El Programa Mundial de Alimentos gana el Premio Nobel de la Paz
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), la organización humanitaria dedicada a la lucha contra el hambre en el mundo ha ganado hoy el Nobel de la Paz, un galardón que reconoce el apoyo que aporta cada año a 86,7 millones de personas en 83 de países.
Fundado en 1961 y con sede en Roma, este programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene como objetivo primordial distribuir alimentos para apoyar proyectos de desarrollo y cooperación humanitaria con refugiados de larga duración y personas desplazadas.
El PMA cada año distribuye 15.000 millones de raciones con un costo estimado de 31 centavos de dólar (por ración), una acción con la que este organismo de Naciones Unidas contribuye de forma relevante a mejorar la nutrición y a crear resiliencia en las comunidades con las que trabaja.
Este premio está dedicado a las personas que trabajan en el programa y los valores que representan. Su plantilla está formada por más de 17.000 personas distribuidas por todos los países en los que entregan alimentos y dan asistencia de forma constante.
La labor del PMA ha sido fundamental en los últimos meses para ayudar a que las comunidades más afectadas por la pandemia del coronavirus sigan recibiendo asistencia. Los objetivos de la organización humanitaria han virado enfocándolo todo a “evitar que esta emergencia sanitaria se convierta en una crisis de la seguridad alimentaria”.
Para ello, no sólo se necesitan dispositivos que trabajen en la emergencia, si no personas que programen el futuro de la situación post-pandemia. De hecho, el economista jefe del PMA, Arif Husain, señaló recientemente que el PMA "puede contribuir a canalizar el apoyo continuo que recibe de sus donantes, ayudando a las sociedades y familias a recuperarse más rápido después de la pandemia”.
El pasado marzo, el PMA hizo un llamamiento para recaudar 350 millones de dólares (unos 296,6 millones de euros) con los que apoyar los servicios de aviación, envío, almacenamiento, transporte e ingeniería en las áreas afectadas por la pandemia.
El PMA es con frecuencia es el primer organismo en llegar al lugar de una emergencia para brindar asistencia alimentaria a las víctimas de guerras, terremotos, inundaciones, sequías, huracanes y otros desastres naturales.
El protocolo cuando la emergencia se ha solucionado, consiste en apoyar a las poblaciones de esas zonas a recuperar sus vidas y los medios de sustento que se han visto previamente afectados.
El PMA también aplica programas de alimentación escolar a nivel global desde hace más de 50 años. A demás de entregar alimentos alrededor de 16 millones de niños y niñas en 60 países de manera anual, especialmente en zonas de difícil acceso.
El plan estratégico del PMA 2017-2021 se alinea actualmente con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU y se enfoca principalmente en dos objetivos: en la eliminación total del hambre y en la revitalización de las alianzas globales para implementar estos objetivos de desarrollo sostenible.
Su historia se remonta a 1961, cuando fue concebido inicialmente como un programa experimental de tres años. Un año después, en 1962, se dieron tres acontecimientos en el mundo que marcaron el devenir del PMA: 12.000 personas fallecieron como consecuencia de un terremoto que sacudió Irán y provocó cuantiosos daños; un tifón arrasó Tailandia, y Argelia, país que había obtenido su independencia, comenzó la repatriación y alimentación de sus más de 5 millones de refugiados de la guerra.
El PMA proporcionó de inmediato asistencia alimentaria y su contribución fue tan indispensable que desde entonces ha seguido ayudando en todo el mundo.
Esta organización colabora estrechamente con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Pero además, el PMA está asociada con más de 1.000 ONG nacionales e internacionales para ofrecer asistencia alimentaria y acabar con la raíz de las causas del hambre.
Se sostiene exclusivamente con fondos obtenidos de donaciones voluntarias: más de 60 gobiernos respaldan los proyectos humanitarios y de desarrollo, pero también recibe aportaciones de empresas y de donantes privados. En 2018 llegó a recaudar 7.200 millones de dólares (unos 6102,28 millones de euros, al cambio actual) y ese mismo año compró 3,6 millones de toneladas de alimentos.