Trump finaliza su gira por el Golfo firmando acuerdos millonarios con Emiratos
- Qatar: acuerdos millonarios y mediación con Irán
- Una gira basada en la diplomacia comercial
- Riesgos y preocupaciones
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha concluido su gira por el golfo Pérsico con una serie de acuerdos comerciales y diplomáticos que superan los 1,3 billones de euros en compromisos de inversión. La última parada del mandatario estadounidense fue en Emiratos Árabes Unidos, donde anunció acuerdos por un valor de 200.000 millones de dólares, entre los que destaca la construcción del campus de inteligencia artificial más grande del mundo fuera de Estados Unidos, en Abu Dhabi.
Este ambicioso proyecto tecnológico, impulsado por la empresa emiratí G42 en colaboración con compañías estadounidenses, ocupará 26 kilómetros cuadrados y contará con una capacidad energética de 5 gigavatios dedicada a centros de datos de IA. Según el Departamento de Comercio de Estados Unidos, se espera que albergue grandes empresas tecnológicas e infraestructuras de cómputo masivo que también prestarán servicio al Sur Global.
Uno de los aspectos más destacados del acuerdo incluye la posible exportación anual de hasta 500.000 GPU H100 de Nvidia a Emiratos hasta 2027. Un 20% de estos chips estarían destinados directamente a G42, consolidando la alianza entre ambos países en materia tecnológica. El secretario estadounidense de Comercio, Howard W. Lutnick, calificó el acuerdo como “un hito clave para la visión del presidente Trump de lograr el liderazgo global en inteligencia artificial”.
Qatar: acuerdos millonarios y mediación con Irán
Por otro lado, en Doha, Trump firmó un acuerdo de 96.000 millones de dólares con Qatar Airways para la adquisición de 210 aviones Boeing, reforzando la diplomacia comercial que ha caracterizado su visita. El contrato, considerado uno de los más significativos en la historia de la aviación comercial, viene acompañado de una controvertida propuesta: que Estados Unidos utilice de forma temporal un lujoso Boeing 747-8 catarí como Air Force One mientras se construyen nuevas versiones del emblemático avión presidencial. Aunque la propuesta ha sido defendida por Trump como una medida de ahorro, ha generado un intenso debate en Washington por sus implicaciones legales y éticas.
Durante una cena de Estado con el emir Tamim bin Hamad Al Thani, Trump instó a Qatar a usar su influencia sobre Irán para reactivar las negociaciones nucleares y poner fin al programa de enriquecimiento de uranio de Teherán. “Solo hay dos caminos: amistoso y hostil. Y hostil es un camino violento. No quiero eso”, declaró Trump, quien subrayó que jamás permitiría que Irán obtuviera un arma nuclear.
Qatar ha sido históricamente un intermediario entre Washington y Teherán. En este sentido, el emir catarí expresó su compromiso con una región libre de armas nucleares. No obstante, defendió el derecho del régimen iraní a desarrollar energía nuclear con fines civiles, pidiendo que cualquier acuerdo se logre por la vía diplomática.
Una gira basada en la diplomacia comercial
La gira de Trump comenzó en Arabia Saudí, donde se cerraron acuerdos por 600.000 millones de dólares, incluyendo una inversión de 80.000 millones de dólares en inteligencia artificial. Empresas estadounidenses como ExxonMobil, Occidental Petroleum y EOG Resources se asociarán con la petrolera estatal ADNOC para expandir la producción de crudo y gas, en un acuerdo valorado en 54.000 millones de euros.
En el sector aeronáutico, Boeing y GE Aerospace sellaron también un contrato con Etihad Airways por valor de 13.100 millones de euros, que contempla la compra de 28 aviones de fuselaje ancho. Estos acuerdos impulsaron las acciones de Boeing a su máximo en 52 semanas y las de GE Aerospace a su punto más alto desde 2001.
Riesgos y preocupaciones
Pese al optimismo general, varios funcionarios estadounidenses han expresado su inquietud por el riesgo de que China obtenga acceso indirecto a tecnologías sensibles de IA a través de estos acuerdos con países del Golfo. El Departamento de Comercio aseguró que se implementarán “medidas estrictas” para evitar el desvío de componentes críticos, en particular las GPU avanzadas de Nvidia.
Además, Israel ha manifestado su preocupación por haber sido excluido de la agenda regional de Trump. Desde Jerusalén temen que los acuerdos con los estados del Golfo —y la posibilidad de un nuevo pacto con Irán— modifiquen el equilibrio geopolítico en la región, especialmente en un contexto de tensiones prolongadas con Teherán y sus aliados como Hezbolá o los hutíes en Yemen.
Durante su estancia en Riad, Trump también se reunió con el nuevo presidente sirio Ahmad al-Sharaa, antiguo líder insurgente que asumió el poder tras una ofensiva que derrocó al régimen de Bashar al-Assad. En un encuentro descrito como “breve pero prometedor”, Trump aseguró que al-Sharaa -quien en el pasado mantuvo vínculos con Al-Qaeda- tiene “una verdadera oportunidad de mantener la calma” en una Siria devastada por décadas de conflicto.