Suecia y Finlandia reciben la invitación formal para adherirse a la OTAN tras el levantamiento del veto turco

IFEMA - Cuatro horas de negociación necesitaron los líderes de Turquía, Suecia y Finlandia para amplificar la importancia histórica de la Cumbre de la OTAN en Madrid. El primer cara a cara entre Erdoğan, el presidente finlandés Sauli Niinistö, y la primera ministra sueca Magdalena Andersson, se saldó con el levantamiento del veto turco a la adhesión de ambos países, en otro tiempo neutrales, a la Alianza Atlántica. Empieza así la cuenta atrás para la ampliación de la organización a 32 miembros.

La mediación del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, fue determinante para acercar posturas en un acuerdo que se cerró pasadas las 20.30 horas. El político noruego puso en valor el papel de la organización durante el proceso: “Nuestros funcionarios han trabajado, ha habido reuniones en Bruselas durante los dos últimos días. También he hablado con el presidente Erdoğan cuatro veces por teléfono. Y también, por supuesto, me he reunido y he discutido esto con la primera ministra Andersson y también con el presidente Niinistö en las últimas semanas”.

El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan era hasta la fecha el único líder de la OTAN que se oponía al ingreso de Suecia y Finlandia en la Alianza. Desde que los países nórdicos presentaron en mayo las solicitudes de entrada, Ankara bloqueaba la petición alegando que uno y otro Estado eran “promotores del terrorismo” por acoger miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), el grupo armado con quien Turquía mantiene desde hace décadas una disputa política y territorial, y seguidores del clérigo Fethullah Gülen, un antiguo aliado de Erdoğan presuntamente implicado en el golpe de Estado fallido de 2016.

Para el ingreso de nuevos miembros en la Alianza Atlántica, el tratado de Washington estipula en la práctica que debe haber unanimidad en sus miembros, por eso la aprobación de Ankara era crucial. Finalmente, tras un mes de intensas negociaciones tripartitas auspiciadas por la OTAN, Erdoğan ha dado luz verde no sin antes imponer una serie de condiciones.

Estocolmo y Helsinki han pagado el peaje necesario para ingresar en la Alianza ante la amenaza de Rusia. Los Ejecutivos sueco y finlandés aprobaron el martes levantar el embargo de armas a Turquía, endurecer su legislación en materia de terrorismo e intensificar su cooperación bilateral en el área de defensa, calificar como “organización terrorista proscrita” al PKK y, por último, extraditar a los presuntos terroristas pertenecientes a las organizaciones mencionadas.

Stoltenberg ha declarado que “Finlandia y Suecia han dado pasos para adaptar su legislación en materia de terrorismo, esto es algo que se ha empezado a implementar” y que van a trabajar mucho más de cerca con Turquía “en asuntos relacionados con el intercambio de información, extradiciones y lucha general contra el terrorismo”.

Helsinki hace referencia en el memorando “a varias modificaciones recientes de su Código Penal por las que se han tipificado nuevos actos como delitos terroristas punibles. Las últimas enmiendas entraron en vigor el 1 de enero de 2022, y en ellas se amplía el alcance de la participación en la actividad de un grupo terrorista. Al mismo tiempo, la incitación pública relacionada con los delitos de terrorismo se tipificó como un delito independiente”. Por su parte, Estocolmo incluyó en el acuerdo la confirmación de que “el 1 de julio entrará en vigor una nueva Ley de Delitos de Terrorismo, más dura, y que el gobierno está preparando un nuevo endurecimiento de la legislación antiterrorista”.

Erdoğan expresó hace unas semanas en el Parlamento turco su intención de extraditar a al menos una treintena de presuntos miembros del PKK, pero el presidente finlandés matizó una vez sellado el memorando que en el acuerdo no se incluyen nombres. Fueron las ministras de Asuntos Exteriores, Pekka Haavisto de Finlandia y Ann Linde de Suecia, las encargadas de estampar su rúbrica junto al jefe de la diplomacia turca, Mevlüt Çavuşoğlu, en un memorando tripartito histórico.

Los líderes de la OTAN extenderán este miércoles, en la primer jornada de la Cumbre en Madrid, la invitación formal a Suecia y Finlandia para iniciar el proceso de adhesión a la Alianza. “Tras esta Cumbre, Finlandia y Suecia se convertirán en invitados. Luego, por supuesto, será el proceso de ratificación en todas las capitales”, avanzó Stoltenberg a su llegada al pabellón de IFEMA. El proceso es más complejo y requiere de más tiempo.

“Ningún proceso de admisión ha sido tan rápido”, ha reivindicado en este sentido el secretario general de la OTAN. Sin embargo, el ‘sí’ de Turquía es el primer paso; después darán comienzo las negociaciones “que podrían concluir la próxima semana, después de lo cual los Parlamentos de los 30 países deberán aprobar los protocolos de adhesión”. No parece peligrar en ningún caso el procedimiento al haber unanimidad.

Sobre el papel, Suecia y Finlandia no están aún bajo el paraguas de la OTAN, sin embargo, el secretario general de la organización garantizó la defensa de los países nórdicos en el marco de la Alianza mientras dure el proceso de integración. “La entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN es importante para Finlandia y Suecia, pero también es importante para la OTAN y en particular para los países bálticos. Porque si se mira el mapa, se comprende que cambiará toda la situación de seguridad en la región del Báltico. Con Finlandia y Suecia, países bálticos, cercanos al Báltico, Estonia, Lituania y Letonia, se reforzará realmente nuestra presencia en esa parte del mundo, o en Europa”, subrayó el noruego.

Stoltenberg insistió en la importancia de esta nueva ampliación: “Finlandia y Suecia aportan a la OTAN fuerzas avanzadas y bien equipadas, aviones de quinta generación, sistemas de armamento avanzados, tecnología e instituciones políticas estables y fuertes. Así que esto reforzará, fortalecerá a la OTAN, y también a Finlandia y Suecia”. Además, ambos participan desde hace años en ejercicios militares conjuntos con fuerzas de la Alianza.

Al ser preguntado por las divisiones internas sobre la cuestión de la adquisición por parte del sistema antimisiles ruso S-400 por parte de Turquía, el noruego declaró que “no hay manera de ocultar ni razón para ocultar que se trata de una diferencia entre aliados. Pero creo que hoy también se demuestra que a pesar de las diferencias, y siempre habrá diferencias cuando somos 30 Aliados en la Alianza y ahora pronto 32, que somos capaces de unirnos en torno a nuestra tarea principal que es la de protegernos y defendernos mutuamente”.

“Estamos ante una Cumbre trascendente con cambios importantes”, sentenció Stoltenberg nada más comenzar la primera jornada en Madrid. Por de pronto, el primer cambio es el inicio de un nuevo proceso de ampliación dos años después del ingreso de Macedonia del Norte. La OTAN se refuerza y pasará de 30 a 32 miembros.