Arabia Saudí construirá un palacio real en la casa donde nació el profeta, en La Meca
17 de noviembre de 2014 (06:46 h.)
Por Amina Adib
Foto: Peregrinos musulmanes en La Meca.
La casa donde nació el profeta Mohamed, en La Meca, será destruida para construir un nuevo palacio real, según informó el diario británico 'The Independent'. El citado rotativo señala que la mayoría de los monumentos históricos de esta ciudad sagrada para el mundo islámico podrían ser arrasados si se lleva a cabo un proyecto de reformas; muchos ya han sido destruidos y sustituidos por grandes y modernos centros comerciales y hoteles. Arabia Saudí hace una lectura del islam profundamente reaccionaria y anacrónica y basada en el rigorismo del wahabismo; el sistema político del país es autoritario y antidemocrático, y las mujeres están sometidas a leyes y prácticas sociales medievales. Pero, sin embargo, en materia de negocios y de capitalismo, este país árabe es muy moderno. Tanto es así que se salta a la torera sus propias normas ideológicas integristas, y donde hay mucho dinero Dios y su profeta Mohamed desaparecen. Así de claro y de sencillo. Según el Gulf Institute, los monumentos históricos de La Meca corren peligro. Hasta un 95% de los edificios que existían en la ciudad sagrada han sido destruidos y reemplazados por rascacielos modernos e ‘inteligentes’, centros comerciales y hoteles lujosos. En este contexto, el próximo paso de esta reconstrucción urbanística tendrá un significado simbólico, religioso y emocional muy marcado. Se trata nada más y nada menos que de la Casa de Mawlid, el lugar donde se cree que nació el profeta Mohamed. Si se cumplen los plazos, esta casa será derribada a finales de este año y en su lugar se levantará un palacio dedicado a la riquísima familia real saudí, que inunda medio mundo con sus petrodólares. El proyecto que está reformando La Meca y es imparable.
Una ciudad sagrada
La Meca es el lugar más sagrado para la religión musulmana porque allí nació el profeta Mohamed. Además, la Kaaba, el monumento más venerado por los musulmanes, se encuentra entre los muros de la Gran Mezquita. Según la religión islámica, esta piedra gigante de forma rectangular fue construida por Abraham y hacia ella se orientan los musulmanes cuando rezan. A muy pocos kilómetros de la Kaaba se encuentra la Casa de Mawlid, que fue cerrada recientemente para los visitantes, y que será derruida para que el rey saudí, Abdalá Bin Abdelaziz al-Saud, pueda disponer de su nuevo palacio. El soberano residirá en ese lugar cuando visite La Meca. La desaparición de muchos monumentos históricos fue defendida recientemente por el Gran Muftí de Arabia Saudí, Sheikh Abdul Aziz Bin Abdullah al-Sheikh. El líder religioso justificó su posición diciendo que las obras son necesarias y que el pueblo saudí debería estar agradecido al Gobierno por la expansión de la Gran Mezquita. Los últimos monumentos históricos derrumbados por la autoridad de Arabia Saudí fueron varias columnas construidas por el Imperio Otomano hace 500 años. Estas columnas representaban el ascenso de Mohamed al cielo. Según ‘The Independent’, muchos musulmanes se oponen a este proyecto, lo que parece bastante lógico, pero en Arabia Saudí prácticamente nadie se atreve a expresar en público este descontento por miedo a las represalias que puedan recibir del régimen represivo de Riad. El nuevo palacio real será cinco veces más grande que el actual, ocupará una parte de la montaña y desde allí se podrá observar la Gran Mezquita, asegura el Doctor Alawi, una de las pocas voces que se ha atrevido a criticar la reforma.