Visita a Moscú del jefe del Ejército de Argelia: ¿qué hay de la cooperación militar ruso-argelina?
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, mantuvo conversaciones con el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas argelinas, el General Said Chengriha, durante una reunión celebrada en Moscú a principios de esta semana. Según un comunicado de prensa del Ministerio de Defensa argelino, la visita se organizó a invitación del ministro de Defensa ruso para discutir el fortalecimiento de la cooperación entre el Ejército Nacional Popular y las Fuerzas Armadas rusas.
A su llegada al aeropuerto de Moscú, Said fue recibido por el viceministro de Defensa de la Federación Rusa, Alexandre Fomine. Según un comunicado del Ministerio de Defensa argelino, el general fue recibido con los himnos nacionales de Argelia y Rusia, así como con un desfile militar interpretado por unidades del Ejército ruso. Antes de dirigirse al Ministerio de Defensa, Said Chengriha se reunió con Alexander Fomine y Dimitri Chugaev, director del Servicio Federal de Cooperación Militar y Técnica de la Federación Rusa, en la sala de honor del aeropuerto, en presencia del embajador de Argelia en Rusia.
Durante su encuentro, el ministro ruso de Defensa señaló que las relaciones ruso-argelinas se desarrollan de manera particularmente dinámica y positiva, gracias a las relaciones amistosas y de confianza que se han desarrollado entre los dirigentes de ambos países. El pasado mes de junio, los presidentes Vladimir Putin y Abdelmadjid Tebboune se reunieron en Moscú para firmar una Declaración sobre una asociación estratégica más profunda, destinada a dar un nuevo impulso a las relaciones entre ambos países. Durante la reunión, Serguéi Shoigú recordó este acontecimiento.
El jefe del Ejército ruso subrayó también la importancia que Rusia concede a las cuestiones de soberanía, en particular cuando conciernen a la seguridad nacional. El ministro de Defensa añadió: “Hemos dado una señal clara al mundo entero de que Rusia y Argelia están decididas a seguir una política exterior independiente y a defender sus intereses nacionales, a pesar de la presión sin precedentes de Occidente”.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa ruso afirmó su intención de contribuir a mejorar las capacidades de combate del Ejército Nacional Popular de Argelia, decisión que fue acogida con satisfacción por su homólogo argelino. Said Chengriha recordó también que la población argelina conserva un vivo recuerdo de las posiciones ocupadas por la Unión Soviética en 1954, durante la revolución argelina, así como de las ventajas y la ayuda aportadas por la Federación Rusa al Ejército Nacional Popular Argelino para reforzar sus capacidades de defensa y hacer frente a las amenazas y desafíos a los que se enfrenta el país.
Una cooperación militar histórica
Históricamente, la relación entre Argel y Moscú se remonta a la época soviética. Ante la reticencia occidental a suministrar el armamento deseado, Argelia recurrió a la URSS. Entre 1962 y 1989, Argel adquirió parte del armamento soviético más moderno, gastando alrededor de 11.000 millones de dólares en aviones (MiG-21, MiG-23 y Su-24), tanques (T-55 y T-72), vehículos blindados y diversos buques (corbetas, fragatas, patrulleras, submarinos), armas ligeras y municiones.
A partir de finales de los años ochenta, la ayuda de Moscú se ralentizó y sólo volvió a repuntar bajo la presidencia de Abdelaziz Bouteflika. A partir de la década de 2000, la cooperación técnico-militar ruso-argelina se intensificó, convirtiendo a Rusia en el primer proveedor de armas de Argelia. En 2001, el presidente Bouteflika visitó Moscú, donde se firmaron dos documentos importantes: un acuerdo entre los Ministerios de Defensa y una declaración de asociación estratégica, el primer tratado de este tipo firmado por Rusia con un país árabe o africano.
Otro punto importante en la relación ruso-argelina es la condonación de la deuda, estimada en 4.700 millones de dólares, concedida por Rusia a Argelia durante la visita de Vladimir Putin a Argel en 2006. Este hecho es importante para entender la fuerte cooperación técnico-militar entre ambos países, ya que, a cambio de esta condonación, Argelia se comprometió a destinar una cantidad equivalente a la compra de armamento ruso, convirtiéndose en la mayor transacción armamentística de la Rusia postsoviética.
En 2013, los datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) estimaban que Argel importaba de Rusia el 91 % de sus armas, gastando 1.900 millones de dólares en armamento y equipo militar ruso.
Las relaciones entre Argel y Moscú se han acelerado desde la guerra de Ucrania
Los encuentros bilaterales entre Argel y Moscú han sido frecuentes desde el inicio de la guerra en Ucrania. Esta sería la tercera visita del jefe del Estado Mayor del Ejército argelino a Moscú desde que asumió el cargo a finales de 2019. Además de las numerosas visitas oficiales entre oficiales rusos y argelinos en los últimos años, los dos países también han llevado a cabo varias maniobras militares, incluidos los ejercicios Vostok en septiembre de 2022.
Durante las votaciones en las Naciones Unidas, Argelia fue uno de los países que se abstuvo de condenar la operación militar en Ucrania, no queriendo distanciarse de su socio ruso. En realidad, ambos países se aprovechan de la situación: Rusia demuestra que no está tan aislada en la escena internacional, mientras que Argelia intenta elevar su estatus en la escena internacional ofreciéndose a mediar en el conflicto, pero sobre todo aprovechando la subida de los precios de los hidrocarburos para ofrecer su petróleo a los países occidentales.
¿Es Argelia un frente ruso de retaguardia en una futura guerra en el Sahel?
En la reunión entre Serguéi Shoigú y Said Chengriha a principios de esta semana, el jefe del departamento militar ruso subrayó que Rusia está interesada “en la posición de liderazgo de Argelia en el fortalecimiento de la seguridad regional y la estabilidad en el norte de África”. En 2015, Mansouria Mokhefi, asesora especial sobre Oriente Medio y el Magreb del IFRI, señaló que la cooperación militar ruso-argelina había permitido a Argelia convertirse en una de las principales potencias militares del Magreb, el único país capaz de combatir la inseguridad y la desestabilización provocadas por las convulsiones en África.
Argel es, por tanto, de vital importancia para Rusia en su intento de desarrollar su influencia en África, de donde las fuerzas occidentales tradicionales han sido expulsadas gradualmente por el grupo ruso Wagner. Un artículo publicado por Al Arab News sostiene que las relaciones ruso-argelinas avanzan hacia una mayor armonía, lo que dificulta su desmantelamiento por parte de Occidente y perpetúa los cambios geopolíticos en la región. Según esta información, Argelia entraría en la categoría de fuerzas leales al bando oriental, a pesar de su situación geográfica.
Por último, este encuentro no puede tratarse al margen de los acontecimientos que se están produciendo actualmente en Níger. Argelia condenó el golpe de Estado en sus primeras horas, dando su apoyo al presidente Mohamed Bazoum. Sin embargo, no comparte la postura de la CEDEAO, a la que ha desaconsejado el uso de la fuerza militar, mientras pide calma en Níger. Aunque el llamamiento a la calma y a la resolución pacífica del conflicto parece razonable, esta postura permanece compartida por Mali, Burkina Faso y Guinea, los otros tres países aliados de Rusia y Wagner que han sufrido un golpe militar en los últimos años.