Gran parte de la comunidad árabe apoya la determinación del presidente de Egipto

Al-Sisi se muestra firme y avisa sobre una posible intervención militar egipcia en Libia

PHOTO/REUTERS - El presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi

Abdel Fattah al-Sisi, presidente de Egipto, advirtió sobre la disposición del Ejército de su país para intervenir tanto dentro como fuera de sus fronteras, en clara alusión al conflicto que se desarrolla en la vecina Libia, donde se lleva a cabo una guerra civil entre el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), radicado en la capital Trípoli y representado por el primer ministro Fayez Sarraj, y el Ejército Nacional libio (LNA, por sus siglas en inglés), comandado por el mariscal Jalifa Haftar y asociado al otro Ejecutivo oriental de Tobruk. 

El máximo dirigente norteafricano confirmó el sábado que el Ejército de su país es uno de los más fuertes de Oriente Medio y que es capaz de defender la seguridad tanto interna como externa de la nación. En un breve discurso dirigido a destacamentos militares en la región occidental próxima a la frontera con Libia, Al-Sisi instó a estar preparados “para llevar a cabo cualquier misión aquí dentro de nuestras fronteras o si es necesario fuera de nuestras fronteras”. “Cualquier intervención directa en Libia tendrá como objetivo asegurar la frontera y un alto el fuego", aseveró el mandatario, quien añadió que "cualquier interferencia del lado egipcio en Libia ahora tiene legitimidad internacional, especialmente a medida que los países extranjeros continúan armando a las milicias extremistas", y que "Sirte y Al-Jafra son una línea roja” que no se debe cruzar. 

Egipto está claramente alineado con el LNA de Jalifa Haftar, mientras el GNA recibe el apoyo de Turquía, que interviene en Libia con el sustento de los fondos de Qatar, impidiendo el acceso a una solución política, alimentando el conflicto armando a las milicias del Gobierno de Fayez Sarraj y transfiriendo mercenarios y grupos terroristas para apoyarlo, con el objetivo de prolongar el enfrentamiento en un intento de hacerse fuerte en el Mediterráneo, donde busca extender su alargada sombra y hacerse con ricos recursos petrolíferos y de gas. De hecho, a finales del año pasado, el primer ministro Sarraj selló un acuerdo con Recep Tayyip Erdogan, presidente otomano, para asegurarse el respaldo militar del país euroasiático y de cara a repartir zonas económicas exclusivas para explotar recursos en el arco mediterráneo, algo que entró en conflicto con los intereses legítimos de naciones como Grecia y Chipre. 

A este aviso de Abdel Fattah al-Sisi han respondido rápidamente grandes potencias de la esfera árabe como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Jordania para mostrarle su respaldo ante una acción bélica en territorio libio que puede amenazar la seguridad nacional egipcia.

Este bloque de Oriente Medio ofrece su apoyo en bloque al bando del LNA en el marco de la guerra contra el GNA, que recibe el citado sustento a su vez de Qatar y la Turquía de Recep Tayyip Erdogan, que entró con fuerza en escena destinando a sus Fuerzas Armadas y a mercenarios a sueldo pro-turcos procedentes de la guerra de Siria y relacionados con formaciones terroristas yihadistas, según han venido publicando diversos medios. El respaldo es total a Al-Sisi, quien el sábado afirmó que una intervención sería legítima para proteger su nación, limítrofe con Libia, y que su Ejército, uno de los mejor preparados de la región, está listo para afrontar cualquier eventualidad, como ya se ha apuntado. 

En esta línea, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí señaló en un comunicado oficial que "apoya" a Al-Sisi y afirmó que "Egipto tiene el derecho a defender sus fronteras y a su pueblo del extremismo y las milicias terroristas". Agregó que "la seguridad de la República Árabe de Egipto es una parte integral de la seguridad del reino de Arabia Saudí y de toda la nación árabe".

También, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Emiratos reseñó su apoyo a Egipto "en todas las medidas que adopte para proteger su seguridad y estabilidad de las consecuencias y desarrollos preocupantes en Libia".

Además, el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman al-Safadi, se comunicó con su homólogo egipcio, Sameh Shoukry, para mostrarle su respaldo, como informó el Departamento de Exteriores de Jordania. Al-Safadi, según la nota oficial, manifestó el "apoyo total" de Jordania ante "cualquier amenaza a su seguridad y estabilidad procedente de Libia".

El ministro de Exteriores egipcio ya indicó este domingo que un cambio de la situación establecida en los enclaves de Sirte y Al-Jafra (en el centro de Libia) significaría una situación “grave” que requeriría una "respuesta oportuna, con los medios adecuados", aunque resaltó que una acción militar sería "la última solución".

Arabia Saudí, Jordania y EAU elogiaron la propuesta egipcia de un alto el fuego inmediato en Libia y la retirada de mercenarios extranjeros que luchan en ambos bandos para lograr un proceso de paz entre las facciones libias que ponga fin a la guerra que se lleva desarrollando desde 2014 entre los diferentes polos de poder surgidos tras el derrocamiento y muerte de Muamar El Gadafi en 2011. 

El Ministerio de Exteriores saudí hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que "asuma sus responsabilidades" y garantice el apoyo a la iniciativa del presidente egipcio para llegar a una "solución integral que confirme la seguridad del territorio libio".

La pasada propuesta presentada por Al-Sisi junto a Haftar en El Cairo consiguió el apoyo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que apoya internacionalmente al GNA desde 2016, y de algunos aliados del mariscal, pero no del Ejecutivo de Trípoli, que en las últimas semanas lleva a cabo avances sobre el terreno frente a las fuerzas del mariscal. En este punto, está siendo clave el apoyo de Turquía a las fuerzas de Sarraj con su Ejército y las milicias dispuestas sobre el terreno, relacionadas con grupos islamistas radicales. Gracias a la ayuda dispuesta, el Gobierno tripolitano tuvo conquistas importantes en los últimos tiempos como las de Sorman y Sabratha y presentó dura oposición para hacerse con el antiguo aeropuerto capitalino, inhabilitado desde hace seis años. 

Contactos entre Erdogan y Tamim bin Hamad al-Thani

Tras el anuncio hecho por Abdel Fattah al-Sisi, el movimiento de respuesta de turco-qatarí no se hizo esperar. Una vez conocida la advertencia del presidente del país del norte de África, Recep Tayyip Erdogan se puso en contacto con Tamim bin Hamad al-Thani, emir de Qatar, para requerir apoyo si se produce la intervención egipcia, como reseñaron las agencias oficiales de noticias qatarí y turca.  

Ambos líderes acordaron desarrollar relaciones estratégicas entre los dos países; además, discutieron una serie de cuestiones regionales e internacionales de interés común.

Por su parte, el GNA, apoyado por Turquía y Qatar, calificó de "hostil" e "inaceptable" la actitud del presidente egipcio Al-Sisi y llamó a la comunidad internacional a "asumir su responsabilidad ante esta escalada". El Gobierno de Acuerdo Nacional de Sarraj definió como una "declaración de guerra" las amenazas de Egipto de intervenir militarmente en el conflicto en ese país.

La amenaza egipcia de intervenir en el conflicto libio "es un acto hostil, una injerencia flagrante y el equivalente a una declaración de guerra", apuntó el GNA en un comunicado oficial.