Tebboune se perpetúa en el poder en Argelia con un segundo mandato

Un cartel electoral del presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune - REUTERS/RAMZI BOUINA
Las discrepancias sobre la tasa de participación refuerzan las dudas sobre la credibilidad de la autoridad electoral argelina

El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, gobernará el país durante un segundo mandato tras su victoria en las elecciones celebradas este pasado sábado, protagonizadas, una vez más, por la abstención. A pesar de la movilización política y mediática, votaron menos de 6 millones de los 24 millones de adultos elegibles, lo que refuerza la crisis de legitimidad popular de las autoridades políticas. 

Tebboune logró una victoria aplastante del 94,7% frente al resto de sus oponentes: el islamista Abdelali Hassani Cherif, que obtuvo el 3,2%, y el socialista Youcef Aouchiche, que logró el 2,2%, según datos de la autoridad electoral del país, ANIE.

El actual presidente era el favorito para ganar las elecciones y su reelección estaba asegurada, por lo que su principal objetivo era aumentar la participación de los votantes después de una tasa de abstención récord de más del 60% en 2019.

Tras los comicios de ese año, Tebboune se convirtió en presidente en medio de masivas protestas lideradas por el movimiento Hirak. Una vez en el poder, el mandatario ordenó incrementar la represión política y cientos de personas fueron arrestadas.

Los funcionarios electorales cuentan las papeletas en un colegio electoral durante las elecciones presidenciales, en Argel, el 7 de septiembre de 2024 - PHOTO/AFP

Tras el cierre de los colegios electorales el sábado, la ANIE anunció una "tasa de participación promedio" del 48% -pero la calificó de “provisional”-, superando el 26% que anunció horas antes.

Los tres candidatos, incluido Tebboune, emitieron una declaración conjunta el domingo por la noche denunciando "irregularidades" en los resultados de ANIE y añadiendo que querían concienciar al público de la "vaguedad y contradicciones en las cifras de participación".

La primera condena oficial a las sospechas de inflar y manipular los datos de participación popular en las elecciones provino del candidato de los Hermanos Musulmanes, Cherif, quien destacó que la cifra de participación era “extraña”, denunciando los intentos de "inflar los resultados".

El presidente argelino y candidato presidencial Abdelmadjid Tebboune emite su voto en un colegio electoral durante las elecciones presidenciales en Argel, Argelia, el 7 de septiembre de 2024 - PHOTO/PRESIDENCIA ARGELINA via REUTERS

En el comunicado critica la actuación de la ANIE y sus prácticas “inaceptables”, subrayando por ejemplo la falta de control sobre la cobertura mediática de los candidatos, en referencia al sesgo registrado por algunos medios de comunicación gubernamentales que se han pronunciado a favor de Tebboune, quien ha movilizado su brazo político, civil y mediático con el fin de consolidarse en el poder.

El partido de los Hermanos Musulmanes condenó lo que calificó como “el regreso de viejas prácticas que deberían haberse superado, como la presión sobre algunos supervisores de las oficinas de votación para inflar los resultados o la falta de informes de escrutinio a los representantes de los candidatos". 

Alrededor de 24 millones de argelinos estaban llamados a votar el 7 de septiembre - PHOTO/AFP

“Mientras esperamos el anuncio de los resultados provisionales, afirmamos que asumiremos nuestra responsabilidad ante los electores en primer lugar y ante los militantes en segundo lugar. Aclararemos todas las condiciones y circunstancias que rodearon el proceso electoral y sus posibles resultados, anunciando una posición adecuada sobre ellos”, explica el comunicado del partido islamista. 

Por su parte, los partidarios de Tebboune expresaron su alegría por la nueva victoria del presidente, que tendrá que seguir luchando por hacerse con la confianza de la sociedad argelina, especialmente de los más jóvenes.

Estas elecciones se han celebrado en medio de un fuerte descontento social provocado por la situación económica, el desempleo y el incremento de la represión política. Asimismo, buena parte de la sociedad critica la fuerte dependencia de Tebboune de los generales argelinos, quienes cada vez tienen más influencia en el Gobierno.