Transformación del panorama estratégico de Israel, la guerra contra Hamás y la reconfiguración de la geopolítica regional
Marta González Isidoro, periodista, analista internacional, especialista en Israel y en Oriente Medio, analizó y desarrolló en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid el informe publicado en el Instituto Español de Estudios Estratégicos: “Transformación del panorama estratégico de Israel, la guerra contra Hamás y la reconfiguración de la geopolítica regional”.
Marta, ¿cómo se está reconfigurando la geopolítica en Oriente Medio?
De una manera lenta, pero segura y con incertidumbre en los últimos tiempos. En el informe trato analizar esa evolución del panorama estratégico en Oriente Medio, teniendo a Israel como pivote geopolítico y geoestratégico importante en los últimos años, como esas alianzas venían configurando una geopolítica de cooperación que rompía los moldes ideológicos en los que está anclada una región complicada desde el punto de vista de todas las aristas que le atraviesan. Y como esas fallas geopolíticas que tiene, por un lado, la guerra de Ucrania y todo lo que habéis estado analizando en el tiempo anterior, con la guerra de Gaza, que tiene un punto de unión y es el paso de todas las rutas marítimas, terrestres, de oleoductos, y geopolítico con Israel y con la zona de los territorios, sobre todo Gaza, como punto estratégico.
Marta, Israel, ¿te planteas si puede, teniendo en cuenta su situación actual, aguantar un conflicto de larga duración con Irán y sus proxys?
Complicado, porque Israel, durante estos años, es un país muy resiliente y acostumbrado a conflictos de baja intensidad, en las últimas décadas los conflictos, incluso entre Estados, duraron muy poco tiempo.
El máximo ha sido la guerra de Yom Kipur, que fueron tres semanas, y la guerra del 67 fueron seis días. La estrategia de seguridad de Israel se basa en conflictos de baja intensidad o de corta duración, porque tiene un Ejército resiliente, pero sobre todo una movilización social muy grande a través de los reservistas. Y es un país muy pequeñito que no puede mantener una guerra de larga intensidad.
La guerra de Gaza está ocasionando no solamente problemas internos, de polarización interna muy graves, sino también de resiliencia económica y de futuro muy negro para la economía de Israel en los próximos años y no se reconduce.
En su trabajo, Marta, pone especial énfasis en algo que quizá no se trata con la profundidad que debería y son los intereses económicos que hay en juego. Comercio internacional, ruta de la seda, corredor de la India, Oriente Medio, Europa, son cuestiones que a los dirigentes políticos desafectan y tienen muy en cuenta.
Claro, porque es que el conflicto de Oriente Medio se focaliza en la cuestión palestina, y la cuestión palestina no deja de ser un conflicto, uno más, de los múltiples conflictos ideológicos que asolan esa región y territoriales también.
Lo que ocurre es que detrás de ese conflicto ideológico que también existe y de una parte de reivindicación territorial que también la hay, lo que está en juego es precisamente el control, como decía al principio, de las rutas marítimas, terrestres y gasísticas de la zona, en un momento en el mundo multipolar todavía no ha nacido, el mundo unipolar, por parte de Estados Unidos, se resiste a cooperar con otros regímenes o con otras potencias que están surgiendo en la zona, y cuando además hay un elemento que distorsiona todo, y es la posibilidad de que Israel y los países del Golfo, alineados en lo que es el componente de los acuerdos de Abraham, adquieran protagonismo como una entidad estratégica autónoma en un mundo en el que se está configurando otra vez en bloques, esta vez entre Estados Unidos y China y Oriente Medio.
El punto de batalla de las dos superpotencias, porque Oriente Medio y Asia Central es el lugar donde se va a gestar, donde se está gestando y donde se va a librar la futura guerra, ya estamos en una guerra fría entre bloques por el control de los recursos gasísticos y de las rutas marítimas.
Y, si me permite, yo incluiría el agua.
Claro, todos. Sí, cuando hablo de los recursos, los recursos hídricos, los recursos energéticos, los recursos alimenticios, las rutas marítimas, todo.
Israel y sus cada día mejores relaciones con sus vecinos, en los sectores económicos, comerciales, transportes, científicos, tecnológicos, es algo que ahora mismo se está manteniendo. A pesar de todos los pesares, de todas las campañas, de toda la propaganda, de toda la demonización que se hace, todo eso, de momento, países árabes, musulmanes de la región, no están cortando como parece que Irán o Hamás pretendían, sino que esos países valoran lo que es la normalización y lo que son los Acuerdos de Abraham y lo que su aplicación está representando para riqueza, desarrollo, progreso de la región.
Claro, porque en un determinado momento, los países de la región valoraron la posibilidad de que Irán, sin romper relaciones con Israel, tuviera un papel de disuasión o de distensión.
Y la guerra de Gaza, y sobre todo el ataque directo de Irán contra Israel, lo que ha provocado es la reacción del mundo musulmán suní, que tiene pánico a una escalada regional, militar, balística, pero también nuclear, de Irán en la zona, lo que ha provocado es precisamente el no cortar lazos, el aprovechar que Israel es una potencia todavía tecnológica, económica y militar, y lo que sí están esperando es que Israel demuestre que “el lenguaje de Oriente Medio lo sabe hablar”. Me explico, Israel es un país democrático, con mentalidad occidental, pero vive y está anclado en Oriente Medio, y el lenguaje de Oriente Medio no es el lenguaje de la diplomacia que se habla en las cancillerías de Washington, de Bruselas o de Canadá.
Tiene que dar un paso al frente y dejar claro que es una potencia militar, y que pueden confiar, y que es confiable, y eso es lo que está esperando Arabia Saudí en este momento.
Quería puntualizar, ha mencionado que hay otros conflictos, 11 conflictos en Oriente Medio, aunque el foco solo lo ponemos en Israel y Palestina. ¿Qué 11 conflictos son? Vamos a hacer memoria.
Conflictos territoriales, tenemos en el Kurdistán, en el Golán, infinidad de conflictos territoriales y marítimos en el Golfo, entre los propios Estados del Golfo, en Yemen, Siria, Turquía, Líbano, incluso Jordania, son muchos. El foco está en los territorios palestinos.
Me interesa mucho esa parte del informe donde se habla de lo que se podría considerar proceso de posguerra en Palestina. ¿Qué Autoridad Nacional Palestina puede ser legítima para poder encargarse de la posguerra y de intentar estabilizar la situación y una relación con Israel en seguridad y en paz?
Hoy es complicado mencionar la posibilidad en la sociedad y en la política, en los políticos israelíes, de que pueda haber una Autoridad Nacional Palestina renovada. No lo creen y lo cuestionan. Justamente salió una encuesta, la última encuesta, que dice que Mohamed Dahlan, que yo he hablado de él alguna vez aquí, y Marwan Barghouti son los dos personajes que concitan mayor capacidad de liderazgo dentro de la Autoridad Palestina.
La propia sociedad no quiere ni a Mahmoud Abbas, ni a nadie ligado al partido Fatah. Por lo tanto, estamos ante un impasse, porque son personajes muy radicales en el entorno palestino que no reconocen la existencia del Estado de Israel.
Por lo tanto, sería un impasse. Y la única posibilidad que yo veo, y lo apunto en el informe, es que se busque dentro de los clanes, porque los palestinos no dejan de ser leales a sus propias familias y a sus propios clanes, que dentro de cada clan se busque una persona lo suficientemente con autoridad, como para que su autoridad esté ligada no a una Autoridad Palestina, sino a los donantes.
En este caso serían Emiratos Árabes y Arabia Saudí junto con Egipto, veremos en las próximas semanas, que es la única posibilidad de que pueda haber una autonomía palestina que transite con el tiempo hacia una unificación del territorio, una independencia del territorio o no. Pero de momento es complicado.
O sea, lo del Estado palestino todavía, por mucha gira que hagan algunos, es todavía complicado.
Es que un Estado necesita de unas condiciones que hoy no se dan, no solamente territoriales y de liderazgo político, es que tienes que tener también un proyecto nacional que hoy no existe, debes tener relaciones con tus vecinos de reconocimiento mutuo que no se dan, y una interlocutora, unas instituciones, es que…
Elecciones, que no hay elecciones desde 2006.
Bueno, tampoco en China, y el Estado existe, o sea, quiero decir que…
Estados Unidos creo que ya ha estado pidiendo, exigiendo a Israel que se contuviera, porque hay que recordar que hay elecciones en noviembre en Estados Unidos, incluso en los últimos días hemos asistido a protestas de estudiantes en universidades, veremos quién organiza y quién financia ese tipo de movilizaciones de estudiantes. Marta, ¿cuál es tu opinión al respecto sobre qué alcance debería haber tenido este ataque?
Es cierto que Irán es un elemento desestabilizador en Oriente Medio y un elemento que turba las relaciones internacionales, es un elemento muy, muy generador de disturbios, no solamente en América Latina, donde su presencia a través de Hezbolá es muy importante. En Venezuela, Cuba y demás. Toda América Latina tiene una presencia muy significativa en África y tampoco es un elemento para dejar a un lado y está penetrando con muchísima fuerza en Europa.
Por lo tanto, el régimen iraní, tal y como está concebido, es un peligro para la libertad y para la democracia. La respuesta de Israel ha sido muy equilibrada y sobre todo muy racional. Hay que pensar que Irán es un país grande, es una potencia militar, también social, tiene más de 80 millones de personas, con una capacidad posiblemente nuclear muy cerca, pero con un programa balístico y de drones muy avanzado.
Y aunque es una potencia militar, sería un error el enfrentamiento directo. Los dos se han medido las fuerzas, los dos han dejado claro cuál es la capacidad militar que tiene cada uno e Irán está en un momento muy peligroso en este momento porque está barajándose cuál va a ser el futuro del líder supremo y el futuro del régimen.
La Guardia Revolucionaria garantiza por Constitución el mantenimiento del régimen y el presidente se está posicionando como futuro líder. Por lo tanto, tiene que dar una posición de fuerza de cara a tener el consenso de la Guardia Revolucionaria que es realmente el que tiene el poder en Irán.