El agua, un recurso limitado, menos para Israel
El agua es un recurso vital para el ser humano, pero se trata de un bien cada vez más limitado. Sin embargo, aquellos territorios que por su naturaleza árida han tenido problemas para tener recursos hídricos suficientes, ya tomaron medidas para ello hace bastante tiempo, como es el caso de Israel. En el conflicto árabe-israelí, el agua ha sido una de las principales causas de disputa que llevó a una guerra en 1967, pues con más del 60% de territorio árido, Israel debía proveer de agua a un sector agrícola que era esencial para su impulso sionista.
Actualmente, los Altos del Golán son el punto clave a nivel hidráulico por sus acuíferos y manantiales que nutren al mar de Galilea y el Alto Jordán. La zona norte de Israel es la más húmeda por sus precipitaciones constantes almacenadas en el mar de Galilea y que proveen de agua a la zona centro marcada por periodos de sequía y al sur, totalmente desértico. El agua llega a las ciudades del centro y sur a través del National Water Carrier, un transportador de agua de 130 kilómetros. También Israel cuenta con un acuífero fósil de cientos de kilómetros cúbicos de agua en el espacio árido entre el Neguev y el Sinaí, nutriendo a las zonas de Aravá y Nitzana.
Conscientes de lo necesario que es este recurso, Israel desarrolló una Estrategia Nacional del Agua basado en cuatro pilares: reducción, reutilización, valor y aumento del agua. Esta acción ha sido un éxito, convirtiéndose en una potencia hídrica por su tratamiento, reciclaje y uso eficiente del agua, llegando a suministrarlo a los Estados vecinos. Las actividades agrícolas consumían el 80% de los recursos hídricos, para reducirlo se introdujo el riego por goteo, inventado por la empresa israelí Netafim, y reutilizando aguas residuales previamente tratadas para ello, que, gracias al avance y desarrollo de tecnologías, hoy en día se puede reciclar más del 80%. También se han generado nuevas fuentes de producción de agua a consecuencia de la creación de cinco plantas desalinizadoras de agua marina, la primera en 2005, que proporcionan alrededor del 70% del recurso potable.
Desde 2007, la Autoridad Nacional del Agua es el encargado de coordinar a todos los actores implicados en la producción, investigación y calidad del agua. Esta Autoridad decide todo lo relacionado con el agua de los ríos, acuíferos y lagos de forma totalmente independiente del gobierno, llegando a subir los precios del agua para concienciar a los ciudadanos sobre la escasez. Las campañas de sensibilización a la población, políticas públicas y conducciones monitorizadas 24 horas por la empresa Mekorot, consiguen que tan solo se pierda el 7% de agua por fugas en todo el territorio, lo cual ha maximizado la efectividad de las producciones del recurso.