Las tensiones entre los países de la cuenca del Nilo se intensifican por el uso del agua
El Acuerdo Marco de Cooperación (CFA), también conocido como Acuerdo de Entebbe, está provocando tensiones entre los países de la cuenca del río Nilo. El CFA, el primer esfuerzo multilateral de los estados de la zona para crear un marco legal e institucional para regir el uso y la gestión del río, ha sido adoptado por países como Etiopía, Ruanda, Sudán del Sur, Uganda, Tanzania y la República Democrática del Congo. Por el contrario, Egipto y Sudán lo han rechazado.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ha instado a los países no firmantes a sumarse al acuerdo con el objetivo de “alcanzar juntos los objetivos comunes de desarrollo e integración regional”.
Por su parte, el presidente egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, aseguró que el agua del Nilo es “una cuestión de existencia”, por lo que requiere de “políticas diligentes, compromiso, esfuerzos diplomáticos y cooperación con países hermanos para asegurar el logro de objetivos comunes”.
Durante su discurso con motivo de la Semana del Agua de El Cairo, el líder egipcio subrayó que para el país la cuestión del agua es “su máxima prioridad”. “El río Nilo se considera una cuestión relacionada con la vida y la supervivencia de los egipcios porque constituye la principal fuente de agua”, explicó.
Al igual que Egipto, Sudán también ha considerado el CFA como “no vinculante”. Ambas naciones consideran que este acuerdo viola los principios del derecho internacional, indicando que "la comisión de seis naciones de la que surge el acuerdo no representa la cuenca del Nilo en ningún caso”.
El Acuerdo de Entebbe fue firmado inicialmente en 2010 por Etiopía, Tanzania, Uganda y Ruanda, aunque luego se unieron también Kenia y Burundi. Este marco impone un nuevo reparto de aguas y permite a los primeros países que se encuentran en la cuenca del Nilo establecer proyectos hídricos sin acuerdo con las naciones del final, motivo por el que es rechazado por Sudán y Egipto.
No obstante, este acuerdo no es la primera crisis que enfrentan los países del cuenca del Nilo. Este río siempre ha sido una fuente de tensión, especialmente entre Egipto y Etiopía desde que este último inició la construcción de la Gran Presa del Renacimiento Etíope en el Nilo Azul, un importante afluente del río Nilo.
El ministro egipcio de Irrigación, Hani Sewilam, ha pedido a los países de la cuenca del Nilo que firmaron el acuerdo que revisen su posición y cooperen de una forma que no perjudique a ninguno de los países de la zona.
"La posición de Egipto es justa y coherente con los acuerdos fluviales internacionales aplicados internacionalmente”, añadió Sewilam, quien también subrayó que su país “no cederá ni un solo metro cúbico de agua del Nilo y rechaza firmemente el Acuerdo de Entebbe en su forma actual”.
Una vez que el acuerdo entre en vigor se creará la Comisión de la Cuenca del Nilo, cuyo objetivo es organizar y gestionar las políticas hídricas entre los Estados miembros para obtener el reconocimiento de los organismos internacionales, dando a su trabajo una dimensión política y jurídica.
Además de este marco, Uganda y Sudán del Sur anunciaron recientemente un plan conjunto para construir dos represas en el río Nemour, un afluente del Nilo Blanco, con un presupuesto de 96 millones de dólares, para proporcionar riego agrícola y desarrollar suministros de agua y recursos ganaderos para los dos países, además a generar energía eléctrica.
Por otro lado, Kenia tiene previsto establecer una red de presas con una capacidad de almacenamiento de entre 8.000 y 14.000 millones de metros cúbicos, mientras que Etiopía tiene previsto construir tres grandes presas en el Nilo Azul, además de la presa Renacimiento.
El experto en asuntos africanos, Mohamed Fouad Rashwan, señaló a Al-Arab que los países de la cuenca del Nilo se aproximan a un conflicto por los recursos hídricos en un momento en el que varias naciones sufren severas sequías.
Egipto, por ejemplo, sufre escasez de agua y es considerado uno de los países más secos con una tasa de precipitaciones anuales que no supera los 1.300 millones de metros cúbicos. En cambio, la cantidad de lluvia que cae en los países del Alto Nilo supera los 1.600 millones de metros cúbicos al año, de los cuales tan solo el 3% llega a Egipto.