Rusia y Ucrania pactan la tregua más significativa desde 2022
Por primera vez desde que el conflicto empezara el 24 de febrero de 2022, Rusia y Ucrania han llegado un acuerdo de alto el fuego significativo, que expertos y funcionarios presentes en las negociaciones, estiman supone “un gran avance hacia la desescalada del conflicto”.
Con la mediación de Estados Unidos y Arabia Saudí el acuerdo incluirá la protección y seguridad del mar Negro que afecta en gran manera al comercio internacional; frenar el ataque a infraestructuras energéticas y de transporte; y la recuperación paulatina de las exportaciones, especialmente, agrícolas de Rusia y Ucrania.
Sin embargo, aunque el acercamiento es total, el Kremlin ha confirmado que la tregua no será efectiva hasta que se cumplan una serie de condiciones, como la eliminación de restricciones al comercio agrícola y la entrada del banco agrario ruso Rosseljosbank al sistema de transferencias SWIFT, la red internacional que utilizan los bancos para comunicarse entre sí de forma segura.
Sobre la entrada de entidades rusas al sistema SWIFT, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, indicó que “Estados Unidos ayudará a Rusia a recuperar paulatinamente el acceso de sus exportaciones agrícolas y fertilizantes al mercado internacional”.
Por otro lado, para el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, la tregua de 30 días comenzó desde el momento en el que la Casa Blanca publicó los contenidos del acuerdo.
¿Qué incluye la tregua?
Los desacuerdos han sido el gran problema en las negociaciones, ya que ninguno de los contendientes quiere perder, sin embargo, hay una serie de puntos comunes en los que Moscú y Kiev han llegado a un acuerdo.
Asentar la prohibición de los ataques contra instalaciones de energía entre Rusia y Ucrania es el tema central, ya que significaría el fin de las condiciones pésimas de las grandes ciudades afectadas de la región este del país y del Donbás.
También se acordó el cese de las hostilidades en el mar Negro. Con la aprobación de este punto, no solo Rusia y Ucrania podrán utilizar las aguas para la exportación marítima, sino que gran parte del comercio mundial que transita por el mar Negro obtendrá las garantías de que su mercancía no será atacada ni retenida, aumentando así la confianza de las grandes compañías de países totalmente ajenos al conflicto, y reduciendo el coste de los seguros.
Además, esta medida permitirá un mayor intercambio de hidrocarburos, especialmente del gas natural licuado (GNL).
Estas medidas van dirigidas en una misma dirección: la recuperación del comercio agrícola de Rusia y Ucrania, quien es conocido como el granero de Europa por sus vastas regiones de cultivo, mayormente de trigo.
Finalmente, para poder garantizar el cumplimiento del auerdo, Washington se postula como observador neutro, pese a que algunos sectores del Gobierno de Zelensky y de Putin no se muestran muy convencidos de la idea.
Las diferencias del acuerdo
Como mencionamos anteriormente, los desacuerdos han sido el principal escollo en la gestión del acuerdo de alto el fuego.
Uno de los puntos en los que ni rusos ni ucranianos han logrado un entendimiento es en el intercambio de prisioneros; en la liberación de rehenes y civiles; y de los niños detenidos por el Ejército ruso que fueron trasladados a la fuerza a territorio ruso, este último es una cuestión compleja que no tiene solución inmediata.
En cambio, la situación humanitaria en Ucrania y la ocupación de territorios por parte de Rusia fue un tema que no se trató.
Objetivos militares
El acuerdo ofrece dudas sobre la consideración de los posibles objetivos. En los documentos publicados por Washington se dice que se ha acordado que se garantiza una navegación segura, la eliminación del uso de la fuerza y revisar que el cargamento de los buques no contenga material de uso militar.
Ante este texto surgen dudas sobre si el lanzamiento de misiles Kalibr que ejerce Rusia contra territorio ucranio se seguirán permitiendo; o si estos barcos serán objetivos que no contemple el alto el fuego.
Es en este contexto en el que el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, pidió una reunión con el presidente Zelensky, porque desde que empezara la invasión rusa, Ucrania solo dispone del puerto de Odessa para las exportaciones, y quiere que Odesa, Jersón y Mikolaiv no sean objetivos de más ataques. Umerov señaló que “los barcos rusos que naveguen en la parte este del mar Negro serán objetivos, ya que violarían la tregua”.