La UE ha anunciado que un barco sospechoso de transportar armas a Libia se ha saltado los controles de la misión naval

Turquía levanta sospechas en el Mediterráneo al impedir a la Operación Irini inspeccionar un carguero

PHOTO/AFP - Un buque de guerra turco impidió que la nueva misión naval de la UE que aplica el embargo de armas a Libia inspeccionara un carguero sospechoso frente a las costas de este país

Un buque de guerra turco ha impedido a la nueva misión naval de la UE, denominada Irini y creada para garantizar el embargo de armas a Libia, inspeccionar un carguero sospechoso de trasladar material armamentístico a la nación norteafricana.  Un portavoz del Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea ha confirmado este incidente que pone en evidencia las fallas de la misión lanzada por Bruselas en este 2020. 

Esta misión tiene la autoridad para realizar inspecciones en alta mar, frente a las costas de Libia, de buques sobre los que existan motivos para creer que transportan armas o material conexo a Libia o desde su territorio. Un buque de la Marina griega ha intentado inspeccionar un carguero frente a las costas libias el pasado miércoles; sin embargo, no pudo hacerlo por la presencia de un barco escolta turco. 

El portavoz de Asuntos Exteriores de la UE, Peter Stano, ha confirmado que el buque Irini había tratado de acercarse al carguero, pero que la “respuesta no fue afirmativa”, por lo que no se pudo realizar la inspección. “Estamos ahora en el proceso de verificación adicional de información e investigando las razones dadas para este comportamiento”, ha manifestado, en declaraciones que han sido recogidas por el digital Middle East Online. 

Únicamente las soluciones políticas y el pleno respeto del embargo de armas de las Naciones Unidas podrán resolver la crisis libia. Pero la diplomacia no puede tener éxito si no es respaldada por la acción. Esta operación será esencial y constituirá una clara contribución al fomento de la paz en nuestra vecindad inmediata mediante un alto el fuego permanente”. Con estas palabras, Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea presentaba la misión IRINI (que significa ‘paz ‘en griego). 

Uno de los principales objetivos de esta misión es acabar con el flujo de armas hacia Libia, un país devastado por la guerra que enfrenta al mariscal de campo Jalifa Haftar, líder del Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés), con Fayez Sarraj, primer ministro del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA). Ankara ha jugado un rol fundamental en el conflicto que sufre la nación norteafricana a raíz del acuerdo firmado el pasado mes de noviembre entre Turquía y el GNA. 

En el marco de este acuerdo de seguridad y cooperación económica, el país presidido por Erdogan ha intensificado su presencia en Libia, con el envío de cientos de mercenarios y decenas de cargamentos de material militar. La misión Irini ha registrado más de 75 buques, según ha informado Stano. Sin el consentimiento del buque, la operación no tiene autorización para inspeccionar su carga, por lo que se limitan a informar a un grupo de seguimiento de la ONU.