Bahija Simou, directora del Archivo Real de Marruecos, asegura que Marruecos dispone de documentos que prueban su soberanía sobre la región del Sahara Oriental

Rivalidad Marruecos-Argelia: desempolvando los motivos de una disputa histórica

Las nuevas declaraciones de la directora del Archivo Real de Marruecos, Bahija Simou, no son casuales. Ni en tiempo ni en forma. Marruecos hace tiempo que sostiene que Francia “extirpó” la región del Sáhara Oriental del territorio marroquí para dárselo a Argelia. Ahora, con los rumores acerca del posible reconocimiento de Francia de la soberanía marroquí del Sáhara, se vuelve a poner el foco en un hecho histórico que podría buscar hacer presión sobre las autoridades francesas.

  1. Presión a Francia para acelerar el reconocimiento del Sáhara marroquí
  2. Aprovechar la debilidad argelina
  3. Las raíces históricas del Sáhara Oriental
  4. Los archivos reales que dan “pruebas irrefutables” de la soberanía histórica de Marruecos sobre el Sáhara Occidental

Presión a Francia para acelerar el reconocimiento del Sáhara marroquí

En los últimos meses se han acrecentado los rumores acerca de la posibilidad de que Francia reconozca la marroquinidad del Sáhara. Rumores que no terminan de convertirse en realidad, por lo que desde Rabat han querido dar un paso adelante y recordar los orígenes de la disputa que enfrenta a su país con Argelia.

Confían en que Francia, uno de sus más cercanos aliados históricamente, a pesar de haber atravesado un profundo bache en sus relaciones durante los últimos años, dé el paso definitivo. Se trataría de un impulso clave para la autoridad marroquí sobre la región saharaui, tras contar con el apoyo de países como Estados Unidos, Alemania o España, entre otros.

Sumar a la potencia colonial por excelencia, que jugó un papel clave en el reparto de los territorios – como se ha encargado Simou de recordar –, sería el golpe definitivo a las aspiraciones expansionistas argelinas, que aún sueñan con arrebatar terreno a su vecino marroquí. Y lo quieren hacer aprovechando el mal momento que viven los lazos diplomáticos entre París y Argel, quien tampoco es que esté ante su mejor etapa en lo que a política exterior se refiere.
 

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Stéphane Séjourné, y el jefe de la diplomacia marroquí, Nasser Bourita - PHOTO/@Marocdiplo_EN

Aprovechar la debilidad argelina

Marruecos quiere aprovechar el viento a favor que sopla sobre el Norte de África para afianzar su liderazgo y dejar atrás la rivalidad de Argelia. Ni siquiera los amagos de reconducción de las relaciones entre los líderes francés y argelino sirven para esconder una brecha que no se ha cerrado aún entre estos países, evidenciada con las constantes “malentendidos” entre Emmanuel Macron y Abdelmajdid Tebboune.

Se esperaba una visita de Tebboune a París en mayo de 2023, pero, para sorpresa de nadie, se acabó posponiendo. Aunque la realidad es que esa posposición sine die quedó más en una cancelación. Ahora, Macron vuelve a invitar a su homólogo argelino a Francia para que, un año después de lo previsto, visite finalmente su país, aunque nada parece estar garantizado cuando se trata de Argelia.

Es precisamente esa incertidumbre la que, sumada a las cada vez más recuperadas relaciones entre Rabat y París, invita al Gobierno de Aziz Akhannouch a subir la presión sobre Francia para acelerar un proceso que marcaría un antes y un después para su país. Para acercar ese reconocimiento, los marroquíes han optado por recurrir al archivo histórico y mencionar la “extirpación” de parte del Sáhara por parte de Francia.

Una imagen tomada desde la región marroquí de Oujda muestra a guardias fronterizos argelinos patrullando a lo largo de la frontera con Marruecos – PHOTO/FADEL SENNA/AFP

Las raíces históricas del Sáhara Oriental

Tras la independencia de Marruecos, Francia trató de negociar este asunto a través del entonces embajador francés en Rabat, Alexandre Parodi. En ese momento, París pretendía devolver Tinduf a los marroquíes, sin embargo, el rey Mohammed V rechazó la propuesta, creyendo que “traicionaría a los combatientes argelinos”, según ha explicado Bahija Simou.

De esta forma, prefirió esperar a la independencia argelina para negociar el reparto del territorio lo que, dice la directora del Archivo Real de Marruecos, “refleja el compromiso histórico de Marruecos con los nobles principios de vecindad, hermandad islámica y lazos fraternales entre las tribus marroquíes y argelinas”. Fue en 1961 cuando el rey Hassan II firmó un acuerdo con Ferhat Abbas, jefe del Gobierno Provisional de la República de Argelia, en el que se reconocía el problema fronterizo.

El presidente francés Emmanuel Macron se reúne con ciudadanos israelíes-franceses que han perdido a sus seres queridos, así como con familias de rehenes, en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv el 24 de octubre de 2023 - PHOTO/POOL/AFP/CHRISTOPHE ENA

No obstante, la Guerra de las Arenas, en 1963, acabó echando por tierra todos los esfuerzos de cerrar un acuerdo concreto que pusiese fin a las escaramuzas que se estaban produciendo en esos momentos. La mediación de la Liga Árabe y la Organización para la Unidad Africana evitó que el conflicto fuese a mayores, aunque, a pesar del tratado firmado en 1972 entre Marruecos y Argelia, la disputa no se terminó por resolver.

Los archivos reales que dan “pruebas irrefutables” de la soberanía histórica de Marruecos sobre el Sáhara Occidental

Pero la realidad, al menos la que ha revelado Simou a través de los archivos reales, es que existen “pruebas irrefutables” de la soberanía histórica de Marruecos sobre la región del Sáhara Occidental. En estos archivos se deja ver que esta región era muy atractiva y provocó la rivalidad entre comerciantes, además de atraer una gran cantidad de exploradores y misioneros.

Todos estos factores explican una situación que no ha dejado de complicarse durante los últimos años. Y, aunque no es la primera vez que Bahija Simou saca a relucir este tema, el momento en el que lo hace ahora es determinante para dar el empujón al cambio de posición de Francia respecto al Sáhara. Ahora le toca el país de Emmanuel Macron mover ficha y dar el paso que termine por certificar la cercanía francesa con Marruecos y al liderazgo marroquí sin paliativos en el Norte de África.