Trump firma un acuerdo armamentístico con Arabia Saudí y anuncia el levantamiento de sanciones a Siria
Donald Trump ha iniciado su primer viaje oficial de su segundo mandato firmando un acuerdo armamentístico con Arabia Saudí por valor de 142.000 millones de dólares.
La Casa Blanca calificó este acuerdo como “el mayor de cooperación en defensa de la historia” entre ambos países. Este paquete involucra a más de una docena de empresas estadounidenses en sectores clave como defensa aérea, misiles y tecnología avanzada. Además, contempla una colaboración entre el Ministerio del Interior saudí y el FBI, ampliando la cooperación en seguridad más allá del ámbito militar.
Trump fue recibido en Riad con una ostentosa ceremonia, que incluyó una alfombra color lavanda —símbolo nacional saudí desde 2021— y una guardia de honor ecuestre encabezada por el príncipe heredero Mohamed bin Salman. En su discurso inaugural ante un foro de inversión, el presidente calificó a Arabia Saudí como el "socio más fuerte" de Estados Unidos y expresó su "ferviente deseo" de que el Reino se sume a los Acuerdos de Abraham, aunque reconoció que esto dependerá del avance hacia un Estado palestino y el fin del conflicto en Gaza.
Un giro histórico hacia Siria
Una de las mayores sorpresas del viaje fue el anuncio de Trump sobre el levantamiento de todas las sanciones estadounidenses a Siria. Esta medida representa un giro drástico en la política de Washington tras más de una década de aislamiento a Damasco, que comenzó con la guerra civil bajo el régimen de Bashar al-Assad. Ahora, con la caída de Assad y con un nuevo gobierno al mando, Trump declaró que ha llegado el momento de “darles una oportunidad de grandeza”.
El mandatario incluso se ha reunido con el nuevo presidente sirio, Ahmed Al-Sharaa, en el marco de la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), pese a que este fue anteriormente señalado como terrorista por sus vínculos con al-Qaeda. Aunque la decisión ha generado incomodidad dentro de algunos sectores de su administración y oposición de aliados como Israel, Trump aseguró que tomó la decisión tras ser alentado por Mohamed bin Salman y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Alianzas empresariales
Trump estuvo acompañado por una delegación de altos ejecutivos estadounidenses, reflejo de su interés en reforzar los lazos económicos. Entre los presentes destacaron Elon Musk —quien, pese a haber anunciado que reduciría su implicación en la política, sigue liderando el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE)—, Sam Altman (CEO de OpenAI), Larry Fink (CEO de BlackRock), Stephen Schwarzman (CEO de Blackstone) y Jensen Huang (CEO de Nvidia).
Durante el evento, se anunció que Nvidia venderá más de 18.000 chips de inteligencia artificial a la empresa saudí Humain, en línea con los esfuerzos del reino por diversificar su economía más allá del petróleo.
Además del acuerdo de armas, se destacó un compromiso de inversión saudí en Estados Unidos de hasta 600.000 millones de dólares, en lo que Trump describió como “el renacimiento de la riqueza americana”. Bajo su punto de vista, el desarrollo económico es la clave para estabilizar la región. “Una nueva generación de líderes está superando los antiguos conflictos y forjando un futuro donde Oriente Medio se define por el comercio, no por el caos”, explicó.
Desafíos regionales
A pesar del tono optimista, Trump no ignoró las tensiones que persisten en la región. Reiteró su condena a la República Islámica de Irán y ofreció una “rama de olivo” para negociar el fin de su programa nuclear a cambio del levantamiento de sanciones. No obstante, advirtió que su oferta tiene un plazo limitado. “La situación se está acelerando. Tienen que actuar ya”, destacó.
Respecto al conflicto entre Israel y Hamás, el presidente dedicó pocas palabras, aunque expresó su deseo de que “la gente de Gaza tenga un futuro mejor”, responsabilizando a Hamás por “frenar la paz” con sus actos violentos el 7 de octubre de 2023.
Trump también aseguró que Washington había derrotado militarmente a los hutíes en Yemen tras más de 1.100 ataques aéreos, declarando que su misión estaba cumplida y que las tropas se habían retirado tras “haber conseguido lo que buscaban”.
El viaje de Trump a Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos marca el tono de su política exterior en este segundo mandato: acuerdos económicos masivos, reconciliación con antiguos adversarios y un intento de consolidar su figura como arquitecto de un nuevo orden en Oriente Medio.