Turquía envía mercenarios de Yemen a la guerra en Libia
Hasta 200 mercenarios procedentes de Yemen han llegado a Libia para luchar en el bando del Gobierno de Unidad Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), liderado por el primer ministro Fayez Sarraj y auspiciado por la ONU. Así lo han revelado fuentes militares y de inteligencia consultadas en Middle East Monitor. Por su parte, Yemen News Portal -afín a la milicia hutí- ha informado de que los milicianos pertenecen a la delegación del Partido Islah en Marib, vinculado a la organización de los Hermanos Musulmanes en el país asiático de índole islamista. Según ha desvelado dicho medio, los combatientes fueron enviados a Turquía “con el pretexto de recibir tratamiento hospitalario, desde donde fueron trasladados a la capital libia, Trípoli”.
Cabe destacar, además, que la presencia de mercenarios yemeníes en el país norteafricano no es nueva. De acuerdo con las mismas fuentes, la facción rival, el Ejército de Liberación Nacional (LNA, por sus siglas en inglés), comandado por el mariscal Jalifa Haftar, ya habían capturado a “varios mercenarios yemeníes” que luchaban en las filas del GNA.
Según ha informado Middle East Monitor, “el Partido Islah está tratando de forjar una alianza militar con Turquía mediante el envío de combatientes de su formación a su bando en Libia, en medio de los crecientes informes de una posible futura intervención turca en Yemen, en particular contra las milicias respaldadas por Emiratos Árabes Unidos”, país del Golfo que ha mostrado su apoyo al Consejo Transicional Sureño yemení (STC, por sus siglas en inglés), uno de los tres actores involucrados en la guerra en Yemen, junto con el Gobierno de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi y los hutíes.
Además, se ha conocido recientemente un acuerdo “encubierto” en el que estarían trabajando Turquía, Irán y Qatar con los Hermanos Musulmanes y los hutíes para “compartir áreas de influencia en Yemen”, de acuerdo con The Arab Weekly, una información que ha sido confirmada por el medio francés Intelligence Online. En el marco de este pacto, la milicia hutí -respaldada por Teherán- controlaría el norte del país “a cambio de apoyar las ambiciones de la Hermandad de adquirir las regiones del sur”, donde contaría con el apoyo turco y qatarí.
En esta línea, Ankara se ha enfrascado en un conflicto con Abu Dhabi por el archipiélago yemení de Socotra, un enclave geoestratégico que está considerado como “la puerta de entrada” para cualquier invasión del país. Turquía quiere mantener la influencia de la Hermandad en dicho territorio, lo que le permitiría un acceso rápido al resto de Yemen; mientras que EAU busca proteger al archipiélago de las ambiciones turca y, para ello, lo ha sometido a su “plena soberanía”, según ha informado recientemente un funcionario del Gobierno yemení, quien también ha acusado al país del Golfo de “intentar separar la provincia de Yemen y establecer bases militares en el próximo periodo con el pretexto de protegerla de Turquía y Qatar”.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés) ha desvelado que ya son más de 15.100 los mercenarios que Turquía ha enviado a combatir a la guerra civil en Libia en el bando del GNA. Entre ellos, se encuentran unos 300 niños de entre 16 y 18 años, pertenecientes en su mayoría a la división Al-Sultan Murad, que habrían sido reclutados al ofrecerles “incentivos materiales, explotando su difícil situación de vida y pobreza”.
“El Observatorio sirio continúa monitoreando y rastreando la transferencia de mercenarios sirios de Turquía a Libia. En los últimos días se enviaron nuevos lotes de mercenarios, junto con el regreso de otros a Siria”, ha informado la organización con sede en Londres. En concreto, ha registrado el retorno al país de Bachar al-Asad de 3.200 milicianos, que ya habían cumplido su misión en Libia -su contrato había expirado- y habían recibido por ello “todas las cuotas financieras después de ayudar al GNA a lograr avances estratégicos” en la nación norteafricana, frente a la facción rival, el LNA.
El SOHR también ha documentado que al menos otros 400 combatientes enviados por Ankara han abandonado la guerra en Libia y han huido hacia Europa, entrando por las costas italianas por medio de métodos de contrabando, como su infiltración en las embarcaciones de migrantes.
Del mismo modo, la organización ha comunicado la muerte de 432 mercenarios sirios durante los enfrentamientos con el LNA, siendo 30 de ellos menores de 18 años, y algunos comandantes del grupo.
La guerra civil libia, que estalló en el año 2011 tras la caída de Muamar Gadafi, se ha internacionalizado en los últimos tiempos con la entrada de potencias internacionales para apoyar a alguno de los dos bandos. Mientras Turquía, Qatar e Italia -y los Hermanos Musulmanes- defienden al GNA; Egipto, Francia, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí e, incluso, Rusia, se decantan por el LNA. Estados Unidos, por su parte, ha adoptado una postura ambigua hasta el momento.
Los dos bandos se acusan mutuamente de tensar la guerra con la utilización de mercenarios, algo rechazado por el Derecho Internacional y, también, por la ONU, que impuso un embargo de armas sobre el país hace casi una década. En la última semana, el GNA ha denunciado la presencia de milicianos rusos, del Grupo Wagner, una compañía de seguridad privada respaldada por el Kremlin, en el mayor campo petrolífero de Libia, Sharara, para protegerlo ante el avance de las tropas de Sarraj. De hecho, el representante de Trípoli ante la ONU ha pedido a la Unión Europea y a EEUU que “impongan sanciones por las actividades de los mercenarios rusos y otros actores involucrados en el país del norte de África”.
Este martes también se ha conocido que las autoridades sudanesas han detenido a al menos 122 personas, incluyendo 8 menores, que se dirigían a Libia a luchar en el bando del LNA. De acuerdo con la agencia estatal SUNA, 72 de los arrestados pertenecían al Consejo Revolucionario del Despertar sudanés, un grupo armado dirigido por el exlíder de la milicia Janjaweed Musa Hilal. Jartum, al igual que Moscú, ha negado cualquier participación en el conflicto libio.