Sombras y drones: la silenciosa lucha en las trincheras de Chasiv Yar

Un militar de la 24.ª Brigada Mecanizada Separada Rey Danylo de las Fuerzas Armadas de Ucrania cerca de la ciudad de Chasiv Yar en la región de Donetsk, Ucrania, el 30 de junio de 2024 - PHOTO/Oleg Petrasiuk/Servicio de Prensa de la 24.ª Brigada Mecanizada Separada Rey Danylo de las Fuerzas Armadas de Ucrania vía REUTERS
La corresponsal María Senovilla relató en los micrófonos de “De cara al mundo” en Onda Madrid su experiencia en los refugios de la ciudad ucraniana durante la guerra con Rusia

La reportera y periodista María Senovilla, colaboradora de Atalayar, analizó desde el terreno cómo están respondiendo en Chasiv Yar ante el ataque ruso, cómo se vive la guerra en primera línea de combate y qué estrategias llevan a cabo para hacer frente a los ataques rusos. Además, analiza la amenaza de Putin hacia la OTAN con misiles de largo alcance. 

María, has estado 24 horas en Chasiv Yar, en un acogedor sótano de 2x2. ¿Qué es Chasiv Yar?

Chasiv Yar, en resumidas cuentas, es la línea cero y el tapón donde las fuerzas ucranianas están conteniendo el avance ruso desde Bajmut en dirección al resto del norte de Donetsk, en la ciudad de Bajmut. Allí se libró la batalla más terrible que ha tenido lugar desde que empezó esta guerra a gran escala. 

Allí murieron decenas de miles de personas, ucranianos, pero también rusos. Y desde que cayó a manos de Rusia el pasado mes de mayo de 2023, Ucrania estableció su defensa precisamente en este punto, alrededor de Chasiv Yar. Desde entonces, un año y tres meses después, lleva conteniendo el avance de las tropas rusas que, si consiguen pasar ese canal de agua que hay a modo de barrera natural entre Bajmut y Chasiv Yar, se enfilarían directamente hacia las ciudades de Kramatorsk y Sloviansk, las dos grandes ciudades que quedan en ese norte de Donetsk, aún bajo el control del Gobierno de Kiev, y sería prácticamente la pérdida de todo el Donbás para Ucrania. 

Esta ciudad de Chasiv Yar es una ciudad pequeñita y está inmediatamente antes de llegar a Bajmut. Antes de la guerra, vivían solo 12.000 personas, no es grande. Pero la estrategia de guerra que Rusia está implementando en este lugar no la había visto en ningún otro punto del frente de combate. 

En Chasiv Yar, además de esa técnica rusa de ablandar utilizando la artillería, que ya vimos también en lugares como Avdivka y que estamos viendo ahora también en Pokrovsk. En Chasiv Yar no ha sido suficiente, ante la buena defensa de las fuerzas ucranianas, lo que llevan haciendo desde el mes de abril es que han inundado el cielo de drones. Drones de vigilancia y drones de ataque, con los que van lanzando explosivos con mucha precisión contra las posiciones ucranianas. 

¿Qué ha hecho Ucrania para contrarrestar esta nueva estrategia?  

Lo que ha hecho es llevar también a sus drones, tanto de reconocimiento como de ataque, para contrarrestar con las mismas armas. Entonces, yo precisamente me empotré con una de estas unidades de drones de ataque, son unidades de inteligencia, y la manera en la que trabajan y en la que están defendiendo esa posición es impresionante. Yo no había visto nada así en ningún otro punto del frente de combate de Ucrania. 

¿Cómo es el proceso de entrar en Chasiv Yar? 

Para trabajar en Chasiv Yar, para entrar y salir de la ciudad de Chasiv Yar, hay que hacerlo de noche y conducir sin luces. Los conductores, altamente especializados, llevan sistemas de infrarrojos y una especie de binoculares con detección térmica. En plena noche cerrada, la entrada por caminos de cabras, que además están completamente bombardeados, sin luz, tiene un gran impacto. Ese momento de recorrer todos esos kilómetros es curioso porque va conduciendo el conductor y el copiloto al lado le va dando indicaciones con sus gafas de visión térmica de “izquierda”, “derecha”, “cuidado”, “un bache”, tremendo. 

Como es tan complicado y es la parte más peligrosa de entrar en Chasiv Yar, ya no entra a la prensa desde hace meses. No te puedes imaginar lo que costó conseguir que esta unidad me llevase. Entran y salen solo una vez al día, durante la noche, porque no se pueden arriesgar a hacer este trayecto más veces. Trabajan en turnos de 24 horas. Por eso pasé 24 horas en ese maravilloso y acogedor sótano de dos por dos.  

Cuando llegan, los equipos son muy pequeños. Son dos o tres personas como máximo por equipo para minimizar riesgo, porque cuanta más gente haya más fácil es que te detecten los drones enemigos. Yo llegué con un equipo de dos personas, por cierto, una de ellas era una mujer y además no tenía experiencia militar antes de la guerra, para que veas de qué pasta están han hecho los ucranianos. 

Un edificio gravemente dañado en la ciudad de Chasiv Yar en la región de Donetsk, Ucrania, el 25 de junio de 2024 - PHOTO/Oleg Petrasiuk/Servicio de prensa de la 24.ª Brigada Mecanizada Separada Rey Danylo de las Fuerzas Armadas de Ucrania vía REUTERS

Llegas, te metes en un sótano, porque el duelo de artillería se escucha de noche y de día. Ahí no para, no dan tregua, y los drones, tanto los ucranianos como los enemigos, llevan cámaras térmicas, con lo cual te pueden ver también en plena noche cerrada.  

Cuando te explican que durante ese turno de 24 horas hacen unos 40 vuelos con sus drones de ataque, eso significa que salen a la superficie 40 veces para armar, para colocar esos explosivos en los drones que tienen modificados para que puedan sostener la carga y para que sean precisos en el vuelo. Tienen que salir 40 veces fuera, montar los explosivos y volver a bajar. Con ese trabajo que es casi como de encaje de bolillos, con tan poca gente, con esa precisión, con esos turnos tan largos de 24 horas, están logrando contener a las tropas rusas. 

La infantería rusa ya está en la parte este del canal de Chasiv Yar. Desde abril las condiciones son terribles para trabajar por esta cantidad de drones enemigos que tienes todo el rato volando encima de ti, insisto, un año y tres meses. Se escuchan, son como mosquitos gigantes, y, entre cañonazo y cañonazo, tú escuchas perfectamente que hay no uno, sino varios drones constantemente encima de tu cabeza. Así trabajan y así están conteniendo, lo que a mí me ha parecido una labor titánica, porque la proporción probablemente sea de un ucraniano por cada 10 rusos en esta parte. 

Dron - PHOTO/ARCHIVO

María, una curiosidad personal de necesidad fisiológica. ¿Cómo comen? ¿Cómo hacen sus necesidades esas personas que están ahí en esos sótanos de 2x2? 

La comida la llevamos en raciones de provisión, como las que tiene el Ejército español, igual las de los ucranianos. Tienen latas, tienen ahí un hornillo pequeño para calentar y bebidas. 

La verdad es que lo tenían todo muy recogidito. Tenían ahí una bolsa de basura. Cada turno se lleva los desperdicios que ha generado para que no se vaya acumulando. Y, lamentablemente, lo que viene siendo el baño está fuera de la casa detrás de unos escombros. Si quieres ir al baño, te la juegas. Sales y esperas a que no se oiga ningún dron cerca. También tienen unos detectores de frecuencias de dron que te dicen más o menos a la distancia que están. Entonces, aprovechas cuando el detector de frecuencias te dice que están un poco lejos, vas corriendo y vuelves.  

Una experiencia de vivir en primera línea lo que es la guerra, porque muchas veces si no estás ahí dentro no sabes lo que es realmente. Lo que supone ese tipo de defensas y cómo viven, cómo sobreviven, lo que sienten y lo que sufren, que sufren mucho. Después de esto hay que contar que Putin amenaza a la OTAN con misiles de largo alcance que luego están avanzando en el Donbás y en Kursk. 

Realmente, Putin ya está en guerra con la OTAN desde hace muchísimo tiempo. Con la OTAN y con todos los países de Occidente en los que defendemos un modelo de vida democrático donde se respeten nuestras libertades. Libertades como la libertad de prensa, sin ir más lejos, que en Rusia no existe. Entonces, este es otro órdago que ha lanzado. Todo ello a medida que Ucrania va cruzando las supuestas líneas rojas, que esto es increíble. Te invaden un país y el agresor además se permite el lujo de decirte que tú no puedes cruzar estas líneas rojas. 

A medida que Ucrania y la gente que ya te he explicado de qué pasta está hecha va cruzando esas líneas rojas, Putin va lanzando órdagos y nuevas amenazas que parece que luego nunca llega a cumplir. Zelensky dijo hace un par de días que el hecho de que la OTAN diera luz verde para bombardear una parte de Rusia, que es la que está en la región de Bélgorod, desde donde atacan Járkov, ya no era efectiva. 

Esta fotografía muestra una señal de tráfico que indica la distancia a la ciudad rusa de Kursk junto al puesto fronterizo destruido con Rusia, en la región de Sumy, el 13 de agosto de 2024, en medio de la invasión rusa de Ucrania - PHOTO/ROMAN PILIPEY / AFP

Rusia se había adaptado y lo que había hecho era mover sus bases a otros lugares. Y que lo que necesita para contrarrestar los puntos desde donde se lanzan los ataques es que la OTAN le permita utilizar esas armas de largo alcance en cualquiera de los puntos desde donde Rusia lanza los ataques y además sin indicar en la zona exacta para que realmente les pillen por sorpresa, obligando a Rusia a retrasar esas posiciones desde donde lanzan los ataques y realmente conseguir que lleguen menos misiles, menos ataques masivos a Ucrania retrasando esas bases, o los ataques que lleguen en el radar de más tiempo, a ver por dónde vienen los misiles e intentar neutralizarlos. Realmente es una estrategia defensiva más que ofensiva si lo miras desde ese punto.

No creo que Rusia vaya a hacer nada que no haya hecho ya, pero, como siempre, cada vez que la OTAN da un paso en dirección al apoyo incondicional hacia Kiev, hay una respuesta por parte del Gobierno ruso amenazando con armas nucleares o con declarar la guerra a otros países.