BRICS y Arabia Saudí, ante un panorama prometedor
El grupo de países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) es una asociación económica-comercial de gran importancia en el mundo integrada por las cinco economías nacionales emergentes que en el arranque del siglo XXI fueron consideradas como las de mayor potencial de crecimiento en el planeta.
Todas estas naciones tienen como denominador común una población muy grande (el 41% del total mundial), un extenso territorio (el 29% del total global) con una gran dimensión estratégica prácticamente continental, una gran cantidad de recursos naturales y un gran crecimiento de su Producto Interior Bruto (PIB) y de su volumen de comercio mundial en los últimos años. Cabe destacar también que todos sus miembros están integrados en el G20, que representa a las 20 economías más potentes del mundo, lo que da muestra de su envergadura.
El bloque de los BRICS fundó una institución financiera de desarrollo internacional y también ha estado buscando formas alternativas de comerciar y promover las monedas locales, como principales logros.
Ahora, si a este grupo se une, como se prevé, la figura de Arabia Saudí, la economía más importante de Oriente Medio, entonces la dimensión de la asociación adquiere un nivel todavía más impresionante. La incorporación del reino saudí, que tiene ahora el estatus de país observador, reforzaría los lazos entre el Nuevo Banco de Desarrollo (el banco de los BRICS), que fue establecido por las economías emergentes más grandes del mundo como una alternativa a las instituciones comandadas por Occidente, y un importantísimo productor de petróleo como es el país árabe. “En Oriente Medio, le damos gran importancia al Reino de Arabia Saudí y actualmente estamos en un diálogo con ellos”, señaló en su momento el Nuevo Banco de Desarrollo en un comunicado oficial.
El reino saudí se ha incorporado como observador al grupo de los BRICS e inició el procedimiento para poder entrar en la institución y eso le da ahora muchas opciones comerciales y económicas dentro del margen de acción que le otorga este estatus, según han apuntado diversos analistas y expertos. El bloque se abrió a expandirse y el primer país que presentó su candidatura para entrar fue la gran potencia regional de Oriente Medio que es el reino saudí. Otra veintena de países también manifestaron recientemente su interés por poder integrarse en la entidad.
Oposición a Occidente y el posicionamiento saudí
Se espera una próxima cumbre del grupo de los BRICS del 22 al 24 de agosto bajo la presidencia de Sudáfrica y se anticipa una reafirmación del sentimiento antioccidentalista y la intención de presentar un bloque diverso frente al Occidente liderado por Estados Unidos con Europa, que ha sido el faro para seguir en los últimos años.
También se espera que el movimiento saudí refuerce las relaciones comerciales y económicas del Reino al tiempo que reafirma su compromiso con la apertura económica mundial y la gestión prudente de los lazos económicos.
En esta línea, Mohamed Makni, profesor de Finanzas e Inversiones en la Universidad Islámica Imam Mohammad Ibn Saud de Arabia Saudí, señaló al medio Asharq Al-Awsat que, desde su creación, el grupo BRICS ha buscado cambiar el poder económico hacia una versión más multidireccional. Esto concuerda con la idea de que estas potencias emergentes buscan romper con el mundo unipolar actual surgido del fin de la Guerra Fría y la caída del bloque comunista que dejó a Estados Unidos como principal actor mundial y a Occidente como el referente a seguir. Ahora el eje de importancia se ha movido al Indo-Pacífico y al Sur Global y hay más actores políticos internacionales reclamando un mayor protagonismo y peso en la política y en la economía y el comercio mundiales.
Makni también añadió que la inclusión de Arabia Saudí abrirá nuevas vías y oportunidades para el reino saudí y los mercados del Golfo, lo que conducirá a una estabilización y mejora económica global.
La contrapartida también para los miembros del grupo de los BRICS es que Arabia Saudí puede tener un rol muy importante por su volumen económico y por su gran valor en el mercado del petróleo y el gas, que significan el 30% de las exportaciones del país saudí al resto del mundo, algo para tener muy en cuenta considerando las cifras de volumen económico del país árabe.
Arabia Saudí, con una población de más de 34 millones de personas, se encuentra en la posición 43 de la tabla de población mundial, de 196 países, y mantiene una muy baja densidad de población, 16 habitantes por kilómetro cuadrado, además el reino saudí ocupa el puesto 17º en la clasificación de economías por volumen de PIB. Datos que muestran la dimensión que alcanza el país árabe.
El reino saudí emprendió un importante programa de diversificación económica bajo el título “Visión 2030” con el objetivo de diversificar su economía para no depender exclusivamente del petróleo como fuente principal de ingresos. Se trata de potenciar y desarrollar otros sectores a través de importantes inversiones y poder mejorar las vías de ingresos mediante otras actividades.
Este plan requiere de la cooperación de otros países expertos en esos sectores que quiere desarrollar el reino saudí, como el turismo, las nuevas tecnologías, el deporte, etc…, para que estas naciones aporten su experiencia y, en esta línea, el Reino se está abriendo diplomáticamente al mundo y entablando relaciones con muchos actores internacionales relevantes que le pueden posibilitar incrementar sus intercambios comerciales y tener un mayor desarrollo económico y sectorial.
En el pasado, Arabia Saudí ya tenía buenas relaciones con Estados Unidos y obviamente con la mayoría de sus vecinos de la región de Oriente Medio. Ahora, el acercamiento hacia otros polos de poder como el que representan los países emergentes de los BRICS le brinda la oportunidad de expandirse mientras también mantiene un equilibrio de intereses con diferentes países que incluso pueden tener objetivos muy diversos.
Arabia Saudí desea desarrollar una futura cooperación con el grupo BRICS para lograr la prosperidad colectiva, como señaló recientemente el ministro saudí de Asuntos Exteriores, el príncipe Faisal bin Farhan bin Abdullah.
El ministro de Asuntos Exteriores saudí participó recientemente en la reunión ministerial de Amigos del Grupo BRICS en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, celebrada bajo el tema “Asociación para el crecimiento mutuamente acelerado, el desarrollo sostenible y el multilateralismo inclusivo”, y dijo que el Reino deseaba avanzar en su futura cooperación con los BRICS beneficiándose del potencial y las capacidades que poseen ambas partes, con el reto de cumplir con los intereses comunes y lograr la prosperidad para todos.
El reino saudí es el mayor socio comercial del grupo BRICS en Oriente Medio, como explicó el príncipe Faisal bin Farhan bin Abdullah, quien afirmó que las relaciones comerciales con los países BRICS han experimentado un gran crecimiento. “Esto refleja las crecientes y desarrolladas relaciones con los países del grupo”, indicó el ministro en palabras recogidas por el medio Arab News.
El valor total del comercio bilateral con los países del grupo BRICS aumentó de 81.000 millones de dólares en 2017 y 128.000 millones en 2021 para superar los 160.000 millones el año pasado, como apuntó el canciller saudí.
El Reino comparte valores básicos con los países BRICS, representados en la creencia de que las relaciones entre los países se basan en los principios de respeto a la soberanía, no injerencia y cumplimiento del derecho internacional, explicó el príncipe Faisal bin Farhan. Lo que enlaza con la idea de buscar un nuevo balance internacional y dar mayor voz e importancia al Sur Global y a Oriente frente al bloque occidental.
Arabia Saudí, junto con los países BRICS, también cree en la importancia de la paz, la seguridad y la estabilidad para reenfocar los esfuerzos hacia el desarrollo nacional y la prosperidad común, dijo el príncipe Faisal bin Farhan.
Interés por unirse a los BRICS y la puerta de entrada al Golfo
El grupo BRICS de economías emergentes de rápido desarrollo se ha establecido como una alternativa al orden global dominado por Occidente desde la caída del bloque comunista y el fin de la Guerra Fría. Según diversos analistas, esta fuerte irrupción y gran peso de los países del grupo de los BRICS ha despertado el interés de decenas de países por unirse al bloque, que prepara su próxima cumbre de agosto.
Sudáfrica, al ostentar actualmente la presidencia de los BRICS, será el anfitrión de la próxima reunión de tres días en Johannesburgo el próximo mes de agosto y argumenta que la expansión de los BRICS ocupará un lugar destacado en la agenda. Argentina, Irán, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos se encuentran entre los países que buscan unirse al grupo, señaló a los periodistas el embajador del grupo BRICS de Sudáfrica, Anil Sooklal, quien agregó que esto demostró la confianza que las naciones del Sur Global tienen en la organización. “Veintidós países se han acercado formalmente a los países BRICS para convertirse en miembros de pleno derecho. Hay un número igual de países que han estado preguntando informalmente sobre convertirse en miembros BRICS”, indicó Sooklal.
El grupo de los BRICS es visto como “una fuerza poderosa”, dijo Sooklal, quien añadió que representan en torno al 31,7% del PIB mundial, habiendo superado al G-7, un foro de democracias avanzadas que incluye a Estados Unidos.
Por su parte, Mikatekiso Kubayi, investigador del Instituto para el Diálogo Global de la Universidad de Sudáfrica, ha explicado que los BRICS habían generado importantes expectativas. “Recordarán que, desde el principio, los BRICS fueron un conjunto que muchos descartaron fácilmente, particularmente en Occidente, al ser visto simplemente como un concepto”, ha señalado Kubayi, para añadir que esta entidad “ha logrado mucho en los 15 años que ha existido”.
Por otro lado, además de propiciar un mejor acceso a un relevante mercado de petróleo y gas, la entrada de Arabia Saudí en el grupo de los BRICS significa una ventana de oportunidades para Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica de cara a acceder a los mercados del Golfo. Especialmente dada la urgente necesidad de que las dos economías más grandes del grupo, China e India, accedan a los mercados energéticos del Golfo para sostener el gran crecimiento económico que tienen y avanzar hacia el liderazgo económico mundial.