Un diputado tunecino escapa de un atentado terrorista
03 de septiembre de 2014 (18:40 h.)
Por Mohamed Sahli
Foto: El diputado tunecino Mohamed Ali Nasri.
El diputado del partido Nidaa Tounes en la Asamblea Nacional Constituyente tunecina Mohamed Ali Nasri escapó de un atentado terrorista, en la noche del lunes al martes de esta semana, presumiblemente cometido por el grupo yihadista Ansar Al Sharia. El ataque tuvo lugar en el domicilio del parlamentario, ubicado en la barriada de Ezzouhour, en la ciudad de Kasserine, cerca de la frontera con Argelia, dos meses antes de las elecciones legislativas que consolidarán el proceso de transición a la democracia que inició hace tres años el país magrebí. Kasserine es un municipio que está cerca de la zona del monte Chaambi, donde actúan grupos yihadistas como Ansar Al Sharia. El diputado pudo escapar de los asaltantes, pero en la huida se fracturó la pierna izquierda. Mohamed Ali Nasri explicó a la emisora ‘Mosaïque FM’ que el ataque terrorista tuvo lugar sobre las 22 horas y sus protagonistas fueron varios hombres armados. Durante varios minutos el diputado oyó disparos y entonces subió al segundo piso de su vivienda y desde allí se refugió en la casa de unos vecinos, que lo trasladaron al hospital regional de Kasserine para que fuera atendido de su herida en la pierna. Tras el atentado contra el diputado, las fuerzas de seguridad desplegaron numerosos agentes en la barriada de Ezzouhour para tratar de localizar a los asaltantes, según informaron medios tunecinos. El portavoz del Ministerio del Interior, Ali Aroui, declaró que los atacantes fueron “seis terroristas que vinieron de Jebel Salum”. En esta región, las fuerzas policiales y militares tunecinas persiguen a los grupos terroristas desde hace más de año y medio. La mayoría de los terroristas son miembros de Ansar Al Sharia, un movimiento ligada a Al Qaeda, y excombatientes en el norte de Malí.
Contexto electoral
En los últimos meses, la zona del monte Chaambi ha sido escenario de varios ataques terroristas. El más sanguinario ocurrió el pasado mes de julio, cuando 15 soldados fueron asesinados por un grupo yihadista mientras efectuaban tareas de vigilancia en el monte Chaambi. El domicilio del ministro del Interior, Lotfi Ben Jeddu, también fue atacado por unos terroristas hace unos meses, y dos diputados opositores de izquierda, Chokri Belaïd et Mohamed Brahmi, fueron asesinados el año pasado. La Policía atribuyó las dos muertos a grupos yihadistas que quieren desestabilizar el país e impedir que la transición democrática llegue a buen puerto. A ningún observador se le escapa que el intento de asesinato del diputado Mohamed Ali Nasri tuvo lugar en un contexto electoral, porque Túnez celebrará comicios legislativos y presidenciales el 26 de octubre y el 23 de noviembre, respectivamente. Las dos citas electorales consolidarán el proceso de democratización del país, y esto es lo que quieren evitar los grupos terroristas de inspiración yihadista, según aseguró el ministro del Interior. Lotfi Ben Jeddu dijo que no descarta “serias amenazas terroristas” en septiembre, porque los yihadistas “temen las elecciones, porque marcarán la ruptura con todo lo que hasta ahora ha sido frágil y provisional. Las elecciones son su principal preocupación”.