Dios santifique su alma, y Su compañero de lucha, Nuestro Augusto padre, el difunto Su Majestad el Rey Hassan II, que Dios lo tenga en su gloria, que velaron por que las bases de nuestras Fuerzas Armadas estuvieran consolidadas, equipadas, entrenadas y cualificadas para que pudieran cumplir plenamente las misiones que les fueron confiadas.
Este aniversario, tan querido para nosotros, quedará como una de las etapas notables en la historia de nuestra patria que nosotros, como Comandante Supremo y Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Reales, celebramos con orgullo, reiterándoles a ustedes, todos los rangos combinados, oficiales, suboficiales y suboficiales, mujeres y hombres, y todos los cuerpos combinados, tierra, aire, marina y Gendarmería Real, nuestra inmensa benevolencia y preocupación por los colosales esfuerzos y enormes sacrificios que continúan haciendo para la defensa de la patria y su integridad territorial.
En este contexto, no dejaremos de dirigir nuestros saludos y la expresión de nuestra consideración y orgullo a todos los miembros de nuestras Fuerzas Armadas Reales, la Gendarmería Real, la Seguridad Nacional y las Fuerzas Auxiliares que velan, día y noche, por vigilar nuestras fronteras terrestres, aéreas y marítimas, así como a las distintas unidades presentes en nuestro Sahara marroquí, por su dedicación en el cumplimiento de su sagrado deber de proteger la unidad de la Patria y su seguridad, dando pleno sentido a los valores de sólida cohesión que caracterizan a todos los marroquíes en la defensa de su primera causa nacional.
Oficiales, suboficiales y suboficiales,
Al expresar Nuestro orgullo por Nuestras Reales Fuerzas Armadas y su nivel de preparación y disponibilidad permanente al servicio de la Nación y los ciudadanos, saludamos los honorables esfuerzos y las nobles acciones, a escala humana y solidaria, realizadas por las unidades militares en la gestión de riesgos y desastres naturales, a través de intervenciones en el terreno, operaciones de rescate y socorro, actividades de asistencia y servicios médicos, siempre marcadas por el sello de la pericia, la eficiencia y la buena planificación, en ejecución de Nuestras Altas Instrucciones en este marco.
Aprovechamos esta oportunidad para saludar los encomiables logros alcanzados en el marco del servicio militar, como un proyecto nacional que ofrece a los jóvenes marroquíes, hombres y mujeres, la oportunidad de cumplir con su deber nacional, aprovechando los recursos materiales y morales de la institución militar, que les permiten imbuirse de los valores de la disciplina, la perseverancia, la resistencia y la abnegación, además de su formación en diferentes campos y especialidades que les permiten acceder al mercado laboral y contribuir al renacimiento de su país y su sociedad, estando orgullosos de su pertenencia, de su marroquinidad, de la Historia de su país y de sus glorias, y leales a su Rey y a las constantes de su Nación.
Paralelamente a sus misiones de defensa, militares y humanitarias, las Fuerzas Armadas Reales han mantenido su compromiso, actuando con el mismo entusiasmo y determinación, en el marco de las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, a través del serio trabajo realizado por nuestros contingentes militares desplegados en la República Democrática del Congo y en la República Centroafricana. Este compromiso se ve reforzado por el despliegue de personal técnico y médico experimentado en las misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, contribuyendo así a la influencia internacional del Reino como socio distinguido y fiable en el apoyo y el mantenimiento de la seguridad y la paz internacionales.
Oficiales, suboficiales y suboficiales,
Los cambios acelerados que experimenta el mundo, los crecientes desafíos que impone la situación actual y las disrupciones sin precedentes que generan a nivel regional e internacional, así como las consiguientes amenazas transfronterizas a la seguridad y a la delincuencia, exigen que nuestras Fuerzas Armadas Reales se armen primero de sabiduría y vigilancia, así como de profundos conocimientos, para que puedan adaptarse constantemente a estos nuevos desarrollos y estar constantemente preparados para afrontarlos, con perspicacia, firmeza y profesionalismo.
Para apoyar estos cambios, era evidente que la atención de Nuestra Majestad debía centrarse, de manera continua y precisa, en el desarrollo y enriquecimiento de los programas de formación militar y en el mejoramiento de los cursos de formación científica, en los niveles teórico y práctico, dentro de nuestros institutos superiores y nuestros centros de formación militar.
El progreso tangible que hemos alcanzado hoy al equipar a nuestras Fuerzas Armadas con la última generación de equipos y técnicas tiene como corolario un creciente interés en el papel central del elemento humano, que siempre ha estado en el centro de nuestras prioridades.
Garantizando su cualificación y proporcionándoles unas condiciones de trabajo excelentes y confortables que satisfagan todos los requisitos de la vida profesional de los miembros de las Fuerzas Armadas Reales, al tiempo que proporcionamos todas las instalaciones necesarias para el ejercicio de diversas actividades deportivas y educativas dentro de los cuarteles y centros de entrenamiento, haremos de nuestros soldados la mejor herramienta para lograr la eficacia y eficiencia requeridas para el uso óptimo de los diversos equipos y sistemas de defensa.
Por otra parte, y con la misma voluntad y determinación, seguiremos apoyando los programas de implementación de industrias militares como uno de los grandes proyectos nacionales que gozan de nuestra alta consideración. En este sentido, hemos garantizado que se den todas las condiciones adecuadas para el éxito de este proyecto, de conformidad con una visión futurista con visión de futuro destinada a lograr la soberanía defensiva, mediante el establecimiento de un marco jurídico favorable y de importantes medidas de incentivo a favor de los inversores y socios marroquíes y extranjeros para promover este proyecto vital.
Oficiales, suboficiales y suboficiales,
La preservación de los logros que hemos alcanzado nos exige continuar nuestra movilización, con la misma determinación y el mismo grado de lealtad, con vistas a consolidar la fuerza y la resistencia de nuestro Ejército, dotándolo de medios eficientes y operativos, permitiendo a sus oficiales y personal mejorar sus logros materiales y morales, y prestando y acercando los servicios sociales y médicos necesarios a sus familias y seres queridos.
Que Dios os guarde, estéis a la altura de la responsabilidad que os ha sido confiada para la defensa de la Patria y su soberanía, velando por los principios de Nuestra Nación y la herencia de Nuestros Antepasados, y apegados al deber de lealtad y gratitud hacia ellos, a la cabeza de los difuntos Soberanos, Su Majestad el Rey Mohammed V y Su Majestad el Rey Hassan II, que Dios os tenga en Su santa misericordia, implorando al Todopoderoso que les acoja en Su vasto paraíso y les recompense ampliamente por sus loables acciones al servicio de la Patria.
Rogamos al Altísimo que tenga también en su santa misericordia a nuestros valientes mártires caídos en el campo del honor por la defensa de la integridad de la Patria, de su grandeza y de su independencia, para que os asista en vuestros sacrificios al servicio de vuestra Patria, y guíe vuestros pasos por el bien de vuestra patria, permaneciendo indefectiblemente apegados al deber de obediencia y respeto a vuestro Supremo Guía y a vuestro lema eterno: Dios, la Patria, el Rey.