Ankara pretende modernizar su Fuerza Aérea tras el fracaso en la adquisición de los F-35

Turquía pide a Estados Unidos la compra de 40 jets F-16

PHOTO/Turkish Defense Ministry via AP - El ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, posa para las fotos delante de un caza F-16 en una base aérea militar en la ciudad occidental de Eskisehir, Turquía, el miércoles 2 de septiembre de 2020

Los últimos movimientos de Turquía son realmente desconcertantes. Hace menos de dos semanas, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan se reunía con sus homólogos ruso e iraní para acercar posturas principalmente en el conflicto sirio. Al mismo tiempo, estaba negociando con Vladimir Putin la compra – por segunda vez – de los sistemas defensa antimisiles S-400, aun a sabiendas de que Estados Unidos les ha advertido en numerosas ocasiones de la sanción que dicha adquisición le ocasionaría. Como de costumbre, el máximo mandatario turco ha hecho oídos sordos a estos avisos y espera llevar a buen puerto las negociaciones con Moscú.

A pesar de saltarse las advertencias americanas y tener que hacer frente casi con total seguridad a nuevas sanciones de Washington, Erdogan pretende negociar con el Gobierno de Joe Biden la adquisición de 40 jets F-16. Las negociaciones por los jets F-35 que Turquía esperaba haber recibido ya colapsaron, por lo que Ankara busca en este momento una solución con su aliado de una OTAN cada vez más debilitada por acuerdos como AUKUS. No obstante, la petición turca sigue en proceso de estudio por parte del Departamento de Estado norteamericano que no ha dado luz verde a la vente de los F-16.

“Como política, el Departamento no confirma ni comenta las propuestas de ventas o transferencias de defensa hasta que se hayan notificado formalmente al Congreso”, ha asegurado un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos. Por su parte, desde la embajada de Turquía evitan hacer declaraciones sobre los jets fabricados por Lockheed Martin Corp. Esta misma empresa es la encargada de producir los 100 jets F-35 que finalmente nunca llegaron a Ankara como consecuencia del acercamiento turco a Rusia. Es otro de los motivos por lo que en el seno del Gobierno de Joe Biden no tienen nada claro que la aprobación de esta nueva venta vaya a salir adelante.

En Washington no está sentando nada bien que uno de los países que consideran amigo y aliado lleve tanto tiempo estrechando sus lazos con Moscú. Además, en un contexto de debilidad de la OTAN, los vínculos con Turquía, a pesar de seguir siendo importantes, no son vistos como una extrema necesidad. Desde Estados Unidos reiteran que será sancionada “cualquier entidad que haga negocios importantes con los sectores militares o de inteligencia rusos”. Es más, John Kirby, portavoz del Pentágono, ha acusado a Turquía de no buscar ayuda en otros países de la OTAN y preferir negociar con Putin la compra de los sistemas S-400.

“Turquía ha tenido múltiples oportunidades durante la última década para comprar el sistema de defensa Patriot de Estados Unidos, y en su lugar eligió comprar el S-400, que proporciona a Rusia ingresos, acceso e influencia”, aseguraba Kirby. Cabe destacar que el Directorio de la Industria de Defensa de Turquía, su líder Ismail Demir y otros tres empleados fueron sancionados por la adquisición del primer lote de sistemas de defensa antimisiles, y si todo sigue como está previsto, como afirma Erdogan, no serán los únicos. Precisamente esta segunda compra es la que podría dinamitar el acuerdo sobre los F-16 que pretende alcanzar Erdogan con el Gobierno estadounidense.

Es más, Recep Tayyip Erdogan no sólo pretende ignorar las advertencias de Estados Unidos, sino que está siendo tajante en sus declaraciones cuando es preguntado acerca de la compra de los sistemas rusos: “Somos los únicos en tomar tales decisiones (…). En el futuro, nadie podrá interferir en términos de qué tipo de sistemas de defensa adquirimos, de qué país y a qué nivel”. Unas palabras que no han gustado en el Congreso norteamericano que pide a Biden ejercer más presión sobre Ankara ante los últimos movimientos de Erdogan.