Europa comienza a afrontar los nuevos retos y desafíos que han surgido como consecuencia de la pandemia de la COVID-19

Arranca el nuevo proyecto europeo

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70 años han pasado desde que el ministro francés de Asuntos Exteriores, Robert Schuman, pronunciase un discurso que daría lugar al primer tratado europeo, enfocado en crear una Comunidad Europea del Carbón y el Acero. Durante el transcurso de estos 70 años, Europa se ha ido conformando en una Unión que ha dado lugar a lo que hoy conocemos como Unión Europea, bajo el espíritu de evitar vivir más guerras en suelo europeo.

Desde su nacimiento, la Unión ha ido afrontando una serie de desafíos adecuados a cada momento histórico, desde la creación de una moneda común hasta la libre circulación de los miembros de los países europeos. Ahora, nuestra realidad es muy distinta y desde Europa se apela a la creación de soluciones que sean suficientes y efectivas para poder abordar los retos que Europa debe afrontar. La pandemia de la COVID-19 ha evidenciado la lenta respuesta de los sistemas sanitarios al no estar lo suficientemente preparados para enfrentar una pandemia de tal magnitud. Además, ha puesto de manifiesto la dependencia por parte de la Unión en países como China para poder adquirir material sanitario y medicamentos.

En este sentido, Europa no quiere quedarse atrás dentro de la carrera y la lucha  por el liderazgo entre el gigante asiático y Estados Unidos, por lo que la Conferencia de Europa pretende ser los cimientos de una nueva construcción europea que sea capaz de afrontar los retos actuales y “recuperar la producción industrial”. En la celebración del inicio sobre la Conferencia en Madrid, promovida por el Consejo Federal Español del Movimiento Europeo, presidido por Francisco Aldecoa,  el ex presidente del Parlamento Europeo, Enrique Barón, recalcó que “no podemos comprender lo que estamos haciendo si no sabemos dónde vamos a ir”.

En esta línea, subrayó que “Europa es un proceso constituyente abierto que cambió el sentido de la historia”. Ahora el proceso constituyente trabaja para alcanzar un federalismo europeo para tratar de conseguir y mantener “una democracia supranacional, con objetivos y valores comunes que hagan una Europa más fuerte y democrática” con el fin de que Europa se convierta en un “referente de un futuro mejor”. Otro ex presidente del Parlamento Europeo, José María Gil Robles, recalcó los logros alcanzados por la Cumbre Social Europea, celebrada en Oporto, justo antes del comienzo de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, con una declaración que será objeto destacado en el proceso abierto sobre el futuro de Europa.

Por otra parte, la responsable del área de Europa de UGT, Valerie Parra, afirmó que el fin de estos procesos constituyentes es que “las políticas  se integren en los tratados”. En este aspecto, la declaración de Oporto fue un éxito en el sentido del mantenimiento de las medidas de emergencia sanitarias, así como en la defensa de una recuperación justa y sostenible y en la promoción de la igualdad de género. Junto a esto, la integración de la UGT como miembro de la Conferencia permite “defender que los interlocutores sociales ocupen el lugar que les corresponde en los debates y conclusiones de la Conferencia y esto, aún, no está del todo garantizado”.

Estos aspectos forman parte de un extenso conjunto de resoluciones que la Conferencia quiere abordar en términos de Democracia, además de fomentar la participación ciudadana, la creación de una Europa social, sostenible, creativa y próspera y enaltecer el rol de Europa en el mundo con el fin de “forjar relaciones óptimas entre estados miembros de la UE y otros grandes poderes regionales, incluyendo Estados Unidos, China y Reino Unido”.

Sin embargo, el desarrollo y la propagación de la pandemia han puesto de manifiesto la necesidad de unir fuerzas entre todos los países europeos para velar por el desarrollo sanitario. La presidenta de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, Iratxe García, ha resaltado que “la pandemia ha demostrado que la Conferencia es más necesaria que nunca”.

Junto a esto, la presidenta ha querido recalcar la importancia que la ciudadanía tiene en la Conferencia ya que, por primera vez, se intentaría romper las estructuras establecidas de poderes y de toma de decisiones de arriba hacia abajo para que la sociedad sea participe del nuevo proyecto europeo. Según García, el futuro de la Conferencia y el desarrollo de esta “será lo que la ciudadanía quiere que sea”.

Junto con la crisis sanitaria actual, otros temas que se han abordado y que pretenden ser unos de los principales aspectos del nuevo proyecto europeo son la digitalización el cambio climático y la crisis migratoria. En este aspecto, Europa apela a la solidaridad de todos los países que integran la Unión para acoger las diferentes olas de refugiados provenientes de países que se encuentran en estados de guerra en Oriente Medio y África para que no sólo los países mediterráneos se hagan cargo de esta crisis humanitaria.

En este sentido y ante la situación de la crisis migratoria el vicepresidente del CFEME, José Ignacio Salafranca, ha confesado que “no hemos sido capaces de encontrar una solución”. Junto a esto la tasa de la natalidad en Europa está decreciendo de forma preocupante y se habla ya de una crisis de natalidad. En la actualidad, el 6% de la población mundial es población europea y esto se traduce en una significativa pérdida de la influencia económica de la Unión Europea a escala mundial. Si a esto le sumamos la población estadounidense y latinoamericana, lo que conformaría “el antiguo occidente”, tendríamos un 20% de la población mundial total mientras que solamente el país chino supondría el 26% de los habitantes totales.

En este aspecto, otro de los principales problemas que afronta la Unión Europea es la cuestión de la gobernabilidad ya que, en muchas ocasiones, el lema de “Una visión común, una acción conjunta” es difícil de mantener por el choque de intereses políticos entre las distintas partes.

Sin embargo, la Conferencia pretende ser una solución a todos estos problemas. El ambicioso designio quiere acercar Europa a la población para que esta sea consciente de su papel en el trazado político, social y económico de la nueva Europa. En la declaración conjunta sobre la Conferencia, Ursula Von der Leyden afirmó que “será una oportunidad única para que todos los ciudadanos europeos y nuestra sociedad civil configuren el futuro de Europa, un proyecto común para el funcionamiento de la democracia europea”. Ahora, desde Madrid, representantes políticos de partidos opuestos junto con organizaciones sindicales y sociales coinciden en un punto clave que pretende ser el espíritu de la nueva Unión Europea “respetar los valores europeos para mejorar la vida de las personas” ya que Europa es hija de “la necesidad y de la unidad dentro de la diversidad”.