“Víktor Orbán profesa lealtad a Rusia”
La periodista y colaboradora de la revista Atalayar, corresponsal en Ucrania desde que comenzó el conflicto, analizó la situación global tras el anuncio del ultraderechista Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, como nuevo presidente de la Unión Europea durante el próximo semestre.
María, retirada parcial de las tropas ucranianas de Chasiv Yar, y mucho movimiento en todos los frentes de combate donde el Ejército de Ucrania se reorganiza e intenta reorganizarse para encarar el verano.
Así es. El nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Ucranianas, el general Sirsky, continúa con su propósito de preservar lo máximo posible la vida de sus soldados, ahora que hay falta de soldados precisamente en las filas. Esto es una tendencia que ya anunció cuando ordenó la retirada de Avdivka y su Ejército abandonó el sector noreste de la ciudad de Chasiv Yar.
Chasiv Yar es una pequeña ciudad que está prácticamente al lado de Bajmut, en el Donbass, y allí los ucranianos habían conseguido hacer un tapón defensivo tras la caída de Bajmut hace un poco más de un año. El lugar estaba completamente asediado desde hace meses. En mayo ya nos dijeron que se restringía el acceso por los continuos ataques de artillería y por la cantidad de drones rusos armados con explosivos que sobrevolaban la ciudad y todo apuntaba que era cuestión de tiempo que Chasiv Yar cayera.
Pero, aun así, son noticias muy preocupantes porque, a pesar de que se trata de una ciudad muy pequeña y de que ya está completamente destruida, no hay nada que salvar, abriría camino a los rusos hacia los sitios de Kramatorsk y de Sloviansk, que son las dos grandes ciudades que quedan bajo el control del Gobierno de Ucrania en el norte de Donetsk.
La retirada es parcial. Se han ido del margen del río que hace un poco de defensa natural entre esa parte más cercana de Bajmut y lo que es la ciudad de Chasiv Yar. Las tropas ucranianas se han retirado de ese margen del río y parece que se están concentrando o reagrupando en la parte oeste de la ciudad, con lo cual no la dan por perdida, van a seguir intentando defender esa plaza en la medida de lo posible porque si los rusos consiguen tomar Chasiv Yar, tendrían una pista directa a través de Constantiniana para esas ciudades de Kramatorsk y de Sloviansk.
Tampoco llegan buenas noticias de las ciudades de Torez, de Pokrovsk y de Niu York, que son las tres que hay inmediatamente al sur, siguiéndose frente de combate de Donetsk, y es que allí la artillería rusa no cesa ni de día ni de noche y las tropas ucranianas están muy presionadas. Hay que recordar que Rusia abrió una brecha en el frente de combate de Járkov el pasado 10 de mayo y que eso obligó al Ejército ucraniano a posicionar allí algunas de sus mejores brigadas, quedando más debilitadas las líneas de combate en la región del Donbass, que es lo que está aprovechando Putin para intentar avanzar por allí.
El Kremlin estaría utilizando esa estrategia de divide y vencerás, que le ha funcionado muy bien con esa ofensiva de Járkov, y que está intentando replicar en regiones más al norte, como Sumy, donde ha posicionado más tropas rusas en la frontera y ha obligado de nuevo al Ejército ucraniano a llevar hasta allí varios batallones por si intentan abrir una ofensiva.
Precisamente, una de las brigadas que han posicionado, que estaba trabajando en Chasiv Yar, es una de las que trabajaba con ellas habitualmente, y hablando con uno de sus oficiales sobre cómo estaba la situación en Sumy y por qué esa urgencia de ir corriendo desde Chasiv Yar a posicionarse allí, en Sumy no está pasando nada, ellos están en mitad de un bosque armados hasta los dientes y esperando, pero en el caso de que Rusia iniciase una nueva ofensiva, intentar abrir una nueva brecha por ahí, tienen que estar, tienen que haber efectivos militares allí, fortificando esas defensas ante la presencia y la aglomeración de más tropas rusas en ese frente. Esto lleva a que las líneas del Donbass se queden más delgadas y Rusia aproveche para hacer pequeños avances a un gran coste personal, pero al fin y al cabo avances en esa región del Donbass que se ha propuesto conquistar por completo.
Movimientos geopolíticos importantes que influyen en la guerra, por ejemplo, el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, ocupa la presidencia de la Unión Europea, presidencia semestral y que ha inaugurado su mandato yendo a Ucrania, pero inmediatamente después ha ido a Rusia.
Víktor Orbán es ese personaje que ha votado sistemáticamente en contra de enviar ayuda a Ucrania, desde el seno de la Unión Europea, desde que empezó la invasión rusa. Un personaje de ideología conservadora y de ultraderecha, que es abiertamente prorruso, no se ha escondido nunca sobre a quién profesa lealtad y no es a Europa, es a Rusia y como la presidencia de la Unión Europea es rotatoria, le ha tocado a Hungría y durante los próximos meses vamos a tener a un títere político de Vladimir Putin ocupando ese puesto que si bien es cierto que es más diplomático que otra cosa, porque al final las decisiones se toman en otros organismos de la Unión Europea, nos va a dejar fotos como la reunión que han mantenido con el presidente de Rusia.
Antes de pasar por Moscú, tuvo el detalle de venir a Kiev, visitó Ucrania el pasado martes y la cara con la que sale en la foto oficial junto a Zelensky lo dice todo. Dice que hay incomodidad, que hay tensión, que hay un gesto serio y que no va a haber colaboración durante los próximos seis meses en los que va a estar al frente de la presidencia de la Unión Europea. Ante las críticas que se han levantado después de ver esta foto con Zelensky, Orbán se justificaba diciendo que la rueda de prensa fue un poco fría porque las expectativas eran muy altas y que él no era el típico líder occidental que venía a aplaudir a Zelensky.
Claro que no, Víktor Orbán es el típico líder europeo que va a aplaudir a Vladimir Putin, que es muchísimo mejor. El caso es que durante su visita a Ucrania aseguró que está interesado en que se acabe la guerra cuanto antes, pero no reivindicó en ningún momento la integridad territorial de Ucrania, que es el país que está siendo invadido por Rusia y propuso un alto fuego incondicional, a lo que Zelensky respondió que lo pensaría puesto que los altos en fuego con Rusia suelen acabar mal para los países agredidos. Antes de abandonar Ucrania, Orbán dejó perlas como que el mayor problema de Europa es la guerra en Ucrania, pero que eso se solucionará tras la victoria electoral de Trump en Estados Unidos.
Todo un optimista que va a ocupar la presidencia de la Unión Europea durante los próximos seis meses y todo apunta a que la ayuda que tiene que llegar desde la Unión Europea intentará ralentizarla lo máximo posible y seguir sembrando ese euroescepticismo del que ya venía haciendo gala desde que es primer ministro de Hungría.
María, entre los ucranianos, ¿cómo se reciben estas noticias relacionadas con la política internacional?
No se reciben bien. En las ciudades ucranianas seguimos lidiando con importantes restricciones eléctricas, con un aumento de los precios que se ve reflejado en los supermercados, pero que se ve aún más en el precio de los alquileres que se ha disparado en las capitales, sobre todo en las del centro y en las del oeste del país, porque es donde cada vez llega más gente que huye de las zonas cercanas al frente de combate por situaciones que están pasando en Donetsk, donde las tropas rusas avanzan y la gente huye de sus casas, o gente que huye de ciudades como Járkov o Dnipro, que están siendo bombardeadas sistemáticamente cada día provocando decenas de heridos, provocando muertos y dejando unas imágenes dantescas de edificios residenciales completamente bombardeados.
Y a esta situación, que ya extensa de por sí en la convivencia en las ciudades, se añade la movilización forzosa que está tensionando aún más el clima social. Aquí en Ucrania están reclutando una media de unos 250 hombres por día en todo el territorio ucraniano. No es mucho si lo comparamos con los 1.000 que Rusia alista cada día, pero en una población mucho más pequeña, como es la de Ucrania, se nota.
Estos movimientos en la política internacional, porque saben que afecta directamente a la ayuda militar y económica que recibirán ocupan las conversaciones de los ucranianos estos días, son conscientes de que con Orbán en la presidencia de la Unión Europea estas ayudas se pueden retrasar Y, sobre todo, son conscientes de que las próximas elecciones estadounidenses podrían dar un vuelco a esta guerra, un vuelco a peor, sin duda, si Trump sale ganador y corta unilateralmente la ayuda que ya está llegando con muchísimo retraso a Ucrania.
Porque es otra de las cosas de las que se quejaban estos días de atrás en los frentes de combate. Los oficiales con los que tenía la posibilidad de hablar me decían que no está llegando el armamento, ni la munición al ritmo que esperaban que llegase, que sigue habiendo unos retrasos muy grandes y que dificultan aún más el desempeño de las Fuerzas Armadas, que se están teniendo que repartir por muchos puntos del frente de combate, con lo cual la presión en cada uno de esos puntos es muchísimo más alta.